En CABA desalojan un edificio usurpado hace 14 años: la enorme cifra de espacios que ya recuperaron
El operativo fue en el barrio de Palermo, en un gran galpón tomado donde, en su momento, funcionó el Mercado Frigorífico Canning. «Vamos a ser inflexibles para mantener el orden en el espacio público», dijo Jorge Macri.

El viejo Mercado Canning estaba tomado desde hacía 14 años. El gobierno de CABA desalojó a los usurpadores y ahora intentará recuperar la estructura edilicia.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (CABA) llevó adelante un nuevo operativo de desalojo en el barrio de Palermo, en un inmueble que llevaba 14 años usurpado. Se trata de un gran galpón ubicado sobre la avenida Raúl Scalabrini Ortiz al 2300, entre Güemes y Charcas, donde antiguamente funcionaba el mercado frigorífico Canning, y que desde hace más de una década estaba en condiciones de abandono y ocupación irregular.
La intervención, encabezada por la Policía de la Ciudad, se realizó de forma preventiva, ya que el inmueble presentaba riesgo estructural y ambiental tanto para quienes lo habitaban como para los vecinos del entorno. Además del personal policial, participaron equipos de la Guardia de Auxilio, la Agencia de Protección Ambiental, el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana y la Red de Atención.
CABA: ya fueron recuperados 451 espacios tomados
Este operativo forma parte de una política activa del Ejecutivo porteño para recuperar espacios públicos y privados ocupados ilegalmente, bajo la premisa de preservar el orden y la seguridad en los barrios. Según informaron fuentes oficiales, este fue el desalojo número 451 desde el inicio de la gestión de Jorge Macri como jefe de Gobierno, en diciembre de 2023.

«Lo dijimos desde el primer día: vamos a ser inflexibles para mantener el orden en el espacio público. Nuestro compromiso es cuidar a la gente que está dentro de la ley, por eso vamos a garantizar que se respete la propiedad privada en cada barrio de la Ciudad«, sostuvo el propio Macri tras el operativo.
En estos primeros meses de gestión, la administración porteña viene desplegando una estrategia sistemática para recuperar inmuebles tomados, muchos de los cuales estaban en condiciones precarias, implicaban riesgos sanitarios o eran utilizados con fines delictivos. El objetivo, según explicó el gobierno, es restaurar la legalidad, proteger el patrimonio urbano y devolver los espacios a sus legítimos propietarios o reinsertarlos en la trama urbana de forma segura.
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Entre los casos más emblemáticos se encuentra la Casa Blaquier, ubicada en el microcentro porteño, un edificio patrimonial que había sido usurpado durante años y que fue finalmente recuperado por el Gobierno de la Ciudad. También se destacan operativos en el Elefante Blanco de Belgrano, y en ex hoteles de Constitución y San Telmo, donde funcionaban residencias precarias, muchas veces en condiciones de hacinamiento e insalubridad.
En zonas como Nueva Pompeya, Almagro, La Boca, Villa Crespo y Barracas, también se realizaron desalojos en inmuebles ocupados irregularmente, siempre con intervención de equipos sociales y judiciales para garantizar el cumplimiento de los protocolos establecidos.

Los operativos se planifican en conjunto con la Justicia porteña, y, según aclaran desde el Ejecutivo, se llevan adelante cumpliendo con el debido proceso legal. En muchos casos, además del retiro de personas, se procede al apuntalamiento o demolición de estructuras en riesgo, a tareas de limpieza y desinfección, y a la restitución del bien a sus dueños o su intervención por parte del Estado para otros fines urbanos.
Desde el Ministerio de Seguridad porteño también se trabaja en identificar focos de nuevas tomas o agrupaciones ilegales, a través del monitoreo territorial y denuncias vecinales. “Queremos una ciudad segura, ordenada y que respete las normas”, aseguran desde el entorno de Macri.
La política de recuperación de espacios usurpados también forma parte de una respuesta al crecimiento de asentamientos informales y ocupaciones que se había intensificado en los últimos años, muchas veces en predios públicos o edificios deshabitados. Según fuentes oficiales, el plan busca prevenir nuevas tomas, evitar conflictos sociales y fomentar un uso urbano regulado del suelo, en el marco del respeto a la ley.
Mientras tanto, en Palermo, los vecinos celebraron el desalojo del galpón del ex frigorífico, señalando que la ocupación había generado inseguridad, suciedad y deterioro del entorno urbano durante más de una década. Ahora, esperan que el inmueble pueda ser puesto en valor o reconvertido para uso comunitario, cultural o comercial, como parte de la recuperación del tejido urbano de la Ciudad.
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