La lucha por Nano: tiene 13 años, vive en Pilar con su mamá y buscan evitar un fallo judicial que lo obliga a irse a España con su papá
La Corte Suprema ordenó que vaya a vivir con su padre, al que lleva siete años sin verlo. Vicky Ferraiuelo recurrió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos: logró demorar la restitución.

Vicky criticó la “falta de comunicación” entre las autoridades españolas y argentinas.
Vicky Ferraiuelo, una vecina de Pilar, está pasando unos días muy duros, en los cuales se encuentra luchando para evitar un fallo judicial que obliga a que su hijo, Nano, de apenas 13 años, tenga que irse a vivir a España con su papá, a quien lleva siete años sin verlo.
Luego de que la Justicia argentina ordenara la restitución del menor, y tras agotar las vías judiciales en su país, la madre ahora reclama que un juzgado español escuche al chico y revea la decisión, en pos del “interés superior del menor”.
En paralelo, Vicky también recurrió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la cual admitió formalmente la denuncia contra el Estado argentino en el marco del caso de restitución internacional, según informó el portal Pilar a Diario. La admisión de la causa es de gran trascendencia jurídica y política, dado que sólo 10 de cada 100 peticiones presentadas ante la CIDH logran ser admitidas.
En diciembre Nano tenía que volver a España
Respecto al fallo de Justicia argentina hay que señalar que la magistrada a cargo del caso quería ejecutar la sentencia a mediados del pasado mes de diciembre, cuando Nano terminaba el año escolar. Pero los abogados de VIcky solicitaron una medida cautelar, y por eso no se concretó el retorno de Nano al país donde nació cuando sus padres, ambos argentinos, vivían allí.

En conversación con Infobae España, la madre denunció que tanto ella como su hijo siguen “presos de este juicio”, ya que, entre otras prohibiciones, el menor no puede viajar fuera de Argentina.
La jueza, en tanto, ha ordenado con carácter “urgente” una evaluación de la “situación psico socio-emocional” de Nano, así como el abordaje de una “estrategia de vinculación paterno-filial” para restaurar los lazos con su padre después de siete años sin verlo, que es el tiempo que hace que el chico vino a vivir a Pilar.
La realidad es que, a partir del pronunciamiento de la Justicia argentina, el menor tarde o temprano tendría que viajar a España y dejar a su madre y al resto del entorno familiar. Por eso el apuro de Vicky por obtener un fallo diferente en España. Precisamente la Justicia de aquel país fue la que autorizó el viaje de la madre y su hijo hacia Argentina, en 2017.
En ese sentido la vecina de Pilar expresó su preocupación por la “falta de comunicación” entre las autoridades españolas y argentinas, que ha llevado el caso a un “limbo jurídico”.
Nacido en España, pero arraigado a Pilar
Ella también se puso en contacto con la Autoridad Central, el organismo dependiente del Ministerio de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, que tiene las competencias sobre las restituciones internacionales. Pero le dijeron que “no pueden hacer nada” hasta que Nano pise suelo español.
Nano nació en marzo de 2013 en España, adonde se habían trasladado sus padres argentinos, casados, en busca de una nueva vida. Pero la familia, especialmente su madre, tuvo dificultades para encontrar trabajo al no poder homologar su título como arquitecta. La relación sentimental se fue deteriorando y 18 meses después del nacimiento del menor, que quedó bajo la custodia de la madre de mutuo acuerdo, se materializó el divorcio.
Tres años después, ante las dificultades de Vicky para encontrar trabajo, y al recibir una oferta laboral en Argentina, decidió regresar junto al menor. Tras el abandono del país, el padre presentó la primera solicitud de restitución, el mecanismo por el cual un progenitor puede recurrir a la justicia si su hijo ha sido retenido o trasladado a otro país supuestamente de forma ilegal.
Ante esta situación, la madre de Nano, quien mantenía cautelarmente la custodia, decidió regresar a España con el menor a finales de 2017, para esperar la resolución judicial.
El Juzgado de Primera Instancia número 22 de Madrid ratificó la custodia para la madre y autorizó su retorno a Argentina. A partir de entonces comenzó un largo recorrido judicial que, salvo que la lucha de su madre tenga éxito, terminará con la restitución de Nano.
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