Su marido la dejó sin nada, abrió una verdulería y hoy tiene una cadena: la mujer detrás del negocio que ayuda a madres solteras
La verdulería Las Chicas tiene cuatro sucursales y todas son atendidas exclusivamente por mujeres que pasaron por la misma situación de Vanesa o sufrieron violencia de género. Una historia de esfuerzo en primera persona.
Se quedó sin nada en medio de la pandemia y logró salir a flote gracias a su esfuerzo: se trata de la historia de Vanesa, una joven madre que, tras haber sufrido violencia de género, logró inaugurar el cuarto local de su verdulería “Las Chicas” en Caseros. Todas las sucursales son atendidas exclusivamente por mujeres, a quienes ayuda a salir adelante.
Inaugurado el lunes pasado, el nuevo local se ubica en la esquina de la Avenida San Martín y la calle Agustín Cafferata, en Caseros. Las otras sucursales se encuentran en Emilio Mitre y Larrea, en Ramos Mejía; Avenida Presidente Juan Domingo Perón 6.097, en San Martín; y José Clemente Paz y Posadas, en Villa Libertad.
Vanesa encontró en el trabajo un modo de salvarle la vida a alguien más: como ella es madre soltera y debió atravesar la dura situación de quedarse desamparada luego de que su ex pareja le sacara todo, ahora se dedica a ayudar a otras mujeres que pasaron por lo mismo y necesitan un ingreso económico para reconstruir sus vidas.
“La idea es expandirme por todos lados, ya sea en la provincia como en la capital. Imaginate que esto arrancó hace dos años con un hijo de 12 del cual se ocupaba mi mamá o mi hermana cuando no estaba. A veces me escapaba un minuto del negocio e iba a buscarlo al colegio. Y ahora tengo cuatro locales. Quiero un imperio de verdulerías”, dijo la emprendedora.
Caseros: cómo surgió la primera verdulería
Vanesa aprendió el oficio cuando trabajaba junto al padre de su hijo y actual ex marido, quien perdió el negocio debido a su problema de adicción. Desempleada y en una grave situación, la mujer compró una camioneta usada para hacer algunos repartos y así fue creciendo hasta que finalmente el matrimonio logró abrir un local de venta al público.
Pero la ilusión duró poco. Luego de tres años trabajando juntos y con muchas discusiones en el medio, Vanesa decidió separarse y disolver la sociedad debido a las reiteradas diferencias que tenía con su marido. Allí llegó el peor momento: el hombre se quedó con el negocio y con la camioneta, dejando a la joven madre sin trabajo ni herramientas.
Sin embargo, Vanesa no se dejó vencer y se puso en marcha para reconstruir su vida. Con la experiencia que había ganado, empezó a armar pedidos para hacer reparto de verduras sola y en plena pandemia. Como la gente no podía salir del hogar, la mujer empezó a tener cada vez más clientes. Tanto crecieron sus ventas que no daba abasto con los envíos.
“De a poquito empecé a vender mucho, ya no daba abasto sola. Le pedí a mi hermana que me ayude y después de un año, con el dinero que juntamos nos abrimos un local. Con todo lo que había vivido, se me ocurrió hacer una verdulería solo de mujeres para ayudar a las que estén separadas, se hagan cargo de sus hijos solas y no reciban ayuda de los padres”, contó Vanesa en diálogo con Viví el Oeste.
Así fue como le pidió ayuda a su hermana y comenzaron a trabajar juntas. Con el dinero que ganaron abrieron un local y al segundo año inauguraron una nueva sede. Hoy, tres años después, “Las Chicas” ya cuentan con cuatro sucursales y una enorme clientela que cada día las elige por sus precios, su atención y su mercadería.
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