Cerró el bar donde mataron a Braian Cuitiño en Pilar: su largo historial de episodios violentos

A poco más de dos semanas del salvaje asesinato al joven Braian Cuitiño, el bar Napoleón de Pilar cerró sus puertas definitivamente. Había sido clausurado por la Municipalidad después del salvaje ataque de una patota que terminó provocando la muerte al joven de 22 años en la puerta del local, y en los últimos días se comenzaron a ver trabajos para desmantelar las instalaciones.

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Aunque se especulaba con que se trataba de una medida impuesta por la Comuna, se supo que la decisión había sido tomada por los dueños del establecimiento, que ya registraba un triste y extenso historial de episodios de violencia.

Según El Diario de Pilar, días antes del brutal homicidio de Braian, un joven terminó con 25 puntos de sutura el pasado 6 de enero luego de haber sido agredido por un grupo de jóvenes a piedrazos. Semanas antes, en noviembre del año pasado, dos jóvenes oriundos de San Fernando fueron baleados cuando el grupo de amigos en el que estaban se peleó con otra banda que les disparó.

Por otro lado, desconocidos arrojaron en 2018 una bomba molotov al local, que rompió un vidrio pero afortunadamente no llegó a explotar. Además, en varias ocasiones fue infraccionado por no respetar las restricciones por Covid-19 de aforos ni distanciamientos.

Cómo fue el crimen de Braian Cuitiño

Braian Cuitiño salió del bar Napoleón el viernes 14 de enero a las 6 junto a su hermana Paula (19). Habían ido a tomar algo, dado que aunque vivía en San Francisco Solano, en el sur del Conurbano, ese fin de semana estaba en Pilar porque había ido a visitar a su mamá.

No habían alcanzado a irse del bar cuando un grupo de jóvenes los interceptó en la puerta. Un investigador comentó que «los pechearon y les robaron las billeteras y el celular, primero a ella y luego a él, cuando se arma como una trifulca en la puerta del boliche donde intercambiaron varios golpes y él sale en defensa de su hermana».

La patota se alejó en un auto con sus pertenencias y Braian, quien trabajaba en una empresa logística y había sido padre hace 10 meses, quedó indignado e impotente por la situación. Su hermana Paula le dijo que fueran a buscar su moto para irse de allí, pero no le hizo caso: estaba decidido a ir a buscar a quienes les habían robado para recuperar sus cosas.

Caminó por la vereda siguiendo al automóvil Ford Focus gris en el que se desplazaban y del que ya le venían gritando insultos, hasta que el vehículo frenó y un joven se bajó. Braian se le acercó y empezaron a pelear, pero terminó cayendo tras arrojar una piña al aire. En ese instante, el resto de la patota bajó del auto y entre todos, seis en total, lo molieron a golpes entre trompadas, patadas y hasta ladrillazos. En unos 20 segundos lo dejaron agonizando y se fueron. Fue trasladado al hospital Sanguinetti de Pilar, donde quedó internado pero falleció el domingo 16 de enero por la tarde, a causa de las graves heridas

Entre la furia y el dolor, sus familiares y allegados hicieron una manifestación al día siguiente reclamando justicia frente al bar, a cuyo dueño acusaban de haber cerrado el portón y dejar morir a Braian.

Ya fueron detenidos todos los sospechosos del asesinato

Este último lunes por la tarde, la Policía logró la detención del último sospechoso del asesinato. A Matias Méndez, de 22 años, lo capturaron cuando salía de su casa de Garín, donde detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Tigre montaban una vigilancia encubierta desde hacía varios días.

Quedó detenido y puesto a disposición del fiscal Gonzalo Agüero, de la Unidad Funcional de Instrucción N°4 de Pilar, imputado por «robo en poblado y en banda en concurso real con homicidio agravado por alevosía y por premeditación por la participación de dos o más personas», delito con pena de prisión perpetua.

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El resto de los jóvenes que están tras las rejas, también son de Garín. El anterior había sido su hermano, Franco Méndez (22), que se entregó en la oficina de la DDI de Tigre el jueves 20 de enero pasado.

Lucas Castillo (22) fue el primero en caer: a él llegó la Policía luego de encontrar documentación suya en el auto utilizado para escapar del lugar luego del crimen. Lo detuvieron en su trabajo: está acusado de conducir el vehículo en el que huyó la patota.

Lucía Armas (18) fue la segunda arrestada. Está señalada por haberle pegado los dos ladrillazos en la cabeza que terminaron con la vida de Braian Cuitiño. Los otros dos detenidos fueron Ariana Dorssi (18) y un adolescente de 17 años al que su padre entregó esta semana.

Además de ellos, también había sido arrestada Yasmín Dorssi (22), hermana de Ariana, pero aunque la Justicia la identifica en el lugar del salvaje ataque, considera que no fue partícipe necesaria y decidió liberarla.