La historia de la nueva promesa del básquet argentino: hijo de un ghanés que luchó en televisión
Lee Aaliya tiene 18 años, mide 2,05 metros y juega en Gimnasia La Plata. Ya se entrenó con la Selección Mayor y viene de destacarse en el Sudamericano de su categoría. El padre integró el staff de 100% Lucha.
Lee Aaliya es por ahora, ojalá que por poco tiempo, un nombre mayoritariamente desconocido en la Argentina. El de su padre, Jeff Aaliya, tampoco resuena de algún lado. El apodo del mayor de los Aaliya, en cambio, sí resulta familiar: fue el famoso Musambe Tutú -peleador en el programa 100% Lucha, protagonista de algunos comerciales- y es quien hoy disfruta de su hijo como integrante del seleccionado nacional de básquet.
Aaliya, de África a Argentina
Jeff Aaliya llegó al país en 1996. Había emigrado de su Ghana natal en busca de un futuro mejor. Atrás dejó a sus padres y sus hermanos. Dueño de un físico privilegiado, decidió dedicarse al deporte: fue de a poco armando su gimnasio, un emprendimiento dedicado al combate cuerpo a cuerpo.
En un país que tenía alguna tradición en las artes del catch, al fornido moreno le llegó su momento de gloria en 2006. Aquel año Telefe decidió reeditar el formato de Titanes en el Ring y Aaliya padre fue uno de los reclutados para el ya histórico 100% Lucha.
Caracterizando a Musambe Tutu, Jeff se presentó en el programa de televisión como «El Guerrero Ashanti», un peleador proveniente de África que terminó haciendo muy buenas migas con Vicente Viloni, el luchador rocker, de larga melena rubia, que se volvió un ídolo para los chicos.
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Por aquel entonces, Jeff ya tenía a sus dos hijos acompañándolo y siguiendo sus aventuras. El pequeño Lee, amante de los deportes y con ansias de imitar a padre, comenzó a imaginar una vida como atleta.
Lee Aaliya, una sorpresa de la Selección
Lee empezó su carrera como basquetbolista en el club Sud América de La Plata, más más precisamente de Tolosa. Muy pronto se destacó por su contextura, el largo de sus extremidades y una llamativa agilidad para un muchacho de casi dos metros. En un ambiente siempre atento a la aparición de jugadores altos, no sorprendió que fuera convocado a las selecciones menores.
Allí, Gimnasia y Esgrima puso sus ojos sobre él: el Lobo se llevó a Aaliya para que se pusiera a practicar diariamente, con más intensidad, en un club con mucha historia en este deporte y competencia profesional en la Liga Argentina (segundo nivel del básquetbol nacional).
Lee fue creciendo de a poco, tanto técnica como físicamente. Hoy, con una talla (2.05 metros) que lo vuelve elegible para cualquier entrenador, menciona como referentes a Walter Herrmann, héroe de la Generación Dorada y de quien mira videos; y a Giannis Antetokounmpo, el griego de ascendencia nigeriana que la rompe en Milwaukee Bucks. Ya se ha dado el gusto de compartir entrenamientos con algunos jugadores consagrados del país.
El cuerpo técnico de la Selección mayor, comandado por Néstor el Che García, decidió apostar por este joven de raíces ghanesas y lo llamó como sparring en la última ventana FIBA que disputó el equipo, cuando se enfrentó a Venezuela (derrota) y a Panamá (victoria). Aaliya, así, pudo estar en una misma cancha con Carlos Delfino, Luca Vildoza y Nicolás Brussino, por citar a los de mayor recorrido internacional.
«Fue una hermosa experiencia, son compañeros de elite. Te ayudan, son muy buenas personas y no me voy a poder olvidar nunca de la oportunidad que me dieron», dijo Lee Aaliya luego de haber disfrutado de la convocatoria.
El futuro prometedor de Lee Aaliya en el básquet
Más allá de esa incursión, Lee Aaliya también sabe lo que es vestir la camiseta albiceleste en competencias oficiales. El hijo de Jeff sigue siendo número puesto en las selecciones menores. Anoche cerró su participación con la U18 en el Sudamericano disputado en el Parque Miranda, de Caracas, Venezuela.
El equipo ganó invicto su grupo, con victorias sobre Ecuador, Chile y los locales. Eliminó a Uruguay en semi y perdió 73-59 la final ante Brasil. Aaliya, siempre entre los cinco iniciales fue el segundo goleador argentino y el tercer rebotero, con promedios de 10.2 y 4.8 respectivamente.
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Con aptitudes para ser alero o ala pivote y una altura que compensa uno de los habituales déficits de la Selección mayor, Lee asoma como una de las promesas a seguir. Ya mezclado entre los integrantes de la Mayor, hay muchas esperanzas con él. El joven Aaliya, por su parte, piensa seguir luchándola: lo tiene en sus genes.