Panamericana: policía borracha condujo en contramano y armó un escándalo para no ir presa
Se llama Lorena Centurión, es agente de la Policía de la Ciudad y fue separada de la fuerza. El hecho se produjo el sábado cuando condujo alcoholizada por la mano contraria en el Acceso Norte y quiso entrar al peaje de Boulogne.
Mujer policía manejó borracha y en contramano por Autopista Panamericana y fingió un abuso sexual para evitar ser detenida
Eran las 6 del último sábado cuando los policías del peaje de Boulogne en la Autopista Panamericana presenciaron un insólito momento: hasta allí llegó un Volkswagen Gol Trend. Lo conducía una mujer, quien estaba acompañada por su pareja. Ambos estaban borrachos.
Hasta allí, la constitución de un delito que ya hacía a ambos individuos pasibles de ser detenidos. Sin embargo, había algo más: habían llegado al peaje conduciendo en contramano por el Acceso Norte.
Rápidamente, los efectivos de la Policía Bonaerense identificaron a los ocupantes. La conductora, Lorena Centurión, y su acompañante y pareja, Nelson Guzmán, eran colegas: ambos agentes de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Iban con sus armas reglamentarias en el vehículo.
Fue en ese momento que los oficiales que trabajaban en el peaje le comentaron a la mujer que iba a tener que ser detenida, lo que desató el enojo de Centurión. La reacción de la acusada llegó al límite de lo vergonzoso: comenzó a amenazar sus colegas con denunciarlos por abuso sexual si no la dejaban pasar con su auto.
«¿Quién gana? Yo gané. Hago una denuncia porque ustedes me acosaron a mí. ¿Saben qué? Pum, listo, me chupa un huevo. O me dejan pasar el auto o hago denuncia judicial. Listo ustedes se van conmigo», les dijo en un tono balbuceante.
Seguidamente, la mujer tomó su teléfono y llevó la situación de por sí penosa a un extremo increíble: llamó a su jefe y fingió que era víctima de una situación de abuso sexual. Entre gritos y llantos simulados, decía: «Mirá como estoy, el pantalón todo bajo, jefe. Mirá lo que me hicieron. Quisieron abusar de mí».
No se quedó con la verbalización de la escena, sino que hizo manifiesta y todo quedó grabado en un video: Centurión se bajó los pantalones y le dijo a su jefe que estaba en el peaje de Ituzaingó, en el Acceso Oeste. Pero como el llamado lo hizo desde un teléfono celular de la fuerza, la jefatura de la policía porteña pudo rastrear su geolocalización y establecer que se encontraba en el peaje de Boulogne, de la Autopista Panamericana.
Lugo del escándalo, Policía de la Ciudad separó de la fuerza tanto a Centurión como a su pareja, Guzmán. Ambos, según trascendidos por estas horas, ya habrían tenido otros conflictos previos: ella habría estado arrestada siete días y él habría sufrido diez días de sanción, aunque por motivos que aún se desconocen.
Otros dos policías de la Ciudad, jefes de una banda de entraderas
El caso de Centurión se suma a otro episodio de desprestigio para la fuerza porteña: hace unos días detuvieron a dos agentes acusados de liderar una banda que cometía entraderas y se hacía de botínes millonarios.
Son el comisario de la División Alcaidía y traslado de Detenidos, Walter Edgar Díaz y el Oficial Primero, Ricardo Marcelo Cuello. Fueron arrestados junto a un hombre de nacionalidad chilena de 44 años identificado como Luis Emilio Johnson.
Se los acusa de liderar una banda que cometía entraderas con una mecánica tan simple como efectiva: trabajos de inteligencia para preparar los golpes y luego una irrupción para llevarse el botín esperado.
Sin embargo, cuando la Justicia puso la lupa rápidamente encontró elementos que los llevaron a los policías: la investigación se inició hace unos meses cuando la banda entró un domicilio en Cerrito al 800, en el barrio porteño de Retiro, donde los ladrones se robaron más de un millón de pesos y U$S 45.0000.
Tras la denuncia de las víctimas, se pudo establecer que los autos e los que habían llegado los delincuentes pertencían a los efectivos de Policía. Y así, una vez identificados, se hicieron escuchas para determinar cómo operaba la banda y quienes eran los líderes.
De esa forma pudieron saber que las tareas de inteligencia para cometer los robos se hacían con un radio policial que les permitía saber lo que hacía la fuerza y así poder evadirla. Eso dio pie a una serie de 15 allanamientos, en los que se secuestró dinero en efectivo, armas, equipamiento policial y credenciales de la fuerza.
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Walter Edgar Díaz y Ricardo Marcelo Cuello quedaron detenidos tras ser allanados en sus domicilios: a Díaz lo atraparon en su casa de Avenida San Martín al 3200, en Merlo; mientras que Cuello fue apresado en su domicilio de la calle José Ingenieros al 2700 en Paso del Rey.
Además de iniciárseles un sumario y ser separados de la Policía de la Ciudad. Si bien la Justicia cree que la banda habría cometido una larga serie de robos, sólo pudo comprobar el de la vivienda de la calle Cerrito. Ahora los agentes acusados deberán demostrar su inocencia, tarea complicada debido a la contundencia de los elementos probatorios que tienen en su contra.
