Video: una mujer destrozó el Registro Civil de González Catán porque no pudo hacer un trámite

La sede del Registro Civil de González Catán, en La Matanza, zona oeste del Conurbano, fue escenario de un episodio que, por su similitud, remite a escenas de la famosa película «Relatos Salvajes»: gente común que, ante determinados conflictos, decide resolverlos con violencia.

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Eso pasó este martes en la mencionada oficina pública, ubicada en las calles Coronel Melián y Avenida José Equiza, donde empleados del lugar debieron llamar a la Policía ante el ataque de furia de una vecina que, al ver que no podía realizar su trámite, comenzó a atacarlos y a destrozar las instalaciones.

La secuencia duró lo suficiente como para que un trabajador de la oficina comenzara a filmarla con su teléfono celular mientras ella rompía todo lo que podía: destrozó vidrios, derribó y revoleó desde mobiliario hasta computadoras en su momento de ira. Incluso levantó una silla y se la arrojó a la delegada de la dependencia.

Sin embargo, consciente de que estaban registrando en video lo que hacía, los desafiaba: «Dale, filmame». Y luego agregó que no le importaba que la grabaran porque «ustedes están ahí metidos, es una burocracia. ¡Llamá a la Policía porque no me voy a mover de acá! ¡Quiero los trámites de mi mamá!».

La mujer fue identificada como Lorena del Carmen Giagnoni, de 45 años. Después de minutos que se hicieron eternos en medio de tanta violencia, al lugar arribó un patrullero y los efectivos policiales terminaron arrestándola para luego llevarla a la Comisaría 2° de González Catán, donde estuvo demorada unas horas.

El caso recayó en la Unidad Funcional de Instrucción N°2 de Gregorio de Laferrere, a cargo de la fiscal María Belén Casal Gatto, que dispuso abrirle una causa por «daños».

El relato de los empleados del Registro Civil de González Catán

Si bien inicialmente circuló que lo que desató la furia de la mujer fue que le exigieran en Pase Sanitario Covid-19, uno de los empleados de la dependencia de González Catán le dijo a Primer Plano que «la señora quiso hacer una supervivencia para un familiar, pero el certificado médico que trajo para certificar que esa persona no podía deambular le faltaban los datos del destinatario».

Y agregó: «Por eso no se le pudo tomar el trámite. Se le pidió que haga uno nuevo, como corresponde». La agresora, luego de romper toda la oficina, acusó que hacía tres semanas que iba todos los días allí y se sentía «boludeada» porque no podía resolver su gestión.

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Más allá de que fue lo que específicamente desató la secuencia, lo cierto es que a los trabajadores del Registro Civil de González Catán les preocupa que estos episodios son moneda corriente. «Esperemos que las imágenes sirvan para visibilizar que estamos desprotegidos y que las autoridades vean la necesidad de, aunque sea, brindarnos protección. Esto pasa todos los días», cerró un empleado, que agradeció que en este caso no hubiera que lamentar heridos ni consecuencias más graves, aunque teme que él y sus compañeros no cuenten con la misma suerte si algo similar vuelve a ocurrir.