Aldo Bonzi: brutal golpiza a dos jóvenes a la salida de un boliche, con rugbiers involucrados
Una patota con doce integrantes atacó a un chico y una chica en la madrugada del último domingo. Las víctimas aseguraron que los agresores se burlaron de ellos por redes sociales. No hubo detenidos.
Un tremendo episodio de violencia se vivió en la madrugada de este domingo a la salida de un boliche. Fue en Aldo Bonzi, partido de La Matanza, en el oeste del Conurbano, cuando una patota integrada por al menos una docena de jóvenes, entre los que hay rugbiers involucrados, le dio una feroz golpiza a otro y golpeó a su amiga hasta dejarla inconsciente.
Los hechos se produjeron frente al bar Constantino, ubicado en las calles Darragueira y Linos Lagos. La patota comenzó a acosar a una joven de nombre Daniela dentro del local bailable y Thiago, su amigo, salió a defenderla. Por ello comenzó una riña que derivó en que el personal de seguridad los sacara a todos a la calle, donde el conflicto, lógicamente, continuó de la peor manera.
Los agresores comenzaron a golpear al joven y, para defenderlo, intervino su amigo Marcos, quien terminó con heridas en su rostro y debieron hacerle dos puntos de sutura en su nariz. Daniela, amiga de ambos, recibió un golpe con un palo en la nuca que la dejó aturdida y cuando intentaba ponerse de pie sufrió otro palazo que la terminó de dejar inconsciente. También sufrieron agresiones otras dos chicas que estaban con las víctimas.
Según testigos, que registraron la violencia grabando con sus celulares y difundieron el video, un patrullero se acercó al lugar en el momento del ataque pero los jóvenes agredidos aseguraron que los policías «no se bajaron del móvil» y sólo activaron la sirena para intentar disuadir a los violentos.
Además, las víctimas remarcaron que los agresores se burlaron de ellos por redes sociales e incluso les gritaron cuando brindaban su testimonio a distintos medios televisivos en el lugar.
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Marcos comentó que dentro del boliche, un grupo de jóvenes, «quisieron sacar a bailar a una amiga, pero mi amigo salió a bailar con ella, se pusieron celosos y le pegaron a él». Daniela, por su parte, agregó: «Esos chicos estaban muy cargosos con nuestra amiga, por eso Thiago, nuestro amigo, se quedó con ella y les pidió que se vayan y le dieron una piña en la boca».
Luego de eso, relató: «Los patovicas lo sacaron a él sólo con todos los demás, lo dejaron afuera. Les pedimos que lo hicieran entrar porque lo iban a matar a golpes. No sabíamos que hacer porque éramos tres mujeres y él encima tiene 17 años. Los patovicas nos dijeron que el bar ya cerraba y no nos iban a dejar entrar. Entonces salimos e intentamos calmar las cosas con estos pibes, pero empezaron a golpearnos a todos. Me dejaron inconsciente con palazos en la nuca. Había un patrullero que sólo tocaba sirena, la Policía no hizo nada. Ellos eran más grandes que nosotros, de cuerpo, tenían como entre 24 y 25 años».
Paola, la mamá de Marcos, contó que «cuando me dijeron que había tenido una pelea, yo pensé que fue una pelea común, mano a mano con otro chico, no me imaginé nunca esto» y que al ver a su hijo no pudo evitar pensar en el caso de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado tras un ataque de rugbiers en Villa Gesell. «Se me vino Fernando a la cabeza. Es exactamente la misma situación: un boliche que deja a los chicos en manos de delincuentes, porque son delincuentes y asesinos, otra cosa no cabe decir», manifestó.
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En principio se había dicho que todos los atacantes eran rugbiers, pero en las últimas horas se aclaró que algunos de ellos practican este deporte en un club de la localidad de Villegas. Según se dijo desde el entorno de las víctimas, tampoco serían oriundos de Aldo Bonzi.