Locura por el campeón del mundo: una marea humana salió a las calles para festejar con la Selección
En la madrugada, una multitud acompañó al plantel desde el aeropuerto hasta el predio de la AFA. Por la tarde, unas 5 millones de personas salieron a las calles y el festejo se tornó ingobernable: se terminó cuando dos hinchas saltaron al micro.
La Selección Argentina es campeona del mundo y el país entero está eufórico. El éxtasis es total y así quedó demostrado, una vez más, durante la madrugada de este martes cuando el plantel liderado por Lionel Messi llegó al país tras levantar la Copa del Mundo en Qatar. El concepto se magnificó horas mas tarde, cuando una verdadera marea humana se lanzó a las calles. Se estimó que unas cuatro millones de personas festejaron en medio del feriado decretado por el Gobierno.
Los festejos comenzaron cuando llegó la Selección. Fue alrededor de las 2.25 que llegó el vuelo chárter de Aerolíneas Argentinas que traía a los futbolistas al Aeropuerto de Ezeiza, donde los esperaba una alfombra roja para hacer el camino hasta el micro ploteado con la leyenda «Argentina campeón del mundo» que luego los iba a los llevar hasta el predio de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
Al bajar las escaleras, se vio a Messi preguntarle a sus compañeros «¿qué hago?», preocupado por seguir algún tipo de protocolo pero atinó a levantar el trofeo y sonreír. Mientras descendían del avión, los espero la banda La Mosca que cantó el hit «Muchachos» que fue un himno futbolero en Qatar.
Luego, fue locura total en el micro descapotable, donde los jugadores saludaron a los miles de hinchas que los acompañaron en el trayecto de seis kilómetros hasta el predio de AFA. Muchos de esos fanáticos habían llegado durante el día, muchas horas antes del aterrizaje del avión. Se cree que superaban las 200.000 personas las que se agolparon alrededor del ómnibus que demoró una hora y media para recorrer los 6,5 kilómetros que separan el aeropuerto Ministro Pistarini del predio de la AFA.
En plena madrugada, Lautaro Martínez aportó el ruido con el bombo mientras el resto de sus compañeros saludaban a la gente y sacaban fotos con sus celulares que luego compartirían en sus redes sociales. Otros que estuvieron muy activos fueron Rodrigo De Paul y Nicolás Otamendi, quienes abastecieron sus redes sociales con videos y fotos de la locura que se vivió en la autopista Ricchieri.
Mientras avanzaba el micro, los futbolistas casi se llevan puestos un cable que colgaba a baja altura y que lograron esquivar con un rápido movimiento, pero que le hizo caer la gorra a Leandro Paredes. Luego, en el camino, Rodrigo De Paul se dio el gusto de tocar una Copa del Mundo gigante que colgaba desde una grúa en homenaje a los campeones.
Ya al llegar a la casa de la Albiceleste, los recibió una lluvia de papelitos y varias pantallas LED que reproducían imágenes de la Selección y que formó las palabras «Campeones del mundo». También se vio acondicionado el edificio del predio, que estaba con la imagen de Lionel Messi levantando el trofeo y la leyenda: «En este suelo hay otra estrella». La noche fue acompañada de un interminable show de fuegos artificiales.
La caravana de la Selección se terminó en forma abrupta
Tras pasar la noche en el predio de la AFA, la Selección partió poco antes del mediodía en el intento de llegar al centro de la Ciudad de Buenos Aires para continuar con el cronograma de festejos. El micro tomó Autopista Riccheri, en sentido hacia el norte, con el afán de sumarse a la marea humana.
El camino previsto originalmente contemplaba que llegara por Riccheri hasta la General Paz, avanzara hacia el norte para atravesar Puente Saavedra, tomar luego la avenida Lugones y la autopista Illia para finalmente circular por la avenida 9 de Julio hasta el Obelisco, el corazón de la ciudad.
Ante semejante cantidad de gente que desde la madrugada se agolpó en la avenida 9 de Julio, el esquema del ómnibus de la Selección se modificó cuando ya estaban en viaje. De hecho, cuando habían transcurrido tres horas (a las 14.40) apenas habían logrado recorrer los 12 kilómetros que separan el predio de Ezeiza del peaje de la Ricchieri. La cápsula generada por la Policía alrededor del micro para abrir paso no era suficiente para que pudiera moverse más rápido.
Pero se terminó en forma abrupta cuando dos hombres saltaron desde un puente hacia el micro descapotable. Uno cayó dentro del ómnibus, cerca de Lionel Messi. El otro calculó mal, rebotó contra la carrocería del vehículo y siguió hacia el vacío: dio contra el asfalto tras haberse precipitado desde más de cuatro metros de altura.
Ocurrió cuando el micro descapotable que transportaba a los futbolistas de la Selección pasó por debajo del Puente Olavarría, en la línea límite entre Villa Madero y Villa Celina. Rodeado de una multitud en la caravana de los campeones, mientras el vehículo transitaba a paso de hombre por la autopista Riccheri rumbo a la Capital Federal, dos personas se arrojaron al interior de la unidad.
En el video se observa a Ángel Di María tratando de persuadir a los dos hinchas para que no salten dentro del micro. No le hicieron caso. Cuando cayó el segundo en el piso, la gente que iba detrás del vehículo se agarraba la cabeza.
Fue entonces cuando en uno de los tantos cambios que se establecieron mientras la caravana intentaba avanzar a paso lentísimo que se resolvió ponerle punto final al tránsito del micro. La delegación de la Selección fue hacia Parque Roca, donde los esperaron cinco helicópteros de distintas fuerzas de seguridad.
Incluso se informó poco antes de las 13 que los jugadores iban a detenerse en el cruce de la Autopista 25 de Mayo y la 9 de Julio, en el barrio porteño de Constitución, para desde esa altura simular una especie de balcón que les permitiera saludar a los hinchas que colmaban la principal avenida porteña. Pero en cuestión de minutos, el operativo policial fue desbordado y miles de personas tomaron la autopista.
El final abrupto de la caravana tampoco permitió que el plantel fuera a la Casa Rosada para saludar a los hinchas desde el emblemático balcón del edificio, cómo ha sucedido en los títulos mundiales anteriores. En caso de que sea así, el micro irá por Diagonal Norte desde el Obelisco.
Por este fallido paso de la Selección por la Casa de Gobierno se desató una interna en el oficialismo, ya que no había unanimidad sobre el uso que el presidente Alberto Fernández podría haberle dado a una foto con la Selección. De hecho, en el entorno del jefe de Estado se atacó al propio Chiqui Tapia por haber operado en favor de La Cámpora, que no quería que Messi y el resto de los jugadores fueran a la Rosada.