Julio Grondona y su astucia para resolver crisis: 7 cosas que tal vez no hubieran pasado con él vivo
Se cumplen 90 años del nacimiento de quien fuera presidente de la AFA y hombre influyente en Conmebol y FIFA. Hasta sus máximos detractores le reconocían una gran capacidad en el manejo de las situaciones más complicada.
La mirada de Grondona solía valer más que unas cuantas palabras.
Julio Grondona condujo a la Asociación del Fútbol Argentino desde 1979 hasta su fallecimiento en 2014. Tuvo grandes logros (títulos mundiales y olímpicos con la Selección) y serios fracasos (él mismo admitía su incapacidad para combatir la violencia en las canchas). Su influencia cruzó las fronteras nacionales. Fue un hombre de peso en la Conmebol y la FIFA.
A 90 años de su nacimiento y a siete de su partida, la figura de Julio Grondona recibe muchas más críticas que halagos. Excesivo personalismo, dificultad para delegar, intromisión en todos los temas y manejo prebendario del poder son algunos de los reproches más comunes. También hay algún elogio. Hasta sus más tenaces opositores siempre le reconocieron una especial habilidad, mezcla de calles de Sarandí, olfato e intuición, para resolver situaciones conflictivas.
A continuación un resumen de episodios, entre grotescos y bochornosos, que sucedieron tras su muerte y que, quizás, él podría haber impedido o atenuado.
1. La suspensión del Boca-River en 2015
Las circunstancias son conocidas: volvían los equipos para disputar el segundo tiempo de una serie por octavos de la Libertadores cuando desde el sector bajo de la Bombonera les arrojaron gas pimienta a los futbolistas de River. Tras interminables deliberaciones, de las que participó alguien muy cercano a Julio Grondona como el empresario Alejandro Burzaco, los jugadores dejaron la cancha.
Cuarenta y ocho horas más tarde, la Conmebol decidió que no se disputaran los 45 minutos restantes, eliminó a Boca y le aplicó una sanción económica millonaria. Don Julio siempre fue partidario de que los puntos se ganaran en la cancha. ¡Ni hablar de convalidar una final de Copa en Madrid!
2. El insólito empate 38-38
A fin de 2015, en una cálida jornada de diciembre, los asambleístas de la AFA se reunieron en el predio Julio Humberto Grondona, en Ezeiza, para elegir al presidente de la institución. Dos candidatos aspiraban a la sucesión: Luis Segura y Marcelo Tinelli. Todo parecía transcurrir con normalidad hasta que se terminaron de contar los sufragios. Había 38 para cada uno en una votación de la que habían participado 75 personas.
La consecuencia inmediata de ese papelón fue que el recién asumido gobierno de Mauricio Macri interviniera la Asociación. Grondona, que desde Jorge Videla hasta Cristina Kirchner supo convivir con todos, difícilmente hubiera dejado resquicio para una intervención estatal.
3. La negativa de los clubes a Martino
El entrenador Gerardo Martino se fue de la Selección después de que los clubes no le cedieran futbolistas para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. El nivel del equipo bajo su gestión había alcanzado picos de brillantez, al margen de las finales perdidas ante Chile.
Después de la segunda de esas derrotas, ambas por penales, también decidió irse Messi, agobiado por las frustraciones. Lionel y su familia cultivaron una relación cordial con Julio Grondona. El crack nunca se negó a un amistoso de la Selección, por más remota que fuese la sede, porque sabía que su presencia garantizaba un mejor cachet para la AFA.
4. Huelga de un mes de Agremiados
Entre fin de 2016 y principio de 2017, hubo 80 días sin competencia oficial. ¿El origen del conflicto? Un reclamo de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) por deudas de los clubes. Sin idealizar a alguien que ya no está, Grondona agarraba el teléfono, llamaba a Sergio Marchi -secretario general del sindicato de jugadores- y solucionaba el asunto en minutos.
5. Las internas de la Selección en el Mundial de Rusia
Era un secreto a voces y luego de la derrota por goleada ante Croacia se hizo público: el cuerpo técnico encabezado por Jorge Sampaoli se llevaba mal con los jugadores, especialmente con sus líderes: Lionel Messi y Javier Mascherano.
Don Julio solía abandonar la comodidad de los hoteles cinco estrellas donde se alojan los dirigentes de la FIFA para estar cerca de las delegaciones mundialistas. No hubiera dejado que la crisis escalara tan alto. Es improbable imaginar, además, que hubiera elegido a un técnico con las características de Sampaoli para la Selección.
6. Fallos perjudiciales y castigo a Messi en 2019
Argentina no llegó en las mejores condiciones a la Copa América 2019, pero se las arregló para clasificarse a semifinales. En esa instancia fue eliminado por Brasil, el anfitrión, en un cruce donde, como mínimo, fue sospechosa la no utilización del VAR en algunas acciones.
Julio Grondona fue un tenaz opositor a la incorporación de tecnología en el fútbol. A su juicio, los errores y las polémicas constituían atractivos principales del espectáculo. Desde ya que su sola presencia hubiera neutralizado cualquier medida disciplinaria contra Messi, como la que le impuso Conmebol luego de que el capitán argentino se quejara de los manejos turbios de la entidad.
7. Un año y medio sin público en las canchas
La crisis de gobierno, tras la derrota en las PASO, volvió a postergar la discusión por el retorno de gente a los estadios de fútbol. Mientras, este fin de semana, se disputa la Copa Davis con público en las instalaciones del Buenos Aires Lawn Tennis.
Julio Grondona, muy lejos de ser considerado un ejemplo dirigencial en muchísimos aspectos, dejó algunas definiciones célebres. La más recordada probablemente haya sido «todo pasa», máxima con la que grabó su famoso anillo. Adaptando la frase, podría decirse que algunos de los dislates enumerados, con él vivo, no pasaban.
