Muerte de Lucía Costa Osores en un bar de San Miguel: que pena recibirá Priscila Lucca, la moza que generó el incendio
Es la chica que murió prendida fuego por el derrame del alcohol de un centro de mesa. La Justicia realizó un juicio abreviado a Priscila Lucca, la acusada, quien sufre trastornos psiquiátricos productos de la tragedia.
Cuatro años se cumplieron el 9 de octubre pasado de la trágica muerte en San Miguel de Lucía Costa Osores, la joven que falleció por las gravísimas quemaduras que le provocó el incendio de un centro de mesa en el bar Zar Burgers & Beers. Y su madre, Lorena, sigue dando pelea para que la Justicia recaiga sobre todos los involucrados en la muerte de su hija.
En diciembre pasado la Justicia finalmente estableció una condena para Carlos Eduardo Oliverio, el propietario de Zar Burgers&Beer. Le dieron seis años de prisión mientras que Marina de los Ángeles Ramírez, la encargada del comercio, fue absuelta.Amb os habían llegado imputados por los delitos de “homicidio culposo y lesiones culposas”.
Lucía Costa Osores murió el 9 de octubre de 2020 luego de sufrir graves quemaduras tras la explosión de un brasero que se encontraba como centro de mesa donde ella estaba sentada junto a un grupo de amigos. La explosión ocurrió cuando una moza, Priscila Lucca, vertió combustible sobre el brasero, lo que provocó la llama mortal.
Precisamente Lucca, la mesera que generó la llamarada fatal, es el eslabón que aún falta para que se defina el juicio. A fines del año pasado, el mismo tribunal que condenó a Oliverio y absolvió a Ramírez decidió que Lucca sea juzgada en otro momento porque, «por sus problemas psiquiátricos», no estaba en condiciones de someterse a un tribunal. Y el momento llegó.
«De la Justicia ya no se puede esperar nada», dijo ahora Lorena, disconforme con el desenlace de la causa. «Al poco tiempo de recibir su condena, a Oliverio, que siempre contó con apoyo político, le extirparon un riñón y le dieron prisión domiciliaria«, profundiza.
«Oliverio está en su casa porque tiene cáncer en estado avanzado. Ya sufría esta enfermedad antes del juicio, pero no había contado nada porque no estaba detenido. Le hicieron varias operaciones. Para colmo, después de la condena, estuvo un mes detenido en una comisaría de Bella Vista. Y ahí, por la humedad del lugar, se le agravó otra enfermedad, ya que también sufre de EPOC. El expediente de sus patologías es tan amplio como el expediente del incidente en el bar», dijo su abogado, Juan Manuel Gornatti.
«Le pedimos a la Corte la nulidad de todo el juicio. El argumento es sencillo: si el juicio se suspendió en su momento para Priscila Lucca, la mesera, también se debió haber suspendido para Oliverio. Simplemente, porque Oliverio sostiene que la responsabilidad del incidente fue de Priscila Lucca», dijo Lorena.
San Miguel: cómo fue la explosión en el bar
La noche del viernes 9 de octubre del 2020 Lucía Costa Osores salió con sus amigos a la cervecería Zar Burgers & Beer, en Paunero al 1100, San Miguel. En aquel momento, tras meses de cuarentena estricta, comenzaban a habilitarse las primeras salidas en restaurantes y bares, aunque debían ser al aire libre o en espacios abiertos.
Lucía y su grupo de amigos se encontraban sentados en una mesa en el exterior del bar cuando sucedió la tragedia: a los pocos minutos de haber llegado, Lucca se acercó a la mesa con un bidón de alcohol y comenzó a recargar el calentador, una especie de centro de mesa que tenía fuego y se utilizaba para calefaccionar el ambiente.
En ese instante se produce una brutal explosión que afectó directamente a Lucía, sus seis amigos y la camarera. La joven, con quemaduras en el 40% del cuerpo y compromiso de las vías respiratorias, fue llevada de urgencia al hospital, donde finalmente murió un día después, el sábado 10 de octubre tras dos paros cardíacos.
Según se pudo reconstruir, el error de la mesera fue no haber esperado a que la llama se apagara por completo y, al mismo tiempo, verter más alcohol del que debía.
En una de las audiencias del juicio en diciembre pasado Lucca se quebró emocionalmente, rompió en llanto y tuvo que abandonar la sala. Cuando ocurrió la tragedia, era una chica de 18 años y estaba desarrollando su primera experiencia labora. «Hizo lo que le pidieron que hiciera», afirmó su abogado.
La chica tuvo que «escapar» de San Miguel acuciada por la realidad. «Debió mudarse a Entre Ríos. En San Miguel todos se conocen y ella no quería cruzarse más con quienes la acusan por la muerte de Lucía. Es muy complicado vivir así. Se trató de un accidente. Ella hizo lo que le pidieron que hiciera», dijo meses atrás Esperanza, insistiendo en el concepto de que todo fue un hecho fortuito.
Lucca había perdido a su papá en las primeras semanas de la pandemia y vivía con su mamá y su hermano en una vivienda pequeña en San Miguel. Eso la motivó a salir a buscar trabajo. Lo consiguió en «Zar Burgers & Beers», como mesera. Era su primer empleo y llevaba un mes haciéndolo hasta el fatídico día de la tragedia.
La moza no fue presa. En septiembre pasado se reunieron todas las partes y, en un juicio abreviado, se pactó para Priscila Lucca una condena de tres años de prisión en suspenso. Para mantener la libertad, además, Lucca tiene que seguir con su tratamiento psiquiátrico, debe adoptar un oficio o profesión, debe pedir autorización para salir del país, debe presentarse una vez por mes en el Patronato de liberados para acreditar que se encuentra dentro del radio de su domicilio, en San Miguel, no puede consumir estupefacientes ni alcohol en lugares públicos y tiene que hacer 600 horas de tareas comunitarias. Si no cumple alguna de estas medidas, se le puede revocar la libertad.
«La sentencia está por salir. Si no es en octubre, será en noviembre». le explicó a Clarín Osiris Albarracín, defensor oficial de Priscila Lucca. «Como la jueza Rubarth se excusó de seguir interviniendo en este proceso, la causa pasó al Juzgado en lo Correccional Número 6, y allí, el juez Diego Calmanovici puede respetar lo que se pactó en el juicio abreviado, rechazarlo o dictar una absolución», contó.
«Lo más probable es que confirme la medida de tres años de prisión en suspenso», dijo Lorena y ante la pregunta si la decisión de la Justicia la dejaba conforme fue concreta: «Sí, en este drama, una pena en suspenso parece un justo medio… Para poder esbozar todas las defensas posibles de Priscila Lucca, lo ideal hubiese sido llegar al juicio. Pero, por su estrés postraumático, no se ha podido. Para que no decaiga su estado de ánimo, las pericias aconsejaron que no se la vuelva a enfrentar a la situación de un juicio. Igualmente yo hubiera querido otro final para esto«, cerró.
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