Quién es Maximiliano Bagnasco, el elegido por Claudia Villafañe para pintar un imponente mural de Diego Maradona
Tiene 39 años y se volvió conocido por los murales que pintó del astro del fútbol. Su última obra se estrenará en el aniversario del nacimiento del Diez: está en la pared de un edificio en la localidad de Canning.
Desde el pasado 7 de octubre, el artista Maximiliano Bagnasco (39) trabaja sin parar en un imponente mural de Diego Maradona que será inaugurado este domingo, fecha en que el astro cumpliría 62 años. Se trata del mural más alto del mundo, sobre una superficie de 40 metros de altura por 12 de ancho en la pared de un edificio de Canning.
Bagnasco, considerado un muralista maradoniano, ha realizado múltiples pinturas del más grande ídolo argentino de todos los tiempos y, en esta ocasión, fue contactado por su ex mujer, Claudia Villafañe, para realizar esta imponente obra, que podrá ser vista desde los aviones que llegan o salen del Aeropuerto de Ezeiza.
«A mí me contactó una persona, amigo de la familia Maradona, que es el dueño del edificio. Hablando con Claudia, ella le dijo que podía hacerlo yo. Empecé el 7 de octubre, pero hay que descontar los días de viento y lluvia que no se trabaja. Llegué el 29 de Italia y a los pocos días empecé con este mural», contó el artista.
Y agregó: «Todos los maradonianos quieren que lo pinte, pero que su familia me pida para mí es lo más. Hoy hablo mucho con Lalo, el hermano, y con el resto no es tan directo el contacto pero también los he cruzado y he hablado».
Los murales de Diego Maradona cambiaron la vida del artista
Maximiliano Bagnasco comenzó yendo a talleres de pintura a los 9 años de edad y luego hizo múltiples cursos de dibujo, animación e ilustración. Ganó concursos y en eventos dibujaba hasta cincuenta caricaturas en una jornada, pero su carrera como muralista comenzó recién en 2016 cuando hizo «una reproducción de una pintura de Diego Velázquez que modifiqué con mi toque».
Reconoció que es «nuevo en esto» pero que logró «muchas cosas gracias a que tenía una trayectoria en dibujo y pintura» y a su «formación académica». «Cuando trabajo siento que uso las paredes como un lienzo, llevando la pintura clásica a la calle», aportó.
Así, pintó murales en distintas partes del mundo pero las obras de Diego Maradona cambiaron su vida. «Lo que pasó con Diego es que siempre quise hacer un trabajo y tratar de llegar él y conocerlo. Soñé literalmente que lo conocía, pero nunca pasó. Cuando vi la noticia de su muerte, la verdad me chocó porque se caía ese sueño, porque todos en realidad pensábamos que Diego iba a estar siempre porque Diego es Argentina. Entonces lo pinté y lo compartí. Tuve repercusión y al otro día me llamaron de un programa que querían que pinte un cuadro y eso tuvo más alcance. Y después me pidieron en santuario, en Argentinos Juniors», contó.
Y agregó: «Bueno, ahí empezó a conocerse mi arte en el mundo y después la gente ya quería en sus casas. Su propio santuario. Pinté una pileta, después una calle entera con imágenes de Diego. Yo digo que dedico mi vida al arte pero el arte me da todo lo que tengo en esta vida. Bueno, en este caso el arte me está haciendo parte de lo que es Diego hoy en día.
Los 18 retratos de Diego Maradona a lo largo de toda una calle en el Patio de los Lecheros, en el barrio porteño de Caballito es una de sus obras más importantes. También intervino artísticamente con sus imágenes el avión Tango D10s, de la firma Give and Get, que recorre el país y que volará a Qatar en noviembre para el Mundial; y recientemente pintó un mural en Nápoles, Italia, que le llevó cinco días y lo hizo en aerosol en el marco de un evento que reunió a grafiteros y artistas callejeros de todo el mundo.
Sobre su obra en Canning, aseguró que «ya hice todo lo que había imaginado, pero esto era lo que faltaba, un mural tan grande en Argentina».