Cómo llegó el sindicalista ultra K Omar Plaini a ser presidente de Los Andes, un club que estuvo jaqueado por la barra brava
Tiene 69 años y desde hace 17 conduce el sindicato de los Canillitas, además de integrar el frente gremial de la CGT. Senador provincial por el Frente de Todos, se impuso en las elecciones del Milrayitas, que juega en la B Metropolitana.
El fin de semana dejó en el club Los Andes el inicio de una nueva etapa. El sindicalista ultra K Omar Plaini se convirtió en el nuevo presidente al imponerse con el 63% de los votos en unas elecciones de las que participaron 1100 socios de la institución de Lomas de Zamora.
Su lista 10, que llevó a Walter Morán y a Daniel Molinari en las vicepresidencias y a Ariel Cascone como secretario, representó al Frente de Unidad CALA, integrado por cinco agrupaciones históricas del Milrayitas. Venció al oficialismo de la lista 1 (agrupación Ejército de Los Andes) que fue encabezada por Horacio Unia y llevó a Verónica Rudi y Horacio Oyhanart en las vicepresidencias, y a Ianina Puras como secretaria.
Así, le puso fin a la gestión del actual presidente del club Víctor Grossi, otro sindicalista que venía de dos mandatos. Titular del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Construcción, había sido acusado por Omar Plaini de impedirle, con la ayuda de una patota de barrabravas, el ingreso a las instalaciones durante el acto eleccionario de 2021.
Las denuncias de la connivencia del club con la barra brava
En aquella oportunidad, se identificó a varios de los barras que impidieron a Plaini y sus colaboradores el ingreso al club. Uno fue Fernando Carra; asesor del ex director del Servicio Penitenciario Federal, Emilio Blanco, y procesado por presunta asociación ilícita en una causa por espionaje ilegal; que figuraba como noveno vocal titular en la lista de Grossi y era señalado como miembro de la facción de la barra «Los de Boca».
Otro vocal de esa lista era Adolfo «Manguera» Aguilera, otro barra de Los Andes; y Diego Sotelo figuraba como «representante de socios», siendo que pesaba sobre él «derecho de admisión» a espectáculos deportivos por la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide).
También se detectó a Walter Coronel, líder de la facción «La Doce» de la barra de Boca, como parte del «aparato de seguridad» de Grossi. Estaba acusado de un doble crimen producido en una interna de barras xeneizes en julio de 2013 y había querido copar en 2021 el club Leopardi, de otro jefe barra, Mauro Martín, para mantener una violenta pelea con él. También quiso copar la barra de Excursionistas en diciembre de 2020.
Así, Plaini denunció en varias oportunidades que el hasta ahora presidente de Los Andes manejaba la institución con total connivencia de los barrabravas y había aclarado que «no tengo relación con ellos y mi aporte va a ser el de terminar con las mafias en el fútbol» y hacer un club de «puertas abiertas».
Meses atrás, Grossi, que también fue denunciado por no ser socio y utilizar el número de afiliado de una persona fallecida, indicó que no se presentaría por otra reelección y dijo que iba a dejar «un club ordenado», asumiéndose responsable de las malas campañas deportivas del equipo de fútbol profesional, que juega en la B Metropolitana.
La promesa de Omar Plaini, el nuevo presidente de Los Andes
El flamante presidente del club tiene 69 años y lleva 17 como secretario general del Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas (SIVENDIA). Como titular de los Canillitas, integra el frente gremial de la Confederación General del Trabajo (CGT) y afín al titular de Camioneros, Hugo Moyano.
A su vez, en el ámbito de la política fue diputado nacional por la provincia de Buenos Aires en dos oportunidades (la última bajo el espacio de Francisco De Narváez) y desde 2021 es senador provincial del Frente de Todos por la octava sección electoral.
Tras su triunfo en las elecciones de Los Andes, remarcó que «empieza una nueva etapa donde los socios van a ser protagonistas», puesto que «esta comisión directiva lo que tiene que hacer es despertar a este gigante dormido, que haya mucha participación de los socios».
«Hay que devolverle al club lo que nos ha dado a lo largo de nuestra vida. Que sea un club abierto, el alma está en todas sus actividades deportivas y el fútbol tiene la centralidad. Vamos a defender nuestro semillero que está en Villa Albertina y vamos a hacer un Los Andes grande como muchos hemos tenido la oportunidad de conocer», cerró.