Con padre médico y de un barrio de clase media: quién es el cirujano de Pilar que operó a Cristina Kirchner
Fernando Gorosito fue uno de los responsables de la histerectomía a la que fue sometida la vicepresidenta este jueves en el Sanatorio Otamendi. El profesional tiene 45 años y una formación en la universidad pública.
Fernando Gorosito, el médico de Pilar que operó a Cristina Kirchner en el Sanatorio Otamendi.
La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue sometida esta mañana a una histerectomía en el Sanatorio Otamendi, en el barrio porteño de Recoleta. La cirugía estuvo a cargo de dos profesionales: el doctor Javier Ortiz, quien integra el staff del Hospital de Clínicas, y Fernando Gorosito, un médico cirujano oriundo de Pilar.
Tras salir de su casa a las 6.34 de la mañana acompañada por su hermana Giselle, Cristina llegó nueve minutos más tarde al estacionamiento de la institución médica ubicada en la calle Azcuénaga, entre Córdoba y Paraguay; allí encara el postoperatorio de unos cinco días, según se informó.
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La operación inició alrededor de las 7.30 y duró unas dos horas. Desde el Sanatorio Otamendi indicaron en un breve comunicado que «la paciente cursa un postoperatorio normal, en buen estado general de salud».
Uno de los profesionales que tuvo en sus manos la salud de la vicepresidenta fue un vecino de Pilar, desde ahora más ilustre que antes. Fernando Gorosito, de 45 años, se crió en Villa Morra, un barrio de clase media del partido del norte del Gran Buenos Aires. El ahora cirujano cursó sus estudios primarios y secundarios en el Instituto Verbo Divino, donde egresó en 1993. La carrera de medicina la estudió en la Universidad de Buenos Aires (UBA), al igual que su padre, el médico clínico Roberto Gorosito; Fernando, por su parte, optó por especializarse en Tocoginecología.
Hoy es especialista en cirugía laparoscópica y en oncología ginecológica, además de desempeñarse como docente de Ginecología de la Facultad de Medicina de la UBA. También integra el equipo de Ginecología del Hospital de Clínicas «José de San Martín», donde realizó su residencia médica y donde fue jefe de residentes.
A su vasta trayectoria hay que sumarle, además, su formación internacional en cirugía avanzada en Ginecología Oncológica en el National Cancer Center Hospital, certificado en Tokio, Japón. Y también se especializó en Cirugía Endoscópica en Ginecología Oncológica en Texas, Estados Unidos, certificada por MD Anderson Cancer Center.
De qué se trata la intervención que le hicieron a Cristina Kirchner
La histerectomía total es una cirugía que consiste en la extracción total del útero y el cuello del útero. Sin embargo, cuando sólo se extrae el útero y no el cuello uterino se la considera «sub-total». A Cristina le practicaron una completa porque le habrían detectado un pólipo sospechoso.
Especialistas consideran que «en buenas manos es una cirugía que no tiene grandes riesgos». Y abundaron: «El mayor riesgo es el del sangrado luego de la operación y en la lesión de órganos vecinos como la vejiga, el recto o el intestino».
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La intervención puede realizarse mediante el método de la cirugía vaginal, la cirugía convencional o la cirugía laparoscópica. Esta última fue la que le hicieron a la vicepresidenta, y consiste en introducir una óptica por del ombligo que permite ver los órganos abdominales y pelvianos, para posteriormente realizar pequeñas incisiones en el abdomen e introducir el instrumental requerido para operar.
A Ofelia Wilhelm, madre de la ex presidenta y fallecida en 2019 por un cáncer de endometrio, le habían practicado una intervención quirúrgica muy similar en 2014 también en el Sanatorio Otamendi.
Los antecedentes de cirugías de la vicepresidenta
Previamente, a Cristina Fernández de Kirchner le habían hecho dos cirugías durante los años en que fue presidenta de la Nación. La primera fue en enero de 2012, cuando se le extirpó la glándula tiroidea ante el riesgo de que se tratara de un carcinoma papilar. La intervención se realizó en el Hospital Austral de Pilar.
En el 2013, mientras estaba inmersa en la campaña por las elecciones legislativas de ese año, la actual titular del Senado fue sometida a otra cirugía: en el Hospital Favaloro la operaron por un hematoma subdural crónico.
Un golpe que sufrió en su cabeza producto de una caída permitió detectar esa lesión en una resonancia magnética donde los médicos encontraron líquido dentro del cerebro. Cuando ella comenzó a presentar una sensación de hormigueo en su brazo izquierdo y pérdida de fuerza muscular, se decidió operarla.
