Un fallo que tardó siete años: prisión perpetua al policía que mató a un joven a bastonazos
El oficial Rodolfo Leonardo Díaz recibió la pena máxima por haber asesinado en un bar a Pablo Olivera, de 28 años, en el 2014. Después del hecho, el condenado estuvo prófugo 12 meses. “Ahora creo en la Justicia”, dijo la madre de la víctima.
Prisión perpetua. Dos palabras que, combinadas, tienen un gran impacto. Y eso es justamente lo que provocó el final -al menos legal- de una historia absurda. De un hecho que no debería haber ocurrido. Hace siete años en un bar de Lanús, en un claro caso de abuso policial, el oficial Rodolfo Leonardo Díaz asesinó con su tonfa reglamentaria, pegándole en la cabeza, a Pablo Olivera, un joven 28 años. Ahora, después de una larga espera, la Justicia finalmente se expidió y el acusado estará tras las rejas mientras viva.
La sentencia fue dictada por unanimidad por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 10 de Lomas de Zamora, por el delito de “homicidio agravado por ser cometido por un miembro integrante de la fuerza policial abusando de su función”.
Los jueces coincidieron con el pedido de los abogados Brian Magnaghi y Guido Miele, de la organización Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), quienes representaron a la familia de la víctima.
Por su parte, en su alegato el fiscal Jorge Ariel Bettini Sansoni había solicitado 25 años de cárcel por el delito de “homicidio simple”. Pero finalmente la sanción fue mucho más dura, con prisión perpetua.
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“Logramos la pena máxima para el asesino de Pablo Olivera. Es la primera vez que pasa que se condena a perpetua con la sola acusación de, en este caso, la mamá del chico asesinado. La fiscalía no nos acompañó, muchas veces la Justicia tampoco. Pero hoy tenemos que estar felices de que se hizo justicia”, dijo Magnaghi.
Además, el abogado agregó: “No es justicia por lo que dice un juez, sino que es justicia en el verdadero sentido de la palabra. Hoy Pablo tuvo la respuesta que nosotros esperábamos. Y ojalá que esto no sea una anécdota, sino que pase a ser la norma general en estos casos, y que no haya nunca más un pibe asesinado por la Policía. Que nunca más haya que ver a una madre llorando la muerte de su hijo”.
Justamente Patricia, la madre de la víctima, se mostró muy emocionada y feliz por la sentencia contra el policía involucrado, y dijo: “Ahora creo en la Justicia y sé que mi hijo va a poder elevar en paz. Quiero agradecerles a los abogados y pedir que siga habiendo justicia”.
Lanús: el policía que mató y recibió prisión perpetua
El crimen ocurrió el 2 de junio de 2014, cuando Olivera fue con su hermano y unos amigos al bar Open, ubicado en 25 de Mayo e Hipólito Yrigoyen, en Lanús. Según el relato de los testigos, todo empezó porque se produjo una discusión entre un grupo de jóvenes que fueron sacado a los golpes por los patovicas, tras lo cual los encargados del lugar llamaron a la Policía.
Fue en ese contexto que personal del Comando de Patrullas perteneciente a la Comisaría 1ra. de Lanús llegó al lugar a los pocos minutos, y allí ocurrió que Díaz golpeó a los hermanos Olivera. Según se informa en la sentencia, el efectivo de la Policía bonaerense persiguió al hermano de la víctima, quien se fue corriendo del bar, durante alrededor de tres cuadras. Pero como no logró alcanzarlo regresó a Open, donde se encontró con Pablo.
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El joven fue atacado con la tonfa reglamentaria y goleado en la cabeza. Además, luego de caer al piso ya gravemente herido, fue pateado por Díaz. Por las heridas, Olivera fue trasladado de urgencia por una ambulancia al Hospital Evita de Lanús, donde estuvo internado dos días y falleció a raíz de un traumatismo encefálico craneano.
El ahora condenado estuvo prófugo durante casi un año, hasta que fue localizado y apresado por el asesinato. Ahora, finalmente salió la sentencia del Tribunal de Lomas de Zamora. Y la familia de Olivera siente, al menos, un poco de paz.