Dos campeones vuelven al barrio: así recibirán a Gonzalo Montiel en González Catán y a Thiago Almada en Fuerte Apache
El defensor y el mediocampista volvieron triunfantes al país como campeones del mundo y los vecinos que los conocen desde chicos organizan una fiesta para recibirlos. Además, Nicolás Tagliafico fue distinguido en Almirante Brown.
El país entero vive días de una locura descomunal por la Selección Argentina luego de coronarse campeona del mundo en Qatar. Tras la masiva caravana del martes, con alrededor de cinco millones de personas en las calles, los futbolistas aprovechan los pocos días de descanso que tienen antes de reincorporarse a sus clubes para estar con familiares y amigos. En ese plan, dos productos del oeste del Conurbano regresarán este miércoles a sus barrios de origen. Son los casos de Gonzalo Montiel y Thiago Almada, a quienes les esperan dos grandes fiestas.
El ex defensor de River, que fue el encargado de patear el penal consagratorio en la final ante Francia, es oriundo del barrio Esperanza, en el kilómetro 38 de la Ruta 3, en González Catán, partido de La Matanza. Este miércoles, cerca de las 17, se realizará una caravana desde el kilómetro 37 al 35 y luego de regreso hasta la rotonda comercial del barrio, para homenajearlo. Se espera la concurrencia de todos los vecinos y mucho colorido y apoyo.
En tanto, el ex mediocampista de Vélez creció en Fuerte Apache, en Ciudadela, partido de Tres de Febrero. Allí se realizará un banderazo en el sector «Tira 32» este miércoles a las 19, que incluirá un despliegue de fuegos artificiales para recibir al campeón del mundo con mucho orgullo.
Del mismo modo, Nicolás Tagliafico fue distinguido en Almirante Brown, de donde es oriundo: el Concejo Deliberante lo declaró este martes ciudadano ilustre, cuando el lateral del Olympique de Lyon ya estaba en medio de la caravana que llevó a los campeones desde Ezeiza hasta Villa Lugano.
La infancia de Gonzalo Montiel en González Catán
Gonzalo Montiel dio sus primeros pasos en el fútbol en el Club Social y Deportivo El Tala del barrio Esperanza. Los vecinos recuerdan su talento de pequeño en esa institución y luego el esfuerzo que hacía para viajar a los entrenamientos en las inferiores de River.
El propio jugador contó que «Tenía diez años y viajaba todos los días desde González Catán, hasta Villa Martelli para las prácticas. Al principio me acompañó mi vieja, pero como trabajaba y debía pedir horas, me las arreglé para venir solo».
Y agregó: «Iba al colegio, después a entrenarme y llegaba de noche a casa… Todos los días. ¿Cómo era el viaje? Viajaba solito. Me tomaba el colectivo 620, una traffic hasta Liniers y de ahí el colectivo 28. Dos horas y media de ida y lo mismo de vuelta. Lo hice casi dos años, hasta que me cansé. Les dije a mis familiares que no aguantaba más y pedí vivir en la pensión de River. Extrañaba y los necesitaba, por más que me hacía el duro. Pero también valoraba y sabía que ahí había más que lo que tenía en casa».
Meses atrás un artista lo homenajeó pintando un mural suyo tras su obtención de la Copa América en Brasil. La obra, ubicada a dos cuadras de la casa donde se crió, es un orgullo para los vecinos. Orgullo que ahora comparte con el resto del país.
Thiago Almada, el orgullo de Fuerte Apache
Thiago Almada, de tan sólo 21 años, ya había viajado al Mundial de Rusia 2018 como sparring del equipo dirigido por Jorge Sampaoli. Hoy, cuatro años y medio después, regresa como campeón del mundo a Fuerte Apache, el barrio donde se crió y donde empezó a forjar su talento en la canchita de tierra del club Santa Clara.
Hacia ahí iba caminando a jugar desde el departamento del monoblock 2 donde vivían sus padres o desde el nudo 3 en el que estaban sus abuelos. Proveniente de una familia muy humilde, supo desde temprano lo que era el sacrificio: ayudaba al verdulero que recorría el barrio con un megáfono ofreciendo mercadería para poder comprarse golosinas. También juntaba botellas para llevarlas a reciclar y ganarse unos pesos.
«Es mi barrio, tengo a toda mi familia y mis amigos. Prácticamente vivo ahí. Si no voy por dos días, extraño. Viví toda mi infancia», contó cuando ya era futbolista profesional y vivía con su familia en El Palomar.
En Fuerte Apache todavía lo conocen con su apodo de chico «Gauyo» y él, agradecido y con sentido de pertenencia, llegó a regalarle al club Santa Clara la pintura para el piso y paredes de la cancha, que ya no es de tierra y alberga a chicos que sueñan, hoy, con ser como él.
Nicolás Tagliafico, distinguido en Almirante Brown
El defensor Nicolás Tagliafico es oriundo de Rafael Calzada, partido de Almirante Brown, en el sur del Gran Buenos Aires. Dio sus primeros pasos en el fútbol en el Club Atlético Villa Calzada. Tras el título mundial, el Concejo Deliberante decidió declararlo ciudadano ilustre del distrito.
«Es un orgullo para Almirante Brown y para todos sus vecinos y vecinas, por el logro obtenido en esta Copa del Mundo, pero también por su brillante carrera como futbolista que lo transforma en un ejemplo para chicos y chicas de todas las edades», expresó el diputado provincial Mariano Cascallares.