La historia del barrendero justiciero de Lomas de Zamora que salvó a una mujer y su hija en un violento asalto
Carlos Graves, de 31 años, enfrentó a dos motochorros mientras trabajaba en Villa Fiorito: a uno lo redujo a escobazos. No es la primera vez que ayudó a vecinos en peligrosas situaciones en las que incluso pone en riesgo su vida.
Las calles de Lomas de Zamora tienen un nuevo héroe. No viste capa ni tiene superpoderes, pero sí un enorme compromiso con su comunidad. Carlos Graves tiene 31 años, es barrendero y no duda ni un segundo en ayudar a sus vecinos ante alguna situación de peligro.
En las últimas horas trascendió que salvó a una mujer y su hija durante un asalto de motochorros. Fue en la calle Darwin al 1900, en Villa Fiorito. Allí se encontraba haciendo su trabajo, escuchó a una mujer pidiendo auxilio y al voltearse vio que estaba siendo amenazada, junto a su hija, por delincuentes armados que querían robarles el auto. Se acercó rápidamente a ellos.
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«Llegué y le hablé a uno de los tipos, le dije qué más le iba a sacar, pero no hubo caso: se puso violento y me quiso pegar con el arma. Yo le pego en la rodilla y se le cae el revólver, que era una réplica. Ahí es cuando lo logro reducir», relató Carlos Graves.
A otro ladrón le dio un golpe con su escoba y logró dejarlo desvanecido. Sin embargo, ambos lograron escapar momentos después junto a un tercero que también estaba con ellos. Mientras, Carlos se quedó ayudando a las víctimas. «El tipo al que le pegué con la escoba tenía las llaves del auto de la señora, se las pude sacar y no se llevaron nada. Cuando vino el marido de ella me ofreció plata, pero yo no quise. Le dije que para eso trabajo», aclaró en declaraciones a El Diario Sur.
Otros hechos en los que intervino el joven de Lomas de Zamora
El barrendero tiene conocimientos de defensa personal que le permiten contar con herramientas para enfrentar a asaltantes en la lucha cuerpo a cuerpo, más allá, obviamente, del peligro extremo que representa por la posibilidad de que alguno de ellos esté armado.
Cuando era chico, a los 14 años, comenzó a practicar boxeo en el club Huracán y lo hizo hasta sus 26. Quiso entrar al mundo de las artes marciales mixtas (MMA) pero terminó descartando esa posibilidad porque, según reconoció, «era muy complicado». Y reveló también que boxear le dejó algunas complicaciones de salud, como la pérdida de visión, algo que le hizo abandonar ese deporte de forma precoz. Igualmente, nunca dejó de querer aprender e hizo cursos de defensa personal en la delegación de la Municipalidad de Lomas de Zamora en Villa Fiorito.
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Así, en abril de este año, intervino en otro episodio de inseguridad en esa localidad, cuando un ladrón entró armado a robar un comercio de productos químicos, le dio un culatazo al dueño e intentó gatillar el arma. Carlos lo enfrentó y logró reducirlo, salvando al comerciante y sus empleados.
Antes, en 2019, asistió a un joven motociclista de 27 años que chocó con un lomo de burro casero que había construido un vecino, también en Villa Fiorito, en las calles Doctor José María Rosa y Camarero. A raíz del impacto, salió despedido y quedó tendido en el pavimento. Aunque tuvo tres paros cardíacos, el barrendero, que se encontraba allí, no dudó en acercarse y hacerle ejercicios de reanimación cardiopulmonar y así salvarle la vida.
«Lo di vuelta, vi que estaba ahogado y morado, entonces comencé con la reanimación. Logré que expulsara la sangre con la que se estaba ahogando, lo acomodé de costado y seguí con el RCP por 20 minutos para ayudarlo a respirar. Como yo sé las técnicas porque fui a los cursos gratuitos que da el Municipio de Lomas de Zamora y por algunas clases que me dio mi mujer, ya que es estudiante de enfermería, lo puse en práctica”, había relatado Carlos Graves.