De sufrir bullying en la escuela a ser ídolo de los chicos: la historia de Lyna Vallejos, la youtuber de Morón que es furor
El maltrato que sufrió y la decisión de contarlo fue el comienzo de su popularidad. Hoy en día tiene más de 26 millones de seguidores en YouTube, donde habla de temas como la superación personal.
Se podría hablar sólo de su carrera en ascenso, que la llevó primero a volverse viral en las redes sociales y luego a llenar teatros. Pero antes de ser una ídola para los chicos y adolescentes, Evelyn “Lyna” Vallejos (30) recorrió un largo camino y hasta sufrió bullying en su infancia, cuando estaba en la primaria. Hoy, la youtuber y escritora nacida en Morón recuerda eso y aprovecha para concientizar a sus seguidores.
De chica, Lyna usaba anteojos, se sacaba muy buenas notas en la escuela y era fanática de Los Sims, un videojuego de simulación social en el que se pueden crear personajes e interactuar con otras personas.
Y en ese mundo virtual le iba mucho mejor que en el plano real: “Mis compañeros eran muy crueles. Por ejemplo, me decían ‘mono’, porque decían que tenía mucho vello en los brazos. Y a esto hay que sumarle que a partir de los ocho años empecé a usar anteojos porque me detectaron miopía. Me decían cosas dolorosas y yo intentaba que no me afecten, pero obviamente a todos nos afecta”.
La impensada fórmula del éxito de Lyna Vallejo
En distintas entrevistas que dio recordó que en su momento encontró apoyo en la propia escuela: “En el colegio había una psicopedagoga con la que muchas veces podía tratar los temas. Ella intervenía un poco en la situación y me ayudaba anímicamente. Así fue como pude llenarme de herramientas para poder superarlo”.
Esa fortaleza que logró la llevó, varios años después, a exponer lo que vivió en varios de sus videos, para tratar de hacer reflexionar a la gran cantidad de seguidores que tiene. “Para mí fue una buena forma de abrirme ante la gente, contarles algo más personal y mostrarles una cara de algo de lo que a veces no se habla tanto, y menos cuando ya somos más grandes”, explicó.
Y agregó: “Me pareció que estaba bueno hacerlo, porque sabía que había mucha gente que podía estar en esa situación. Y lo que encontré fue eso justamente, mucha gente que me decía: ‘Me pasa lo mismo’, ‘Sé lo que se siente’, ‘Gracias por tus palabras de apoyo y por explicarme que no estoy solo’”.
A través de Youtube, donde tiene cinco canales y suma más de 26 millones de seguidores, Lyna también suele hablar mucho de lo importante del trabajo en equipo, el respeto y la superación personal.
Multifacética, también se dedica a contar historias y jugar videojuegos, desde Roblox hasta el clásico Micrafts. Asimismo comparte videos de entretenimiento, como “24 horas malcriando a mis mascotas” o “Jugamos a las escondidas en el supermercado”; da rienda suelta a su faceta musical; y muestra escenas de su vida cotidiana junto a su esposo, el youtuber español Daniel Morro.
La chica de Morón que cumplió su sueño
Si bien hace cosas muy diferentes, la mayoría tiene algo en común: que siempre está delante de una cámara. Eso es algo que siempre le gustó, y que la llevó a estudiar Comunicación en la Universidad de La Matanza.
A esta altura, su trabajo en un consultorio de odontología puede ser considerado sólo una anécdota, que duró hasta que empezó a subir a las redes los videos que hacía en su casa, jugando en la computadora. Cuando los seguidores empezaron a aumentar rápidamente entendió que era el momento de apostar todo a cumplir su sueño.
“Lo que me sorprendió fue la edad de mi público. Pensaba que eran más grandes, pero cuando tuve reuniones con los fans tomé conciencia de que eran muy chicos”, confesó. Y añadió: “Me encantó la idea y dije: ‘vamos a hacer contenido para ellos’».
Enseguida le propusieron escribir para niños, y tampoco lo dudo. Así fue que en 2018 nació su primer libro, “En busca del tesoro de Minuca”, que agotó la primera tirada en un día. Mientras que la serie completa de tres libros infantiles “Una familia anormal” lleva vendidos cientos de miles de ejemplares solo en la Argentina.
Su carrera fue siempre en crecimiento, y así fue que llegó al teatro, con unos shows donde hace de todo un poco: canta, actúa y baila. El año pasado hizo dos presentaciones en el Gran Rex, y este año otras cuatro.
“Fue mágico. Un sueño total, Me encanta sentir la energía de los chicos. El amor que nos dan, se cantan y bailan todo”, valoró. Y confesó que muchas veces no puede evitar llorar al hablar de los momentos que vivió junto a fans.
“Pasa que vienen y me cuentan cómo yo, desde mi casa, con mis videos, los ayudé a pasar situaciones difíciles. Uno intenta entretener, pero muchas veces logra ir más allá y ser algo muy importante para los chicos. Cuando me cuentan algo así, me sale simplemente abrazarlos”, resumió su emoción.
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