María Luján Barrios: hallan su celular y hay un detenido por la joven desaparecida en Esteban Echeverría
Tiene 24 años y su familia no sabe nada de ella desde el viernes 3 de diciembre del año pasado. En las últimas horas encontraron su teléfono celular y apresaron al remisero que la vio la misma noche de su desaparición.
Desde aquel viernes 3 de diciembre en el que María Luján Barrios fue vista por última vez, ya pasaron 108 días. La Justicia no pudo seguir una línea investigativa sólida para dar con su paradero y el Ministerio de Seguridad bonaerense ha ofrecido a fines de febrero una recompensa de entre 2 y 4 millones de pesos para quien aporte «datos fehacientes» que permitan encontrarla. En las últimas horas, de todos modos, se detuvo a un remisero que dijo haberla transportado la misma noche de su desaparición.
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La joven de 24 años había dejado a sus hijos con una niñera en su casa de Luis Guillón y se había ido en un remis (una camioneta tipo utilitaria de color blanca). Supuestamente, el remisero trabajaba de forma «particular» y habitualmente era contactado por ella para llevarla o traerla de algún lugar.
De acuerdo a las precarias reconstrucciones que hay, chofer la habría llevado aquella noche a una fiesta en una casa de El Jagüel donde se habría quedado esa madrugada del sábado 4 de diciembre hasta irse, dicho por dos hombres de nacionalidad colombiana que viven en ese domicilio, en otro vehículo alrededor de las 4 de la mañana.
La Justicia había decidido la detención del remisero como sospechoso de la desaparición de María Luján Barrios y luego lo liberó, considerando que no había elementos que sostuvieran la acusación. Por aquellos días, el chofer había comentado que no tenía relación afectuosa con la joven y que sólo contrataba sus «servicios sexuales». También había declarado que esa madrugada del sábado 4 de diciembre habían conversado por mensajes de WhatsApp y «ella estaba cerca de la estación de El Jagüel me dijo, la notaba nerviosa. Me pidió que la pase a buscar, que la lleve a un lugar que tenía que entregar algo. Después me llamó y no le di bola, seguí durmiendo».
El hallazgo que produjo un nuevo detenido en la investigación
María, la mamá de la joven desaparecida, le explicó a Zonales que el remisero, Osvaldo B., fue detenido «por falso testimonio». Y abundó: «Esta semana nos indicarán en qué mintió, pero su declaración fue falsa». Lo arrestó personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora luego de encontrar el teléfono celular de María Luján en el barrio La Morita de El Jagüel, cerca de la casa del chofer.
«El celular lo revisaron, pero no encontraron nada: está reseteado», dijo María, quien de todas formas se mostró expectante por este avance de la Justicia. «Estamos esperando a ver si logran hacer algo para recuperar información del teléfono», relató la mujer, quien se está ocupando de cuidar a los cuatro hijos de la joven, de entre 1 y 9 años, que «si bien están bien, todos los días me preguntan por su mamá y me piden que salga a buscarla. El Municipio nos puso a disposición una camioneta con la que salimos a hacer recorridas para ver si la encontramos».
Y concluyó comentando sobre un nuevo rastrillaje que se realizará en los próximos días. «Van a ir con perros de búsqueda al predio de la Reserva Santa Catalina, en Lomas de Zamora», reveló.
El desconcierto tras pistas difusas y contradicciones
Desde aquel viernes 3 de diciembre en que María Luján Barrios dejó a sus hijos con una niñera en su casa de Juan de Garay al 2000, la búsqueda siguió distintas pistas que terminaron siendo contradictorias y desconcertando a la Justicia.
Lo primero que se supo es que, al notar su ausencia, su familia pudo hablar con una amiga de la joven que relató que intercambió con ella mensajes por WhatsApp y le había dicho que se iba «a un trabajo en Pilar» y luego le había pedido dinero hasta que finalmente se cortó la comunicación porque el teléfono se apagó.
Aquella situación despertó la inquietud de la familia por el inusual pedido de dinero dado que «ella siempre tenía plata encima» y por la forma en que se había comunicado por WhatsApp. «Ella no escribe, manda audios», contaba su madre por esos días.
Luego de que se descartara que el remisero, ahora detenido, que la llevó a la fiesta en El Jagüel tuviera algo que ver con su desaparición, el foco se puso en la casa a la que ella fue, donde viven cuatro colombianos que se dedican a «fabricar muebles». Dos de esos hombres declararon que a la 1.30 del sábado 4 de diciembre, María Luján se fue en un auto gris tras recibir una llamada telefónica. Sin embargo, videos de las cámaras de seguridad la detectaron en una moto junto a un hombre en inmediaciones de la estación de trenes de esa localidad.
Los colombianos, entonces, quedaron detenidos por falso testimonio pero debieron ser liberados por falta de pruebas que refuercen algún tipo de acusación formal.
Se hicieron múltiples rastrillajes en Lanús, Alejandro Korn y hasta Ezeiza, hasta que se hizo el descubrimiento más importante: el hallazgo del DNI de Barrios, a fines de diciembre. Estaba junto a bolsas de basura en un descampado a metros del cruce con la Avenida Pedro Dreyer y en inmediaciones del predio del Monte Grande Rugby Club, en El Jagüel, justo en el límite con Canning. La inspección de las bolsas tampoco aportaron novedades.
Con pistas difusas, la búsqueda sigue envuelta en la incertidumbre. Desde su familia relataron desde el primer día que María Luján Barrios tenía un comportamiento inestable y solía ausentarse, algo en lo que influía su problema de adicción a las drogas. Con su desaparición, su entorno empezó a pensar en la posibilidad de que se hubiera vinculado a gente «pesada» del mundo del narcotráfico y le hubiera pasado algo por ello.
La descripción de María Luján Barrios
Según los datos oficiales del Ministerio de Seguridad bonaerense para la búsqueda, la joven nació el 30 de marzo de 1997 en Argentina, es de contextura delgada, 1,50 metros de altura aproximadamente y unos 50 kilos de peso. Es de tez trigueña, pelo color negro y ojo color negro. Posee un tatuaje en el brazo derecho y una cicatriz a la altura del antebrazo izquierdo.
Cuando fue vista por última vez, vestía un pantalón negro, calzado marca Nike de color negro con suela rosa y una campera negra con azul.