Covid-19: se registró en Lomas de Zamora la primera muerte en el país por el hongo negro
La información fue confirmada por investigadores de la Facultad de Medicina. La víctima era un hombre de 35 años que estaba internado en una clínica lomense por coronavirus y era diabético.
La víctima por el llamado hongo negro tenía 35 años, se había contagiado de Covid-19 y era diabético.
La afección micótica conocida como “hongo negro”, que complica a pacientes con Covid-19, se cobró en la Argentina su primera víctima fatal: se trataba de un hombre de 35 años internado por coronavirus, en una clínica de Lomas de Zamora, y que tenía una diabetes de base por la que no estaba siendo tratado, lo que agravó el cuadro de salud.
El origen del deceso, que ocurrió a fines de mayo, fue confirmado en las últimas horas por el Centro de Micología de la Facultad de Medicina, cuyos investigadores definieron que el paciente estaba afectado por la enfermedad definida como mucormicosis.
Esta afección derivada de los cuadros de coronavirus tuvo un altísimo impacto negativo en la población de la India y fue Uruguay el primer país de la región en el que se había detectado, hasta que en la Argentina se conoció la aparición del primer fallecimiento por esta rara enfermedad.
El caso de hongo negro en Lomas de Zamora
Según indicó la agencia Telam al informar el deceso en Lomas de Zamora, las autoridades no aportaron más información sobre la identidad del fallecido ni tampoco la clínica en la que había permanecido internado por el caso de coronavirus.
Los investigadores indicaron, en tal sentido, que durante la internación presentó síntomas compatibles con la enfermedad denominada por los expertos como hongo negro.
La información fue confirmada por María Luján Cuesta, investigadora del Conicet e integrante del Centro de Micología de la Facultad de Medicina, quien asoció la afección con el cuadro diabético de base que tenía la víctima.
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“Estos pacientes son más propensos a tener infecciones por agentes oportunistas, entre ellos hongos. Acá, el mucormicosis es uno de ellos”, explicó la especialista, quien indicó además que “no está solamente asociado a Covid-19 grave, sino también a pacientes diabéticos no controlados, con cetoasidosis diabética o asidosis metabólica, en distintos tipos de pacientes”.
También sostuvo Cuesta que el llamado hongo negro “tiene un tratamiento, que puede llegar a ser relativamente eficaz cuando se diagnostica a tiempo”, aunque “no es tan fácil hacer el diagnóstico o la sospecha clínica”.
El hongo negro, el Covid-19 y otras afecciones
En medio de la pandemia, la primera asociación que se hizo con la aparición de casos de hongo negro fue con el coronavirus, una apreciación correcta desde el impacto que tiene el Covid-19 en los prolongados tiempos de internación que suele generar en los pacientes.
Pero la mucormicosis afecta, además de a los diabéticos, “a los pacientes tratados con altas dosis de corticoides y las personas con las defensas bajas son propensas a contraer esta micosis rara, que suele detectarse en forma tardía, difícil de tratar, y cuya evolución es muy rápida y fatal», detalló la doctora Roxana Gabriela Vitale, investigadora del Conicet y responsable del Sector de Micología de la Unidad de Parasitología del Hospital Ramos Mejía, en la Ciudad de Buenos Aires.
Según observó Vitale, «no es casual que el aumento de la incidencia de la mucormicosis se haya dado especialmente en la India, país que es el segundo en número de diabéticos en el mundo y donde la coinfección de Covid-19 y mucorales (hongos) representa el 83% de los casos a nivel global».
La mucormicosis «es una infección micótica (hongos) de los senos paranasales, el cerebro o los pulmones, que se presenta en algunas personas con un sistema inmunitario debilitado», publicó Medline Plus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
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De acuerdo con la misma publicación es causado «por diferentes tipos de hongos que suelen encontrarse en la materia orgánica en descomposición. Esta materia incluye pan, frutas y vegetales en descomposición, al igual que pilas de tierra y abono».
El hongo negro es curable, pero si no se trata o si el tratamiento se retrasa, puede provocar la pérdida de la visión y, en algunos casos, incluso la muerte.
En determinadas situaciones, incluso, se vuelve necesario extraer la nariz y la mandíbula de los pacientes para salvarles la vida. Conforme a los Centros Para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, la mortalidad a causa de esta dolencia es de 54 por ciento.
