Tragedia en San Fernando: la desoladora carta de la novia del piloto y el drama de la dueña de la casa donde se estrelló el avión
La pareja de Martín Fernández Loza lo despidió con emotivas palabras. Mientras, esta mañana se disponían a demoler la vivienda donde se estrelló la aeronave tras el despiste. Aún investigan las causas del accidente.
Martín Fernández Loza, el piloto fallecido del avión que se estrelló el San Fernando, junto a su pareja.
La novia de Martín Fernández Loza, el piloto que murió en el accidente áereo de San Fernando, le escribió una carta en sus redes sociales horas después del hecho fatal con el avión perteneciente a la familia del presidente de River, Jorge Brito, y allí manifestó que la hizo «la persona más feliz del mundo».
«Fuiste increíble, amor de mi vida. No tengo palabras para este momento, pero gracias», expresó Franca Bernasconi.
Loza era el piloto del avión privado Challenger 300 que el miércoles al mediodía se despistó del Aeropuerto Internacional de San Fernando y se estrelló contra una vivienda, provocando que, tanto Loza como el copiloto Agustín Orforte, murieran.
A través de historias de Instagram, la novia del piloto manifestó: «Me hiciste la persona más feliz del mundo. Te amo para siempre. Cuidame porque siempre vas a estar conmigo».
La aeronave había sido alquilada como vuelo chárter a un tercero que regresaba desde Punta del Este. Tras despistar, se incrustó en una vivienda cercana al aeropuerto, desatando un incendio que terminó con la vida de ambos tripulantes. Por otra parte, este jueves a la mañana Defensa Civil se disponía a demoler la casa contra la que se estrelló el avión. La situación deja en evidencia el drama de su propietaria.
«La casa quedó toda agrietada», describió Narcisa Martínez, la dueña del inmueble, en diálogo con TN tras relatar que escuchó tres explosiones cuando se bañaba. Al mismo tiempo, señaló que «la pieza de adelante se cae y la que le sigue es mi pieza, donde estaba durmiendo el bebé, ahí es donde explotó todo. Esto es un drama para nosotros, hemos perdido todo».
Hace más de 20 años que Martínez vive en esta casa junto con sus hijos y nietos. De hecho, son doce las personas que se reparten entre esta propiedad y la que está al lado, de la que es dueña una de sus hijas. Aquí también Martínez tenía un kiosco y vende garrafas. Tres estaban cargadas al momento del accidente.
El domicilio iba a ser demolido para «evitar futuros riesgos para los propietarios y los vecinos de la propiedad».
Tragedia en San Fernando: cómo se despistó el avión
Según las primeras informaciones, el momento del aterrizaje fue cuando se desencadenó la tragedia. El avión aterrizó por la cabecera 05 de la pista, pero, por motivos que se desconocen, siguió su recorrido, cruzó la reja de prevención, chocó contra varios árboles impactó contra las casas que se ubican en la zona trasera del aeropuerto.
«El avión entró ‘pasado’ a la pista y siguió de largo. No lo pudieron frenar», dijo una fuente confiable del aeroparque.
La avioneta terminó incrustada sobre una zona de viviendas en Charlin y José Terry, destruyendo principalmente la casa de doña Narcisa. En las inmediaciones del aeródromo hubo fuego debido al accidente. Además, el choque provocó daños en casas y autos que estaban estacionados, lo que generó pánico entre los vecinos. Se desplegó un fuerte operativo de Bomberos para apagar las llamas.
Tomás, un comerciante vecino del aeropuerto, le dijo a TN como se estrelló el avión. «Estamos justo a una avenida del aeropuerto. Vemos por la ventana que despistó y explotó. Y vimos con las cámaras del comercio que no frenó, siguió derechito y chocó contra el alambrado», precisó.
Investigadores de la Junta de Seguridad en el Transporte evalúan aún las causas del accidente. Este jueves continúan las pericias en el lugar para tratar de saber qué pasó con el avión y si se trató de una falla humana o si hubo un desperfecto técnico.
Los resultados de la necropsia a los pilotos serán clave para dilucidar si alguno de los pilotos sufrió algún problema de salud previo a que se estrellara la nave. La evaluación preliminar realizada por el personal de la Policía Federal planteó la posibilidad de que ambos hayan muerto por una asfixia provocada por la inhalación del monóxido de carbono que se acumuló en el interior del avión.
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