El desgarrador relato de la mamá de una nena que murió atropellada por un colectivo en Lomas de Zamora
Agustina Desireé Castillo tenía 4 años y murió tras ser impactada por un colectivo de la línea 544 en Ingeniero Budge. A casi dos semanas del hecho, su madre expresó su dolor y pidió a la Justicia que no libere al chofer, que está detenido.
Para Alejandra Jara la secuencia vuelve a repetirse una y otra vez en su cabeza. Hace casi dos semanas, un colectivo de la línea 544 atropelló y mató a su hija Agustina Desireé Castillo, de 4 años, en Lomas de Zamora. Ahora, entre el dolor por la irreparable pérdida, ella y su familia buscan que haya justicia.
La tragedia ocurrió en las calles Azamor y Cosquín, en la localidad de Ingeniero Budge, en ese distrito del sur del Conurbano, cuando el vehículo dobló e impactó a la menor cuando estaba cruzando la calle junto a Alejandra (que llevaba a su otro bebé de un año en brazos) y una prima de ella, de 24 años, a la que también golpeó el ómnibus.
«El conductor se abrió para pasar otro colectivo que estaba parado, las chocó y las pisó con las ruedas traseras. Dio marcha atrás, las pisó de nuevo y después aceleró para escaparse. Ahí la gente se le fue encima. Todos los testigos dicen que iba boludeando con el celular. Aparte, no podía no verla porque estaba cruzando la senda peatonal. Si estaba atento al colectivo no las pisaba, frenaba. Y no es que iba a 20 ni a 10, pasó a mucha velocidad», le dijo a La Unión.
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A raíz del golpe, la nena quedó gravemente herida y se vivieron momentos de desesperación. La madre aseguró: «Los pasajeros dicen que estaba pendiente al celular. Cuando yo subí a que me lleve al hospital con la nena, él no largaba el celular y no me quería llevar. Si no fuese por los pasajeros y la gente que se le fue encima, no largaba el celular y no me llevaba».
La nena fue atendida de urgencia por los médicos del hospital de Llavallol pero no resistió las graves lesiones y terminó falleciendo. Alejandra, en medio del dolor, volvió a apuntar contra el chofer del colectivo. «Se me reía en el hospital, en la comisaría, en todo momento. Yo estaba pateando todo, gritando y a él no sé qué le pasaba por la cabeza. En la comisaría llegaron todos los amigos y familia de él y se reían como que nada pasaba», agregó.
La desolación de la madre de la nena atropellada por el colectivo
En sus redes sociales, Alejandra escribió sus más sentidas palabras para expresar la desolación por la pérdida de Desireé: «¿Cómo hago para despertar todos los días, hija, y que ya no estés acá conmigo? ¿Cómo vivo sin vos y sin mis mañanas de la lechita, la hora del jardín, para dormir tu siesta? ¿Cómo hago, hija, para no escucharte que me digas ‘Te amo, mamá’ a cada rato? o que me digas ‘¿me perdonás, mamá? me voy a portar bien'».
Y cerró: «¿Cómo no voy a escuchar tu risa, cómo vivo sin vos ahora? Desireé, me dejaste, mamita. Jamás voy a olvidarte hija mía. No sé cómo hago sin vos, te amo mi amor…».
Cómo sigue la causa judicial por la tragedia en Lomas de Zamora
Desde el momento del hecho, el chofer del colectivo, de 44 años, fue detenido y trasladado a la Comisaría 10° de Ingeniero Budge. Trabaja desde hace siete años en la empresa Yitos, que administra el servicio de la línea 544 en Lomas de Zamora. Fue citado a declarar por la Unidad Funcional de Instrucción N°10 pero se negó. Luego lo derivaron a la Comisaría 4° de Llavallol.
En el marco de la causa, caratulada como «homicidio culposo» y que lleva adelante el Juzgado de Garantías N°1, ya declararon varios testigos: desde un joven que circulaba en bicicleta en el momento del hecho como pasajeros del colectivo. Alejandra espera que se puedan hacer públicas las cámaras de seguridad de la zona para esclarecer el episodio, aunque teme que la Justicia termine liberando al chofer.
«Va a quedar detenido hasta que concluya todo, ya le negaron una excarcelación, pero en cualquier momento lo van a largar, es obvio. El que me tomó la declaración me dijo que posiblemente lo iban a largar. Al final parece que es todo en vano. Va a volver a manejar el colectivo, va a volver a mirar el celular, va a volver atropellar a otra persona…», lamentó.
Y manifestó espera que siga tras las rejas. «Él a mi hija no la va a devolver. Ella no va a venir mañana a decirme ‘mamá, mi lechita’ ni a reír más, pero le pido al fiscal se ponga una mano en el corazón y se ponga en el lugar de un padre y una madre. Yo vi cómo el colectivo aplastó a mi hija y mi sobrina puso el cuerpo para que no la reviente. Si yo cruzaba con ellas, iba a ser yo también con mi bebé de un año. Iba a ser una tragedia», concluyó.