San Isidro lanza un programa para generar 200 empleos con el reciclado de desechos textiles
La iniciativa, denominada «ConRetazos», apunta a que mujeres costureras confeccionen bolsas de compras que se vendan en locales. Las producirán con desperdicios textiles de empresas de indumentaria radicadas en el distrito.
San Isidro planea potenciar la economía circular como una herramienta clave para generar puestos de trabajo y así colaborar desde su distrito a la recuperación de las consecuencias económicas de la cuarentena por la pandemia del Covid-19. En ese sentido, lanzó «ConRetazos», un programa mediante el cual espera generar 200 empleos en los próximos dos años en la localidad de Martínez, en el norte del Conurbano.
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La iniciativa, según explicaron desde la Municipalidad de San Isidro, apunta a hacer confluir al sector privado del rubro textil del distrito con mujeres costureras independientes y de organizaciones civiles y ONG que trabajen confeccionando bolsas de compras para que luego estas sean comercializadas en comercios. Señalaron que «de esta forma, se busca generar un doble impacto: generar trabajo genuino y cuidar el ambiente utilizando al máximo desperdicios industriales que se transforman».
El acto mediante el cual se dio a conocer este nuevo programa se realizó en las instalaciones de la empresa Cheeky, en Martínez. Allí, el Intendente, Gustavo Posse, dijo: «Son políticas activas que buscan darle un impulso fuerte al empleo en la industria textil. Se trata de construir puentes entre las empresas, la sociedad civil y los vecinos. Buscamos brindar soluciones inmediatas y poner las oportunidades al alcance de todos».
En tanto, la vicepresidente del Concejo Deliberante de San Isidro, Rosalía Fucello, expresó: «ConRetazos pone en valor, además, el trabajo de la mujer. Su capacidad productiva. Queremos que sean cientos, las sanisidrenses que coloquen sus bolsas en la vidriera de grandes firmas textiles y venderlos y llevarlo a otras localidades de la provincia que vean en la economía circular una oportunidad».
Cómo funcionará el programa para generar empleos en San Isidro
Las bolsas de compras serán hechas a mano por las mujeres costureras con desperdicios textiles de empresas y comercios locales. En principio, se anunció que del programa formarán parte Cheeky, Como Quieres que te Quiera, Monakia, y Linda de Alma con iniciativas que ya se comenzaron a materializar y en algunos locales ya se pueden adquirir las bolsas.
Entre las mujeres que trabajan confeccionando las bolsas, ya hay una costurera independiente de Villa Adelina y otras de la Asociación Peregrina y Asociación Civil Sportivo La Cava que ya están en plena producción.
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En la iniciativa la Secretaría de Planeamiento e Integración de Políticas Productivas municipal interviene como nexo entre las trabajadoras y las empresas. Según estimaciones de esa área, de un kilo de retazos se extraen unas 10 bolsas de compras y cada costurera capacitada puede producir hasta 200 bolsas. En 2022, se llegarían a producir unas 20.000 bolsas.
En San Isidro destacaron la importancia de la economía circular y remarcaron que «es un modelo de producción y consumo que implica compartir, reutilizar, reparar y reciclar los materiales y productos existentes durante el mayor tiempo posible».
Fueron a una escuela de emprendedores municipal e inauguraron su local
Mónica y Roberto Bianchi, vecinos de Florencio Varela, inauguraron un local de una calle céntrica para su emprendimiento «Laboratorio de Maderas», mediante el cual elaboran piezas didácticas y lúdicas con madera para niños de 1 a 6 años. Días atrás, fueron visitados por el Intendente, Andrés Watson.
Antes de abrir su negocio, la pareja había asistido a la Escuela de Emprendedores que ofrece la Municipalidad, donde fueron los terceros egresados. «Fue de gran ayuda porque adquirimos conocimientos de venta, marketing. Antes lo hacíamos en casa, pero ahora pudimos tener un taller en el Cruce Varela», dijo Mónica.
Ahora, Laboratorio de Maderas tiene ventas a diversas provincias del país. «Generamos una interacción con la gente donde nos agradecieron por la calidad, sobre todo aquellas familias de nenes y nenas con alguna discapacidad porque colaboramos en su estimulación. Nos llenó de afecto el corazón», cerró Roberto.