Milagrosa recuperación de un nene de 13 años: estuvo al borde de la muerte tras ser atropellado por un colectivo
Se llama Bautista Nehuén Agüero y pasó nueve días internado en la terapia intensiva del Hospital Posadas. El relato del angustiante momento en que sufrió el accidente y la dura batalla por su salud.
En nueve días, Bautista Agüero, de 13 años, pasó de debatirse entre la vida y la muerte a estar esperando el regreso a su casa luego de sufrir un accidente en Haedo que pudo haber sido trágico. Luego de todo ese tiempo en la terapia intensiva, este lunes pasó a una sala común del Hospital Posadas y aguarda por el alta médica.
El nene alumno de la Escuela Técnica N°8 y que el día del hecho había ido a comer algo con sus compañeros al club 5 de Junio en un rato que les quedaba libre al mediodía. Fue en ese momento en que, cruzando el Metrobus de las calles Amado Nervo y Avenida Presidente Perón (ex Gaona), fue atropellado por un colectivo de la línea 302 de Empresa del Oeste.
Karen Juárez, mamá del chico, le contó a Primer Plano que ella vive a unas diez cuadras del lugar y que la directora del colegio la llamó para avisarle del accidente. Incluso un compañero también llegó a anticiparle que a su hijo lo habían atropellado. «Ahí se me paralizó la vida», resumió.
Al llegar al lugar, lo más rápido que pudo, encontró a su hijo en el pavimento gritando de dolor «ayúdenme, me voy a morir». Según testigos presenciales del hecho, a Bautista se le había caído el celular cuando cruzaba la calle y volvió a buscarlo, siendo embestido en ese momento por el ómnibus, que quedó con el parabrisas astillado y daños en una óptica.
La milagrosa recuperación del nene atropellado en Haedo
Con la llegada de Bomberos y de una ambulancia del SAME, el chico fue trasladado al Hospital Posadas de Morón, donde la desesperación creció cuando los médicos le dijeron a Karen que «el golpe le había afectado el corazón, los pulmones, el hígado y que tenía fractura de cráneo. Incluso le pusieron un catéter para medirle la presión craneal porque sino iban a tener que abrir. Al llegar, encima, Bautista se descompensó y ellos empezaron a correr».
Una enfermera le dijo que pensaron que había entrado en paro cardíaco pero luego lo descartaron. Lo intubaron, le hicieron una tomografía y se inició el largo proceso de nueve días en terapia intensiva en los que, además del pedido de donantes de sangre hubo múltiples cadenas de oración difundidas en las redes sociales. Hoy, con su hijo en sala común, Karen contó que «empezó a comer y sólo tiene un poco de disfonía. Todavía no se puede parar y esperamos que lo evalúen más especialistas».
Y agregó: «No se quebró ningún hueso del cuerpo y lo único visible es un raspón en su espalda. Lo cargo y le digo que paró el colectivo con el cuerpo. Hace unos días no veía como algún día iba a poder recordar esto con una sonrisa, pero encontré la manera. Mi hijo me demostró, con 13 años, que es un tanque». Y aunque no atribuyó culpas, reveló que de la empresa de colectivos «nadie se contactó con nosotros, ni siquiera para saber como estaba Bautista».
Por último, reveló una frase de una médica del Hospital Posadas que grafica la increíble recuperación del nene. «Bauti, te miro y no puedo creer que estés así». Ahora esperan el alta y preparan una gran bienvenida en su casa de El Palomar.