La increíble historia detrás de la primera final Huracán – Platense que se definió por córners
Se enfrentarán por el Torneo Apertura 2025 en Santiago del Estero. Pero hace 84 años se dio un episodio insólito, en un certamen que de por sí era llamativo por el formato y reglamento.

Huracán busca ser campeón después de 52 años; Platense va por su primer título.
Por tercera vez en poco más de un año y medio, se jugará un Huracán – Platense en una instancia decisiva de un campeonato argentino. La del domingo 1 de junio en el estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero, por la final del Torneo Apertura, será la más importante de las tres y la que definirá una supremacía entre ambos. Los de Vicente López avanzaron en la Copa de Liga 2023, mientras que los de Parque Patricios lo hicieron en la Copa Argentina de 2024, en ambos casos a través de los penales.
La Copa Adrián Escobar
Nuestro fútbol acredita una larga vocación por modificar sus calendarios y competencias. Desde la implementación del profesionalismo, en 1931, ha habido todo tipo de certámenes: largos y cortos; a una rueda, a dos e incluso a tres, como en 1934; con suma de puntos o eliminación; con o sin descensos; con descensos directos o a través de promociones; con cuadrangulares, octogonales o liguillas para decidir un título o las plazas de las Libertadores y muchas variantes más.

También fueron numerosos los trofeos oficiales en disputa. Durante una década, desde 1939 hasta 1949, se jugó con regularidad la Copa Adrián César Escobar, en honor a un presidente de la AFA que donó ese premio. El sistema de competencia era original. Se clasificaban los siete primeros de la tabla.
Del segundo al séptimo se enfrentaban en partidos de 40 minutos (dos períodos de 20 cada uno). A continuación, los tres ganadores y el campeón, que avanzaba en forma directa, se medían en semi. Los vencedores jugaban por el título.
El formato resultaba atractivo y más llamativa aún la manera de desempatar en caso de que esos mini encuentros concluyeran igualados: ¡se tomaban en cuenta los córners y pasaba de ronda el que había tenido más favor! Sucedió en repetidas ocasiones.
Aquella final Huracán – Platense de 1943
Una sólida y aguerrida formación de Boca cortó el dominio de La Máquina riverplatense, que venía de ser campeón en 1941/42, y se consagró en 1943, con el uruguayo Severino Varela (La Boina Fantasma) como figura cumbre. Detrás de los dos colosos se ubicaron San Lorenzo, Huracán, Estudiantes, Independiente y Platense.
La Copa Adrián Escobar de aquel año, con siete de los participantes involucrados en los playoffs del Apertura 2025, se llevó a cabo entre el 8 y el 11 de diciembre. En la ronda de cuartos, el primer día, Huracán eliminó a River, Independiente a San Lorenzo y Platense a Estudiantes.

En la siguiente fase, los Calamares se cargaron al favorito Boca al prevalecer 7-3 en el ítem tiros de esquina luego del 1-1 parcial. Pío Corcuera había adelantado al Xeneize y Raúl Frutos, goleador de la temporada junto a Luis Arrieta (Lanús) y Ángel Labruna (River), niveló para el Marrón. El Globo, por la misma vía, dejó atrás al Rojo.
Huracán y Platense, entonces, confrontaron por la corona. Y se la llevaron los Quemeros, tras el 0-0 del tiempo regular. Contabilizados los córners, se impusieron 4-1 y festejaron en el viejo Gasómetro de Avenida La Plata. Fue la segunda Copa Escobar para el club de Parque Patricios, que había conseguido la de 1942 con un 2-0 a River en el Monumental.

Bruno Barrionuevo; Carlos Marinelli y Jorge Alberti; Carlos Martínez, Manuel Giúdice y Jorge Titonell; Delfín Unzué, Norberto Méndez, Ramón Guerra, Llamil Simes y Plácido Rodríguez era la alineación habitual de aquel Huracán, dirigido por una gloria del fútbol nacional: Guillermo Stábile, el Filtrador, goleador de la primera Copa del Mundo en Uruguay.
El 11 de Platense solía ser con Julio Cozzi, el mejor arquero de la época en palabras de su contemporáneo Amadeo Carrizo; Carlos Aldabe y Domingo Boero; Juan Carlos Fonda, Norberto Toledo y Aarón Wergifker; Alberto Salvado, Raimundo Sandoval, Frutos, Juan Segundo Prado y Roberto Torielli.
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