Tragedia en Punta Cana: quién es el vecino de Villa Ballester que murió junto a otros tres turistas argentinos
Juan Pablo Curiantun tenía 27 años y falleció en el Hospital IMG de esa conocida ciudad caribeña, donde estuvo internado durante diez días. Es el cuarto turista argentino que pierde la vida por el hecho, ocurrido el 6 de octubre.
El trágico vuelco de un micro en la ciudad de Punta Cana, en República Dominicana, volvió a traer una triste noticia: falleció el cuarto turista argentino que iba entre los 52 pasajeros del ómnibus. Se trata de Juan Pablo Curiantun, un joven de 27 años que era vecino de Villa Ballester, en el noroeste del Conurbano.
Se encontraba internado en el Hospital IMG de la localidad caribeña en un estado muy delicado: había sufrido fractura de mandíbula y de cráneo, además de habérsele amputado uno de sus brazos producto de las graves lesiones. En esa parte de su cuerpo, una infección había complicado su cuadro y se le había llegado a practicar una traqueotomía.
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Juan Pablo Curiantun era el último argentino que se encontraba internado tras el terrible siniestro vial. Desde hacía dos años era empleado de una empresa multinacional de consultoría estratégica, servicios tecnológicos y externalización. Su familia había solicitado a Cancillería Argentina su traslado al país en un avión sanitario, pero el oriundo de Villa Ballester terminó falleciendo en la madrugada de este domingo.
Por el trágico hecho ya habían fallecido los argentinos Valeria Paola Medina (44), Alejandro Luis Klinec (37) y Valeria Victoria Brovelli (33). Esta última era oriunda de Vicente López: trabajaba como asesora de Seguridad e Higiene de la empresa IBM en Argentina desde hacía siete años y se había egresado como licenciada en Ciencias Ambientales en la Universidad del Salvador.
Cómo fue el trágico vuelco del micro en Punta Cana
El vuelco del micro en Punta Cana por el que murió el vecino de Villa Ballester junto a otros tres argentinos y una mujer de nacionalidad peruana, tuvo lugar el jueves 6 de octubre por la mañana en el Boulevard Turístico del Este, en la provincia La Altagracia. El ómnibus llevaba en total 52 pasajeros a una excursión en Isla Saona.
Fue alrededor de las 9 de la mañana cuando el conductor perdió el control del autobús y terminó despistando. Las primeras versiones indicaron que quiso evitar el impacto contra un carro y un camión. Sin embargo, una pasajera chilena contó que el chofer manejaba en exceso de velocidad y volcó al tomar una curva. El micro terminó tumbado frente a una estación de servicio.
Los registros de una cámara de seguridad mostraron el momento del hecho y al conductor, Franklin Nin Pérez (47) lo acusaron de conducir de forma temeraria y no haber respetado las normas de tránsito. Además, se le realizó un test de narcóticos y dio negativo a marihuana, anfetaminas y opiáceos, pero sí se pudo comprobar que estaba bajo los efectos de la cocaína.
La Justicia de República Dominicana también lo acusó de violar la obligatoriedad de usar el cinturón de seguridad y permitir que personas entorpezcan la visión y la correcta realización de maniobras del vehículo. Por todo, podría afrontar la pena de hasta tres años de cárcel y uno de prisión preventiva.