Qué es de la vida de Luciano Acosta: iba a ser el heredero de Riquelme en Boca y será rival de Lionel Messi
Con el mismo problema de crecimiento que la Pulga, Luciano Acosta (1.61 metro) fue relegado mucho tiempo por su estatura. Carlos Bianchi le dio una chance en Primera. Tras un paso por Estudiantes, en Estados Unidos encontró su lugar.
Que a Luciano Acosta no le hablen de contextos o de situaciones ideales. El volante no entiende eso de estar en lugar indicado y momento justo: él sólo sabe de aprovechar cualquier oportunidad que se le presente. En momentos adversos supo hacerse un nombre en Boca Juniors. Pero no pudo sostener su carrera en el Xeneize y empezó un peregrinaje que lo llevó a su actual destino, donde espera a un tal Lionel Messi.
En un mercado futbolístico exótico como el de Estados Unidos relanzó su carrera y se valió de un físico pequeño para volverse escurridizo, difícil de marcar. Acosta es una de las figuras de la Major League Soccer, la mentada MLS que espera por el desembarco del mejor jugador del mundo.
Los comienzos de Luciano Acosta
Luciano Acosta nació el 31 de mayo de 1994. Con 14 años, tras un buen paso por el Club Comunicaciones, Lucho llegó ni más ni menos que a Boca. Pero con un problema: su estatura. Como Lionel Messi, él también tuvo inconvenientes en su crecimiento que no le permitían desarrollarse del todo.
En un club exigente como Boca y donde el físico es parte fundamental de los jóvenes reclutados, su talla podía ser un impedimento para el desarrollo profesional. Los médicos, a pesar de un tratamiento, dictaminaron que no crecería más cuando llegó a su 1.61 metro. Sin embargo, esa limitación no le impidió dar el salto a Primera.
«Una vez fui a una doctora y me dijo que no iba a crecer más así que dejé de medirme y de pensar en eso, y me dediqué a lo mío. Trato de aprovechar otras cosas y voy al gimnasio para ponerme bien físicamente», contó en sus comienzos en el Xeneize.
En el verano de 2014, en un Boca comandado por Carlos Bianchi en el banco de suplentes y Juan Román Riquelme en el césped, Luciano Acosta hizo su sorprendente aparición. El primer partido fue ni más ni menos que en un clásico: ingresó como titular en un amistoso que los Xeneizes, pese a jugar con uno menos durante casi todo el segundo tiempo, igualaron 1-1 frente al River de Ramón Díaz, en Mar del Plata.
De aquel Boca de Bianchi a la MLS, donde espera a Lionel Messi
Boca tuvo un 2014 irregular. En la primera mitad, al margen de terminar segundo del torneo y como líder en la tabla general de la temporada, algunas derrotas dolorosas como un polémico 1-2 frente a River en la Bombonera hicieron que cada partido fuera, como ocurre habitualmente en el club, una crisis en sí misma.
En aquel contexto, Luciano Acosta era un revulsivo con el que Bianchi contaba para intentar cambiar la suerte. Fue muchas veces primer cambio para el Virrey, que incluso apostó por él como titular en algunos partidos. “Carlos fue como un padre para mí, nunca tuve la oportunidad de agradecerle por todo lo que me dio. Sin él no hubiese tenido la posibilidad de jugar en Boca. Me gustaría cruzarlo y agradecerle”, fueron las palabras de reconocimiento de Acosta para el entrenador que lo promovió al máximo nivel.
A comienzos de 2015, relegado en la consideración de Rodolfo Arruabarrena y con un Boca de mejor plantel que antes, Luciano Acosta decidió emigrar. Su primer préstamo fue a Estudiantes de la Plata, donde sumó muchos minutos en Primera. Al volver a Boca en 2016 y nuevamente no encontrar lugar, pegó el gran salto en su carrera: llevó su 1.61 metro a Estados Unidos, contratado por el DC United.
Aquella incursión en la MLS cambió la carrera de Acosta. Estuvo cuatro años en el DC United, donde incluso compartió plantilla con el inglés Wayne Rooney, de quien se hizo amigo. «Me dijo que, si hubiera jugado en el fútbol argentino, sin dudas hubiera elegido a Boca… Dijo que le hubiese gustado jugar en Boca», afirmó el atacante argentino sobre su relación con el británico.
«Fue difícil entrar en confianza al principio -amplió Acosta-, pero después me hacía bromas con River, decía que se había hecho hincha, ja. Hasta que me dijo que no, que era mentira, que se sentía más identificado con Boca». Tras permanecer la temporada 2020/21 en Atlas de México, Luciano recaló en su actual equipo: Cincinnati FC.
Ya con tres años en la franquicia, Lucho es capitán del equipo. Y no olvida sus orígenes. “Como capitán a veces comento algo y pienso: ‘Uh, esto me lo decían a mí Carlos (Bianchi) y Román (Riquelme). Me salen cosas que hablaba con ellos cuando era más joven, con Fernando Gago o el Cata Díaz”, recordó en una entrevista. Pero ahora tiene enfrente un enorme desafío:: mantener su status de figura en la misma liga de Lionel Messi, que está por cerrar su incorporación al Inter de Miami.
¿Qué se viene en el futuro?
Con 29 años recién cumplidos, Luciano Acosta es un futbolista con una buena carrera y asentado en la Major League Soccer. Igualmente, no deja de soñar con regresar para vestir la azul y oro: “Siempre dije que quiero volver. Ahora lo haría mejor, estoy más maduro”, aseguró desde Estados Unidos sobre el plan latente de retornar a Boca.
Acosta creció. No de altura, sí futbolísticamente. Afirmado en uno de los principales torneos de América por la calidad de organización y figuras, con historia boquense y porvenir incierto, él no sabe de adversidades: donde le toque jugar, lo hará de la mejor manera.
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