La muerte de Nicolás Duarte en Ezeiza y el tremendo mensaje de una amiga: «Te fallaron, no hubo códigos»
El joven de 18 años había desaparecido el fin de semana. Fue hallado sin vida en el arroyo Aguirre. En las redes se multiplicaron las despedidas y quejas de los vecinos por la falta de infraestructura en la zona.

Nicolás Duarte fue hallado sin vida en el Arroyo Aguirre de Ezeiza, luego de esar desaparecido tres días.
Nicolás Duarte, el joven de 18 años que había desaparecido luego de retirarse de un boliche en el partido bonaerense de Ezeiza, fue hallado muerto esta tarde en un arroyo. La noticia llenó de dolor a amigos, familiares y también a cientos de vecinos, que se quejaron de la falta de infraestuctura en la zona..
Buzos tácticos de la Policía de la provincia de Buenos Aires encontraron el cadáver sumergido en el cauce del arroyo Aguirre, a unos 120 metros del puente donde cayó, informaron fuentes policiales. Los padres y familiares de la víctima habían realizados cortes de calle para reclamar su aparición con vida, mientras se llevaban a cabo los rastrillajes y la búsqueda.
La tragedia de Nicolás Duarte: el dolor de la despedida
El damnificado se había extraviado el sábado 25 de octubre cuando concurrió al local bailable Egipto, ubicado en la localidad de Tristán Suárez: ese día, cerca de la 1 se pidió un auto de aplicación y se dirigió hasta el lugar, donde estuvo unas horas hasta que pasadas las 4 de la mañana los patovicas lo sacaron, por lo que emprendió la vuelta a su casa caminando.
El boliche se encuentra a unos 25 minutos de su casa, y dos cámaras de seguridad lo captaron al retirarse solo del lugar, caminando con normalidad bajo una intensa lluvia. En las imágenes se lo veía avanzando por una calle de tierra, intentando esquivar los charcos formados por la tormenta.
En imágenes de cámaras de seguridad se ve primero a Nicolás caminando cerca del boliche pero en otros videos se lo observa a ocho kilómetros del lugar, cerca de donde finalmente fue hallado.

Tras el hallazgo del cuerpo, las redes sociales se llenaron de mensajes de despedida, impotencia y tristeza. Y entre esos sentidos testimonios, el de una amiga de la familia llamada Alejandra Gorosito llamó la atención por su crudeza. «Perdón porque te fallamos. Porque te fallaron los que decían ser tus amigos, la falta de códigos, de esos que teníamos antes: Vamos juntos, volvemos todos juntos», expresó con profundo pesar.
Las palabras de Gorosito se viralizaron rápidamente, y no tardaron en convertirse en el reflejo del sentimiento general. El posteo también fue contra las autoridades municipales y la falta de infraestructura que, según muchos vecinos, tuvo su parte en la tragedia.
«Te falló el municipio que debía cuidarte, tener las calles y los puentes en un estado óptimo. Pero sobre todo, te fallamos todos. Te dejamos solo, Nicolás. Te dejamos en medio de un silencio que grita y que hoy nos pesa en el alma. Y ahora, con la voz quebrada, con el corazón apretado, solo podemos pedirte perdón», sostuvo Gorosito.

«Ojalá donde estés sientas que no te vamos a olvidar con facilidad. Y ojalá que este pedido de perdón no se quede en palabras, sino que sea el principio de un cambio real», dijo la mujer. Y agregó: «Por Nicolás, que su muerte no sea en vano«.
Otros amigos recordaron su sonrisa, su carisma y su entusiasmo por la vida. «Era un pibe bueno, querido por todos», repitieron varios de sus compañeros de colegio.

Para los investigadores, el joven intentó volver caminando hasta su casa pero debido a las condiciones climáticas, podría haber resbalado o caído accidentalmente al arroyo, que en ese momento tenía una fuerte corriente a causa de la tormenta. Sin embargo, el caso sigue bajo investigación.
El fiscal de la causa, que pertenece a la Unidad Funcional de Instrucción N°2 de Ezeiza, ordenó la realización de la autopsia para determinar con precisión las causas del fallecimiento. Aunque los primeros reportes no mostraron signos evidentes de violencia, la familia exige una investigación exhaustiva para descartar cualquier tipo de responsabilidad ajena.
Tras el hallazgo del cuerpo, vecinos se quejaron de los problemas de la zona como el mal estado de las calles, la falta de iluminación y de mantenimiento de los puentes y arroyos aledaños. Mucha gente sostuvo que la tragedia “era evitable” y que las lluvias intensas siempre convierten la zona en un peligro. Ese mismo peligro que se quedó con la vida de Nicolás.







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