Cómo está hoy la quinta de José C. Paz donde Diego Maradona lloró por primera vez por la Selección
Fue el lugar elegido por César Luis Menotti como concentración en la Copa del Mundo de 1978. Allí, el DT le dijo al Diez que no iba a jugar el Mundial. El predio era de un empresario, Natalio Salvatori, cuyo nombre se mantiene.
La Selección y Diego Maradona tienen una historia sin fin. Tocó su cúspide en el Mundial de 1986 y tuvo muchos otros episodios: el brillante Juvenil de 1979, la final perdida en 1990, el dolor de la sanción en 1994, la breve experiencia como director técnico. Por eso, hasta ahora, el Diez sigue presente en todas las canciones de la hinchada argentina en Qatar o en cualquier rincón de nuestro país.
En el repaso de ese vínculo apasionado hubo un primer capítulo que fue muy triste para Pelusa: antes del Mundial de 1978, César Luis Menotti lo cortó de los convocados en el predio donde la Selección se entrenaba, un complejo de José C Paz. Maradona lloró al enterarse de la noticia, pero sus lágrimas bendijeron el lugar: hoy, aquel predio se reinventa.
Diego Maradona y el Mundial 78
El debut de Diego en Primera División fue en 1976, con apenas 16 años, y su ascenso fue meteórico: figura y goleador en Argentinos Juniors, rápidamente se volvió una sensación para el fútbol argentino, incluso jugando en uno de esos equipos de los que no son denominados grandes.
A fuerza de gambetas, goles y personalidad, Maradona se metió en una pre convocatoria del Flaco Menotti para el Mundial 1978, aquel que se disputó justamente en la Argentina.
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En aquel entonces, en el apogeo de la dictadura militar, Menotti y su equipo se juntaron en un predio en el cruce de las calles Charcas y Salvatori, un complejo perteneciente a la Fundación Natalio Salvatori (ex futbolista) a 15 cuadras de Hipólito Yrigoyen, avenida céntrica de José C Paz. La Asociación del Fútbol Argentino aún no contaba con sede deportiva propia y aquel lugar contaba con todas las comodidades necesarias.
Allí, Maradona se encontró con el equipo que luego ganaría la primera Copa del Mundo para el país: Daniel Alberto Passarella, Leopoldo Jacinto Luque, Ubaldo Matildo Fillol, Osvaldo César Ardiles… Aquellos ídolos que el Diez ya enfrentaba domingo a domingo se convirtieron en sus compañeros.
Sin embargo, la historia no tuvo un final feliz para el Diez: Menotti decidió dejarlo fuera de la lista final, privilegiando el lugar de Norberto Osvaldo Alonso. La discutible elección dio origen a una leyenda urbana: el DT habría sido presionado por Carlos Alberto Lacoste, influyente almirante y hombre de River, para incluir al Beto en la nómina.
Maradona fue todo desconsuelo y se fue a buscar contención a La Paternal, donde lo esperaba su familia: “Me fui inmediatamente, no me quedé ni un segundo más, ya no me sentía parte de ese grupo. Ahí empecé a darme cuenta de que la bronca la podía usar como combustible”, declaró años después Maradona.
Afortunadamente, el tiempo le concedería revancha a Diego. Sin su aporte, la Selección venció en una dramática final a Holanda y se consagró por primera vez campeona del mundo.
El predio de José C. Paz en la actualidad
La quinta Salvatori todavía se mantiene como un complejo deportivo importante dentro de la zona de José C. Paz. Más urbanizada que en aquella época, principalmente a partir del crecimiento poblacional de ese municipio bonaerense, ahora el predio funciona como uno de los principales receptores de chicos durante los períodos de verano. Emplazado en una zona modesta, el predio es utilizado para estas colonias comunitarias que organizan los vecinos para disfrutar principalmente de la pileta.
Además, el complejo Salvatori también sigue siendo un punto de encuentro para los amantes de la pelota: allí se juega todos los fines de semana y se entrena habitualmente el América Fútbol Club, un equipo que disputa la Liga Escobarense (torneo regional amateur de larga vigencia).
Hay una parte del predio que también se ha reconvertido para recibir a los afiliados del Sindicato de Trabajadores de las Industrias de la Alimentación. Es casi una metáfora: allí donde Diego alimentó su sueño con lágrimas, hoy florecen las sonrisas de cientos de pibes con origen tan humilde como él.