Túnel del Banco Macro en San Isidro: la inesperada noticia que recibió el repartidor que evitó el increíble intento de robo
Damián fue quien notó que una varilla de hierro que salía de la calzada de la calle Chacabuco al 400 podría ser algo ilícito. Por eso avisó a la entidad bancaria. Por el hecho hay tres delincuentes detenidos.
El pasado 6 de agosto, un repartidor descubrió un misterioso túnel y evitó lo que estaba llamado a ser como el nuevo robo del siglo: el golpe al Banco Macro de San Isidro se frustró por su involuntario hallazgo, ya que justo había estacionado su vehículo en la puerta de la sucursal bancaria en Chacabuco al 400 y sintió golpes en el chasis y vislumbró un posible atraco. Hoy, ese hombre recibió una increíble noticia: el banco lo tomó como empleado en el área de Seguridad.
Aquel día a Damián le llamó la atención la varilla que emergía del empedrado provenía del túnel que boqueteros estaban construyendo para llegar a la sucursal bancaria. Ante lo extraño del caso, avisó en el banco, que a su vez dio aviso inmediato a la Seccional 1° de San Isidro de la Policía Bonaerense. Y se dio el hallazgo.
Hoy Damián tuvo su recompensa inesperada: la empresa lo contrató para trabajar en su centro de monitoreo y una imagen que se difundió a través de las redes sociales muestra su satisfacción por el nuevo rumbo laboral que tomó su vida.
En ella se lo ve mostrando la credencial que lo acredita como empleado colgada. Damián ya se encuentra en funciones en su nuevo trabajo, y dejó su anterior empleo como repartidor de materias primas.
Túnel del Banco Macro de San Isidro: cómo sigue la causa
Por el frustrado robo a la sucursal bancaria de San Isidro a través de un pasadizso de más de 150 metros hay tres sospechosos. La última captura fue la del uruguayo Nicolás Ignacio Carpani Romero, el pasado 18 de agosto. Cuenta con un historial amplio de antecedentes penales y aunque no dieron detalles sobre cuál fue su papel en el caso, sí indicaron que su rol es predominante dentro de la banda, al punto de considerarlo uno de «los cerebros del grupo delictivo».
Sobre sus antecedentes, medios uruguayos señalaron que había sido condenado por tráfico de estupefacientes desde el país vecino hasta la Argentina. Carpani Romero fue detenido mientras manejaba una camioneta en el barrio Malvín Norte, en Montevideo, y rápidamente descubrieron que tenía vínculos con uno de los dos primeros detenidos del caso, ya que ambos forman parte de la barra brava del club Nacional.
Esos dos primeros aprendidos son Ariel Israel Rosendo López y Alan Daniel Rodríguez. El primero está señalado como quien cruzó en lancha a los delincuentes desde Uruguay, mientras que el segundo por recibirlos. López es oriundo de Paranacito, Entre Ríos, y Rodríguez es ciudadano uruguayo residente en Montevideo.
Según lo que indicaron fuentes de la investigación a Infobae, López habría cumplido un rol clave como lanchero, facilitando el traslado de la banda entre Argentina y Uruguay. Su captura se realizó en un operativo discreto y su paradero fue rastreado a través de movimientos sospechosos que alertaron a las autoridades.
Rodríguez es uno de los jefes de la barra brava de club Nacional de Montevideo, lo mismo que Carpani Romero. Las fuerzas de seguridad hallaron sus huellas dactilares en el galpón que la banda utilizaba como base de operaciones, a poco metros del banco. Este lugar, un antiguo taller mecánico ubicado en la misma calle Chacabuco, fue donde se inició la excavación del túnel que quedó a pocos metros de la bóveda del banco que pretendían asaltar. De acuerdo a fuentes de la investigación, será extraditado en los próximos días.
Pablo Casas, abogado de los dos uruguayos detenidos, afirmó que ambos niegan cualquier vínculo con la banda que cavó el túnel en San Isidro. Ahora ambos esperan que Argentina formalice la solicitud de extradición para Carpani Romero, donde seguramente serán indagados por los fiscales de San Isidro, John Broyad y Patricio Ferrari, quienes están a cargo de la investigación.
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