Tiene 48 años y busca a su madre biológica en Glew: la lucha por su identidad y la revelación que la inició
Luego de que su padre le revelara su historia, María Dubikin intenta encontrarla. Con el dato de dónde vive y de que habría tenido una peluquería, inició una campaña en redes sociales para que la gente pueda aportarle información.
Con una publicación en las redes sociales, María Dubikin difundió una búsqueda que puede cambiarle la vida: con 48 años, intenta dar con su madre biológica, a la que nunca conoció y que cree que vive en Glew, en el sur del Conurbano, según lo que le comentaron.
Dar con una persona a la que nunca se vio ni habló y ni siquiera se sabe si vive, puede ser una tarea titánica, casi imposible. Sin embargo, la mujer la convirtió en la gran causa de su vida y ahora intenta que la comunidad la ayude a poder llegar a la verdad.
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Se llama Anastasia Heit, de nacionalidad rusa, y según reveló María a El Diario Sur, «ella vino a Uruguay en un circo ruso en el que conoció a mi padre. Me dijeron que vivía en Glew y que habría tenido una peluquería con su nombre en la zona. Ella ahora debe tener entre 78 y 82 años».
Compartió su búsqueda en un grupo de Facebook y su posteo fue compartido por cientos de usuarios, muchos de los cuales le desearon suerte en este camino que inició por su identidad y otros le fueron aportando algunos datos que aún debe poder constatar: una persona le comentó que conocía a alguien con el mismo apellido, la punta del ovillo para tratar de saber algo más, y otra que la peluquería con ese nombre había cerrado hacía más de 23 años. Todas «puntas» en un camino que será largo y requerirá mucha paciencia.
La revelación que inició la búsqueda de su madre en Glew
María Dubikin contó que ella creció con su padre, Alejandro Dubikin, también ruso; con la pareja de él y otros cuatro hijos que tuvieron. Sin embargo, no dudo en dejar claro la relación que tuvo con la que durante muchos años creyó su madre y ahora sabe que fue su madrastra. «Nunca me quiso», sentenció.
Si bien ella percibía, durante toda su vida, que no se parecía físicamente a nadie más que a su padre, nunca intuyó que la familia podía esconder semejante secreto. Fue hasta hace cuatro años, cuando él estaba por morir, que comenzó a hablarle de una mujer a la que había conocido, llamada Anastasia.
«Me decía que en mis ojos la veía a ella y que la había amado mucho», relató María. Y agregó que su padre le contó toda la historia: que ella había llegado de Rusia con un circo y que luego tuvo que irse, quiso llevarlo pero él no accedió. Desde aquel momento no volvió a verla ni saber de ella.
La conversación dejó confundida a María por aquellos días. «Yo en ese momento pensaba: ‘pobre papá, está viejito y tiene la necesidad de contarme sobre una mujer que fue especial para él», explicó. Todo terminó aclarándose cuando él le terminó aclarando que Anastasia era su madre biológica, una información que la marcó y que originó una causa con la que intenta conocer su identidad.