Tres de Febrero le pide a la Justicia que se retire el obrador del soterramiento del tren Sarmiento en Ciudadela
El Municipio presentó un recurso de amparo para emplazar al Gobierno nacional. La estructura se encuentra desde hace tres años en la zona de la avenida Rivadavia, entre las calles Alianza e Hipólito Vieytes. Los detalles del pedido.
El Municipio de Tres de Febrero presentó un amparo en la Justicia para que el Estado nacional desmonte de forma urgente el obrador instalado en la avenida Rivadavia, entre las calles Alianza e Hipólito Vieytes, en la localidad de Ciudadela, que se instaló para la inconclusa realización del soterramiento del Tren Sarmiento.
La acción judicial, que fue avalada por vecinos de la localidad, recayó en el Juzgado Federal en lo Civil y Comercial y Contencioso Administrativo Federal de San Martín N° 1, a cargo del Dr. Oscar Alberto Papavero. El intendente, Diego Valenzuela, expresó que la iniciativa está relacionada a que «las estructuras ponen en peligro a peatones y conductores; afecta la seguridad vial y el desarrollo de esta zona. Y hoy es un foco de abandono y de peligro ambiental”.
En un comunicado, las autoridades de Tres de Febrero manifestaron preocupación «por la continuidad del obrador porque desde hace más de tres años se mantiene dicha estructura sin fundamento alguno» y señalaron la inquietud de los vecinos que «se ve agravada por la incertidumbre de que no existe fecha cierta de reanudación o cancelación completa de la obra».
Las razones de Tres de Febrero para pedir que se retire el obrador
Desde la Comuna sostuvieron que el obrador afecta la normal circulación del caudal de tránsito que se puede ver durante todo el día por la avenida Rivadavia y atenta contra la seguridad vial de los transeúntes que a diario caminan por el lugar.
«Impide la circulación de las personas que ingresan y egresan de la estación Ciudadela. La estructura en cuestión genera un obstáculo visual para el cruce de la avenida en la intersección con el ingreso a la estación, que se ve agravado por el intenso uso del paso peatonal que vincula ambos lados de las vías tratándose además de dos zonas comerciales muy transitadas». Asimismo, remarcaron que también es un foco infeccioso porque allí se arrojan residuos y es imposible el paso de un camión recolector para retirarlos.
Otro de los cuestionamientos es por el impacto en el tránsito vehicular, dado que aseguraron que el obrador disminuye dos carriles diarios de circulación vehicular (sentido este-oeste), generando congestionamientos de tránsito diariamente.
Además, puntualizaron en que no hay señalética acorde a las normas de seguridad e higiene pertinentes que lo hacen proclive a generar siniestros viales, a entorpecer la visión de vehículos y retrasar el recorrido de varias líneas de buses de transporte público que circulan por la avenida con miles de pasajeros de forma diaria.
«Todo lo mencionado no permite el ordenamiento vehicular como así tampoco el del espacio y la infraestructura urbana en una arteria clave que conecta gran parte de la provincia con la ciudad, en una zona de alto tránsito», expresaron.
El demorado proyecto del soterramiento del tren Sarmiento
La obra del soterramiento del tren Sarmiento se anunció en 2008, durante el mandato de la ex presidenta, Cristina Kirchner. Sin embargo, se trata de uno de los proyectos más veces anunciados de la historia. Entre avances y demoras, en 2018 los trabajos que se habían retomado volvieron a detenerse y en 2021, el Ministerio de Transporte prometió continuar las obras.
«El soterramiento es viable. Necesita de una revisión de plazos y, por supuesto, de un financiamiento internacional. Argentina puede negociarlo, pero no para favorecer a la timba y la especulación, como en el anterior gobierno, sino para mejorar su infraestructura», dijo el ex ministro, Alexis Guerrera.
El proyecto contempla la construcción de un túnel de 18 kilómetros de extensión (hasta ahora se completaron siete) y 8 nuevas estaciones subterráneas entre Caballito y Castelar, además de eliminar 52 pasos a nivel para agilizar el servicio. El objetivo es disminuir 25 minutos (de los actuales 72 a 47) el tiempo de viaje entre terminales y mejorar los estándares de seguridad vial en toda su traza.