Pidieron la detención de Fernando Espinoza en la causa por abuso sexual y la Justicia dio una respuesta contundente
«Se trata de una cuestión que debe ser debatida en el ámbito correspondiente y no éste», dijo el magistrado Fernando Mario Caunedo. La denunciante, Melody Rakauskas, había solicitado la detención por hostigamiento.

Fernando Espinoza, intendente de La Matanza, enfrenta un juicio por una causa de abuso sexual.
La querella que representa a Melody Rakauskas solicitó anoche la detención del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, por los delitos de desobediencia judicial, hostigamiento continuado y abuso sexual. Pero el juez Fernando Mario Caunedo, titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Número 31, rechazó la solicitud contra el jefe comunal matancero.
El magistrado aceptó los planteos de la querella, procesó a Espinoza por abuso sexual simple y elevó la causa a juicio oral, aunque todavía no se designó el tribunal, pero no ordenó detenerlo.
Estas medidas contra Espinoza, quien ya fue procesado y suma otra denuncia por desobediencia e incurrir en conductas de hostigamiento, llega en un momento particular dentro del justicialismo bonaerense, dividido por luchas internas que tienen como principales contendientes al gobernador Axel Kicillof y a la ex presidenta Cristina Kirchner.

El abogado de la mujer, Marcelo Abel Urra, había argumentado que su clienta es víctima de hostigamiento y persecución por parte del intendente en virtud de una denuncia presentada en su contra por la Municipalidad de La Matanza por violación de secretos.
Según argumentó el letrado, en las últimas horas se presentó un oficial del Juzgado en el domicilio de Rakauskas para notificarla de una audiencia de conciliación en virtud de la denuncia presentada por la Intendencia.
«No emitiré opinión acerca de una causa que no se encuentra sometida a mi conocimiento y me limitaré a dar respuesta al pedido de detención del procesado Fernando Espinoza que, adelanto, será rechazado, sin soslayar que la instrucción se encuentra clausurada, y teniendo en cuenta que, por la trascendencia del pedido, considero que debo dar respuesta jurisdiccional al requerimiento de la acusadora particular», dijo el Caunedo sobre su decisión de no hacer lugar al pedido de detención del intendente.

«El hecho de que el ente municipal de La Matanza como persona jurídica formulase denuncia en contra de la querellante a través de un apoderado o un representante, no sólo no se relaciona directamente con los hechos investigados en esta causa o la naturaleza particular y personal de las medidas cautelares dictadas en resguardo de la víctima, sino que se trata de una cuestión que debe ser debatida en el ámbito correspondiente y no éste«, agregó.
Y completó: «Tampoco demuestra, en sí misma y de manera inequívoca, que el procesado Fernando Espinoza hubiese incumplido la manda judicial que se le impuso, ni alcanza para sustentar el pedido de detención que se analiza, sobre la base de una mera conjetura de la querellante basada en el cargo funcional del procesado y su relación con el ente municipal, la cual carece de cualquier otro respaldo probatorio que le de crédito».
La denuncia de Melody Rakauskas a Fernando Espinoza
Rakauskas acusó a Espinoza de haberla abusado sexualmente mediante tocamientos impúdicos el 10 de mayo de 2021, en su departamento en la Ciudad de Buenos Aires. La presunta víctima había ingresado a trabajar a la secretaría privada del intendente de La Matanza tras la gestión de su novio de entonces, Gustavo Cilia, a su vez amigo de Espinoza.
Según el relato de la mujer que figura en el expediente, aquel 10 de mayo el jefe comunal fue a cenar a su casa por cuestiones de trabajo, lo que a ella le parecía extraño y la ponía incómoda. Él le contestaba que era normal porque era una persona conocida y no podía mostrarse en lugares públicos.
Ranking de intendentes en el Conurbano: dos peronistas están en la cima y en el fondo de la tabla
Durante la noche, siempre de acuerdo al testimonio de Rakauskas, Espinoza comenzó a quejarse de dolores cervicales y pidió que le hiciera masajes, a lo que ella se negó.

Luego, el intendente habría comenzado a besar los pechos de la víctima y a tocarla por encima de la ropa, mientras le decía: «Quédate tranquila, siempre te tuve ganas, va a estar todo bien«. Durante el forcejeo, Espinoza intentó bajarle los pantalones y le rompió la camisa, insistiendo en que le practicara sexo oral.
Melody Rakauskas logró resistirse, y finalmente la situación terminó cuando Espinoza, frustrado por no poder bajarle el pantalón, se vistió y se retiró del lugar, diciendo: «Bueno listo, ya está, se terminó todo, me voy, ya está, no te preocupes».
El 1° de julio de 2021, Espinoza desobedeció una orden judicial que le prohibía contactar a la víctima, intentando persuadirla para que retirara la denuncia. El impacto del abuso en Rakauskas la dejó traumatizada, requiriendo tratamiento psicológico y psiquiátrico, según contó.

Además de por “abuso sexual simple”, Espinoza fue procesado por “desobediencia”, por haber desoído la orden judicial de no contactar a la denunciante, quien relató que sufrió presiones de una expareja suya y también del propio intendente para convencerla de que retirara la denuncia. La jueza dispuso además un embargo sobre los bienes de Espinoza por $1.500.000.
Ahora, al enviar el caso a juicio, Caunedo evaluó que es en la etapa de debate oral donde «se debe adoptar una decisión definitiva en el caso, tras una instrucción regularmente cumplida, de acuerdo al desarrollo efectuado al reseñar el trámite procesal».
«A modo de síntesis, cabe destacar que la controversia se ciñe a la credibilidad del discurso de la querellante, como única prueba directa del abuso sexual denunciado, por cierto negado por el imputado, cuyo descargo ha quedado parcialmente desvirtuado con evidencias objetivas, que respaldan su presencia en el lugar al momento del hecho investigado», analizó.
«La credibilidad de una u otra versión mejor podrá apreciarse en un juicio oral, merced a las ventajas que presenta la inmediación con las partes y el tribunal, en un contradictorio pleno y con igualdad de armas», concluyó.
Hacé tu comentario