La historia de Valentín Barco, la figura de Boca que compartía el sandwich con su mamá para que no pasara hambre
El lateral zurdo, con 18 años, fue el líder del Xeneize en el triunfo contra Deportivo Pereira, en la Copa Libertadores. Oriundo de 25 de Mayo, el juvenil viajaba 500 kilómetros por día y muchas veces salía a jugar con la panza vacía.
«Si me toca estar, quedate tranquilo que la rompo. Le va a costar sacarme”. Así de seguro se sentía Valentín Barco cuando, a los 16 años, fue convocado para el primer equipo de Boca en el partido ante Unión en Santa Fe en julio de 2021. Finalmente, el «Colo», como lo conocen, hizo su debut como futbolista profesional y dejó una muy buena imagen. Ese año, por las bajas del plantel a raíz del Covid-19 jugó otros dos partidos más; por caso, fue titular y con una gran actuación ante Banfield.
Sin embargo, después dejó de ser considerado por los entrenadores y pasó dos años sin jugar. Hasta esta semana, cuando el nuevo DT, Jorge Almirón, decidió incluirlo como titular. Primero estuvo en la derrota como local contra Estudiantes de La Plata. Y este martes tuvo su primera gran ovación: fue la figura indiscutible del triunfo agónico contra Deportivo Pereira, que le permitió al Xeneize ganar en la Copa Libertadores, pasar a liderar su grupo y apagar los cuestionamientos de los hinchas en La Bombonera.
El lateral zurdo, de apenas 18 años, fue el mejor en un equipo deficitario en rendimiento. El Colo, desde la banda izquierda, lideró los ataques sobre todo en el segundo tiempo. Y dio la asistencia para que Alan Varela convirtiera el segundo gol, que le dio la victoria a Boca por 2-1. Los colombianos habían empezado ganando con un gol de Jimer Fory, pero lo dio vuelta con una remontada iniciada por el peruano Luis Advíncula, quien marcó un golazo.
El regreso de Barco, que fue toda una sorpresa para el mundo Boca, era muy esperado por el juvenil de 18 años, que trabajó silenciosamente por su chance. Está acostumbrado: su historia tiene muchos componentes de perseverancia.
Siempre con el apoyo de su familia, que transitó con él una etapa muy difícil de olvidar pero que resalta el lugar que el lateral zurdo se ganó en el Xeneize, donde tuvo un desempeñó notable en el fútbol de inferiores hasta convertirse en el cuarto jugador más joven en vestir la camiseta azul y oro.
Valentín Barco pasó de Séptima a Primera División en seis meses y en octubre de 2021 firmó su primer contrato como profesional. En paralelo, jugó 5 partidos y marcó dos goles para la Selección Argentina que llegó a la final del Sudamericano Sub-17 y perdió ante Brasil por penales en 2019. También fue campeón con el equipo nacional Sub-20 del torneo de La Alcudia en agosto de 2022 y elegido mejor jugador de ese certamen.
El sacrificio de Valentín Barco para jugar en Boca
El juvenil es oriundo de la localidad bonaerense de 25 de Mayo, que se encuentra a 250 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires. Cuando superó la prueba para ingresar a las divisiones inferiores del Boca, tuvo la posibilidad de quedarse en la pensión utilizada por los chicos que vivían en el interior del país o de la provincia, pero no se adaptó y junto a su mamá hacían los 500 kilómetros diarios para ir a entrenarse en el predio La Candela, en San Justo.
«Fue mucho sacrificio el que hicimos nosotros, a veces yo le decía a Valen que solo teníamos para el gas y el peaje. ‘No tengo nada para llevar para comprarte’. Salíamos de Candela, donde le daban un sándwich y un juguito, y subíamos al auto. Él preparaba el mate y me daba medio sándwich a mí. Me decía ‘yo sé que vos tenés hambre también’, pero yo no se lo agarraba”, recordó emocionada Patricia, la mamá de Valentín Barco a TyC Sports.
Y agregó: «Bajábamos a echar gas en las estaciones de servicio y a veces, cuando hacía calor, yo sabía que él miraba las heladeras porque quería tomar helado, pero yo no se lo podía comprar porque no tenía y él con las manitos atrás me miraba y me decía ‘no importa, má’”.
El futbolista, tras aquel debut contra Unión en Santa Fe, recordó con emoción todo lo que había hecho. «Fue un esfuerzo enorme para mí y para toda mi familia, para todos los que me acompañaron. La vengo peleando desde muy chico, estoy desde los 8 años en el club y este es el comienzo de, ojalá, una muy linda carrera, pero ahora a seguir metiéndole con todo”.
Este sábado se pondrá la camiseta de Boca y tendrá la chance de volver a demostrar que todo ese sacrificio valió la pena. Y con un adicional: será también la primera vez que jugará en La Bombonera, ya que los partidos previos habían sido siempre como visitante.