De la fábrica de pastas de Tres de Febrero a trabajar con Riquelme: la primera vicepresidenta de Boca
Adriana Bravo (39 años) asumió en reemplazo del fallecido Roberto Digón. Nacida en San Martín, vive en el oeste del Conurbano. Quiso ponerle Juan Román a su hijo varón, pero tiene tres nenas. Le contó a Zonales sus proyectos en el club.
Adriana Bravo es una de esas tantas mujeres que han transformado su pasión en una herramienta para avanzar hacia búsquedas de igualdad, oportunidades y reconocimiento. A diferencia de otros casos, el suyo genera una repercusión notable: desde hace diez días es vicepresidenta del Club Atlético Boca Juniors, la primera de la institución en ejercer tan alto cargo al cabo de casi 117 años de historia.
Antes de acceder a esa posición fue la titular del Departamento de Inclusión e Igualdad, que funciona desde fines de 2019 y ha promovido diversas acciones en procura de equiparar los derechos de las mujeres. El área también cumplió un papel relevante en el programa de acciones solidarias que llevó adelante el club durante la pandemia.
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Bravo es del Conurbano, nacida y criada en el partido de San Martín, radicada en el municipio vecino de Tres de Febrero, donde desarrolla su actividad comercial (una fábrica de pastas, con variedades que recomienda). Coqueta, desmiente a quienes le atribuyen 40 años: recién los cumplirá en junio. A los 15 se enamoró de Martín, entonces su vecino y luego su marido.
Quién es Adriana Bravo, la primera vicepresidenta de Boca
Adriana consulta cada tanto su celular, adornado con un calco de Diego Armando Maradona. En el fondo de pantalla del teléfono se la observa sonriente junto a Juan Román Riquelme. No hay grieta de ídolos para ella. Confiesa que pensaba ponerle Román al hijo varón, pero llegaron Oriana (19), Tatiana (11) y Victoria (8).
Las tres chicas, como no podía ser de otra manera en un hogar xeneize, heredaron la devoción por los colores y son asistentes habituales a la Bombonera. Hay más señales que confirman la identidad boquense de Bravo: un tatuaje en el brazo izquierdo y una admiración expresa por Oscar Córdoba, el colombiano que respaldó con magníficas atajadas a los primeros equipos de Carlos Bianchi.
Diseñadora gráfica y organizadora de eventos, Adriana camina a paso vivo los remozados pasillos del estadio y agradece cada vez que alguien la felicita por su designación. El miércoles 16 de marzo fue oficializada como vicepresidenta en una reunión de Comisión Directiva, luego de que Jorge Amor Ameal anticipara el nombramiento durante un encuentro de mujeres que trabajan en distintas áreas de la entidad.
-¿Sabías de la designación o te enteraste en ese momento?
-No sabía. Después le dije a Jorge: ‘No me avisaste nada’. Y él me contestó: ‘Quise darte una sorpresa’.
-¿Cómo surge tu relación con Boca?
-Y… desde chiquita. Aunque practiqué otros deportes, como patín y vóley, siempre me gustó el fútbol. Empecé a venir a la cancha con Martín, en una época en la cual se veían tantas mujeres en las tribunas.
-Naciste en 1982. Eso significa que viviste la época dorada de Bianchi desde el principio.
-Fue una época inolvidable. El equipo tuvo un nivel increíble en aquellos años y ganó todo, no una sino dos veces. Nos acostumbramos a eso y queremos volver a vivirlo.
-¿Qué partido recordás de manera especial?
-Ufff… Son muchos, pero tengo muy presente uno más cercano: el que le ganamos a Gimnasia en la Bombonera con gol de Tevez. Le sacamos el campeonato a River y yo estaba como directiva. Lo viví de una forma distinta, con toda mi familia festejando en la cancha.
-¿Y cómo se produce tu acercamiento a la política del club?
-Conocimos a Sebastián Gianorio (Nota de Redacción: vecino de San Martín, presidente del estratégico Departamento de Filiales). Comenzamos a trabajar con él. Al principio no fue fácil porque era un ambiente de hombres. Con el tiempo abrimos una filial en Tres de Febrero, en Pablo Podestá. En la agrupación Juntos por Boca me sumé a un equipo de mujeres y en las elecciones de 2015 fui como vocal suplente. Aquella vez perdimos, pero seguimos trabajando y acá estamos desde 2019.
-¿Qué objetivos te planteás, ahora que ocupás un cargo de esta importancia?
-Aspiro a abrir el camino para que se incorporen más mujeres, que se animen a venir a la cancha, que haya más presencia femenina en todos los ámbitos. No solo en la Comisión Directiva, sino también en los deportes: más entrenadoras, más asistentes, preparadoras físicas, médicas…
-Además del fútbol, ¿qué otros deportes te gustan?
-Me encanta el vóley y soy de ir a verlo. Admiro a Mariángeles Cossar, que es una deportista referente del club. También acompaño a las Gladiadoras. Creo que el fútbol femenino ha crecido mucho y lo seguirá haciendo.
-¿Cuál es tu balance de estos primeros 28 meses de gestión?
-Nos tocaron dos años difíciles por la pandemia, que nunca imaginamos, y nos obligaron a funcionar desde casa, de otra manera, a aprender mucho de tecnología. Aun así, creo que se realizaron muchas cosas y el análisis es súper positivo. Abordamos cuestiones de inclusión, de violencia de género y de protocolos que antes no se trataban. Y están todas las obras que se ven, en la Bombonera, en el campo de juego, en la zona de pileta, en el predio de Ezeiza…
-¿Qué te dejaría satisfecha al fin de tu mandato?
-Que haya más mujeres en la toma de decisiones en Boca.