Cinco ascensos perdidos en 14 meses: la infeliz experiencia de privatización del fútbol que tuvo Quilmes
El Cervecero tuvo, en los primeros años del siglo 21, la incursión del Exxel Group como gerenciador por mandato de su propia asamblea de socios, en un paso inédito hasta entonces. Pero todo terminó muy mal.
El proyecto de las Sociedades Anónimas Deportivas en el fútbol recuperaron protagonismo por el impulso que le dio el Gobierno. Y Quilmes les abrió las puertas a los capitales privados hace más de dos décadas.
Con 136 años, el club del Sur escribió sus páginas de gloria en el deporte nacional: ganó un título durante el amateurismo y otro durante el profesionalismo, en 1978. Cuna de otras actividades, como básquetbol, tenis y natación, cobijó el regreso de la estelar Luciana Aymar a nuestro país.
También, aunque pocos ya lo recuerden, el Cervecero fue uno de los pioneros en materia de Sociedades Anónimas Deportivas en Argentina, un tema que ha ingresado en la agenda política con la asunción de Javier Milei como presidente de la Nación.
Quilmes y el Exxel Group
Como uno de los clubes más populares de la zona sur del Gran Buenos Aires, Quilmes ha sido un habitué de los torneos de Primera División. Sin embargo, los 90 fueron de un sabor amargo para el Cervecero: luego de descender en 1992, a Quilmes le costaba lograr el tan soñado retorno a la élite del fútbol argentino.
Por si fuera poco, no solo los malos resultados lo acechaban: las deudas económicas también se acrecentaban. El Cervecero, que venía de inaugurar su estadio Centenario en 1993 con una fiesta de la que participaron varios de los campeones de 1978, sufría por estar en la B y arrastrar serios problemas con los pagos del personal.
Allí, ante la apremiante situación, un grupo económico decidió acercarse para ofrecer soluciones. Se trató del Exxel Group: este conglomerado de inversores, basado en las habituales maniobras financieras estadounidenses, se había formado en 1991 para aportar capitales a diferentes negocios que creyeran rentables. Algunas emblemáticas firmas argentinas, como los alfajores Havanna y las heladerías Freddo, quedaron por esa época bajo su control.
El Cervecero, con su historia y su popularidad, parecía un diamante a explotar para este grupo liderado por Juan Navarro, un empresario uruguayo, vinculado a Alfredo Enrique Yabrán, polémico personaje cuyos negocios (con el correo OCA a la cabeza) florecieron durante los años de esplendor del menemismo.
Así, el 1° de abril de 2000, en una Asamblea de Socios, Quilmes decidió gerenciar su fútbol: la Asociación del Fútbol Argentino había incorporado poco tiempo antes esa posibilidad para sus afiliados y el Cervecero fue precursor en realizar una acción de ese tipo.
El acuerdo celebrado se extendió por un período de 10 años y fue por un monto de cinco millones de dólares, lo que contribuiría a sanear por completo el pasivo del club (estimado por entonces en 4.5 millones).
A cambio de este dinero y de otros compromisos, el Grupo Exxel se apropiaba de un 40% de los pases de los jugadores del plantel, entre los que se encontraba el más tarde ídolo riverplatense Alejandro (el Chori) Domínguez. Era una apuesta novedosa en el ambiente…
Ascensos frustrados, queja dolida, adiós definitivo
Con el impulso del Grupo Exxel y más tranquilo en sus finanzas, Quilmes fue subcampeón de dos torneos seguidos de la B Nacional, pero se quedó con las ganas de ascender: perdió tres finales de manera consecutiva (Huracán, Los Andes y Banfield) y dos Promociones (ambas ante Belgrano de Córdoba). Una suerte de maldición parecía perseguir al Cervecero…
Con el sueño de Primera trunco, el proyecto del Grupo Exxel se evaporó tan rápido como había llegado: el 5 de julio de 2001, a poco más de un año de comenzar, los inversores resolvieron que se alejarían de Quilmes.
«El grupo llegó a Quilmes con la intención de provocar un cambio en el fútbol argentino, pero la AFA sigue sin sancionar a aquellas entidades que tienen déficit. Quilmes está al día, sin deudas de ninguna clase, y disputó en los últimos dos años cinco finales frente a equipos que tienen sus cuentas en rojo. Esta no es una competencia justa”, fue el descargo de Gerardo León, gerente del Grupo Exxel.
El entonces presidente de Quilmes, Daniel Razzetto, se lamentó por el fin de la experiencia, marcando que había sido “muy beneficiosa” para la institución. Sin embargo, la Asamblea de Socios aceptó la rescisión anticipada del contrato de Grupo Exxel.
El Cervecero, así, continuó con el fútbol profesional como parte de una asociación civil sin fines de lucro y en 2003, con Gustavo Julio Alfaro como director técnico, consiguió el tantas veces frustrado regreso a la Primera División. Dos décadas después, las sociedades anónimas vuelven a tocar las puertas del fútbol nacional.
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