Qué es de la vida del Pipa Estévez, el futbolista que debió ir disfrazado de tortuga ninja al partido despedida de un amigo
Surgido de San Lorenzo, generó el enojo en los hinchas del Ciclón por un cambio drástico que hizo en su carrera. Y generó una imagen insólita que sorprendió a todos. Ya retirado, a qué se dedica.
El Beto Acosta y el Pipa Estévez son dos nombres que evocan al San Lorenzo de los 90. Delanteros ambos, uno goleador y otro más gambeteador, también pasaron por Boca y fueron nombres destacados del fútbol argentino. Pero una anécdota también los hizo ser aún más famosos: se cumple un nuevo aniversario del día en que Estévez, resistido por la gente del Ciclón, tuvo que ir disfrazado al Nuevo Gasómetro para despedir a su amigo Acosta.
Las carreras de Acosta y Estévez
Alberto Federico Acosta nació el 23 de agosto de 1966 en Arocena, pequeño pueblo de Santa Fe. Comenzó su carrera profesional en Unión de su provincia, pero fue creciendo, llegó a jugar en dos grandes del fútbol argentino (San Lorenzo, donde es ídolo, y Boca, donde logró convertirle a River en un par de superclásicos) e incluso fue integrante de la Selección en el primer ciclo de Alfio Basile como DT. Con la camiseta azulgrana ganó dos títulos internacionales, la Copa Mercosur y la Sudamericana, e hizo más de 100 goles.
Raúl Enrique Estévez, más conocido como el Pipa, nació en Lomas de Zamora el 21 de enero de 1978. Si bien comenzó su carrera en el Sur, en las divisiones inferiores de Lanús, se marchó a San Lorenzo para conseguir un lugar. Debutó en la Primera del Ciclón en 1995.
En 1997, cuando Acosta regresó de su gran paso por una Universidad Católica de Chile que lo ubica entre sus glorias, fue que el Pipa y el Beto se conocieron en San Lorenzo, compartiendo delantera en el Nuevo Gasómetro. Más tarde, el Pipa tomaría otros caminos y el reencuentro no sería de la misma manera…
El partido despedida del Beto Acosta
El Beto se transformó en una leyenda en San Lorenzo, a fuerza de goles y de títulos, a la altura de los grandes artilleros de la institución como el Nene Sanfilippo, el Lobo Fischer o el Gringo Scotta.
Acosta decidió colgar los botines a los 37 años, en 2003. Aún en el Ciclón, el club decidió organizarle un merecido homenaje en el que se enfrentaron San Lorenzo contra el equipo de Las Estrellas, con grandes nombres como el Beto Alonso, Enzo Francescoli, Andrés D’Alessandro y Gabriel Heinze.
En un Nuevo Gasómetro a reventar, todas las miradas estaban puestas en Acosta. Y ahí fue donde el Pipa aprovechó para colarse y saludar a su amigo…
Estévez había dejado de ser palabra grata en San Lorenzo: en 2003 había decidido pasar a Boca seducido por Carlos Bianchi, quien lo usaba como opción de los titulares Guillermo barros Schelotto y Marcelo Delgado. Por eso, sin ganas de recibir insultos pero determinado para ir a saludar al querido amigo en su homenaje, el Pipa tomó una decisión drástica: se disfrazó de Tortuga Ninja para poder meterse al campo de juego y, así, pasar inadvertido.
La actualidad del Pipa Estévez
El ex delantero siempre fue excéntrico, tanto en su forma de jugar a pura gambeta como con sus looks y algunos episodios fuera de las canchas: por ejemplo, en Boca tuvo una pelea en pleno entrenamiento a puro puño limpio contra Antonio Barijho…
Ya alejado de los campos, el perfil del Pipa bajó mucho. Jugó hasta 2015, cuando tuvo un breve paso por Barracas Central, y recién en 2022 volvió a relacionarse con el fútbol: lanzó su carrera como entrenador. Sus inicios fueron en Boca Unidos de Corrientes, donde ya había sido parte del club como futbolista en 2013.
Tras dejar el cargo de entrenador a fines de 2023, ahora el Pipa aguarda que aparezca una nueva oportunidad. Esta vez, sin ningún disfraz que oculte su verdadera identidad…
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