Crimen de Roberto Sabo: condenaron a prisión perpetua al asesino del kiosquero de Ramos Mejía
La Justicia le aplicó el máximo de pena a Leandro Suárez, de 29 años, quien el 7 de noviembre de 2021 mató a balazos al comerciante, de quien se acreditó que no se resistió al robo y fue ejecutado. El ladrón es reincidente.
La Justicia condenó con prisión perpetua a Leandro Suárez, el delincuente de 29 años que llegó a juicio acusado de haber asesinado a balazos al kiosquero Roberto Sabo, en un robo ocurrido el 7 de noviembre de 2021 en el local del comerciante, en la ciudad de Ramos Mejía.
El veredicto se escuchó este martes de modo virtual de parte del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de La Matanza, a cargo de los jueces Arturo Gavier, Lucila Pacheco y Diego Burgueño. Suárez, de 29 años, era el único acusado en el juicio, ya que en el hecho tuvo como cómplice a una adolescente de 15 años, la que por ser menor de edad no podía ser juzgada.
El jueves pasado, en la segunda jornada del juicio, el fiscal Sergio Antín pidió que el acusado fuera condenado a prisión perpetua, Según el representante del Ministerio Público, no existió un forcejeo entre la víctima y el homicida y que éste «ejecutó» al comerciante de cuatro disparos.
“Fui a delinquir, no a matar”, fue la defensa que intentó esbozar Suárez en el juicio. En su alegato, el fiscal había solicitado al TOC 2 que condenara a Suárez por los delitos de «homicidio calificado con la participación de una menor de edad, robo calificado por el uso de arma de fuego y portación ilegal de arma de fuego de uso civil y de guerra».
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El pedido del representante del Ministerio Público coincidió con la querella, a cargo de los abogados Humberto Próspero y Juan Triverio -integran el estudio de Fernando Burlando-, quienes afirmaron que en el juicio quedó acreditado que el kiosquero no se resistió. Por ello, reclamaron que se condenara a Suárez por el mismo delito y que se lo declare reincidente.
En las audiencias presenciales durante el juicio oral y público, la familia Sabo estuvo representada por Pedro Sabo (75 años), el papá del kiosquero, por Nicolás (26) y Tomás (19), los dos hijos de la víctima, y por Patricia Giglio (41), la última pareja de Roberto.
Cómo fue el crimen de Roberto Sabo
Según la elevación a juicio presentada por el fiscal de primera instancia, Federico Medone, el crimen de Sabo fue cometido en el marco de un raid criminal del 7 de noviembre de 2021. Fue entonces cuando el acusado y la adolescente de 15 años que lo acompañaba fueron hasta una agencia de remises de Ciudadela y pidieron viajar hasta Ramos Mejía.
Así llegaron en un remís Ford Focus negro al kiosco ubicado en avenida de Mayo y Alvarado, en la zona comercial de Ramos Mejía. Allí Suárez ingresó solo al «Drugstore Pato» armado con «una pistola semiautomática 7,65 mm con numeración suprimida y cargada con al menos un cartucho, y con un revólver calibre .22».
Una vez adentro del comercio, Suárez intimidó con esas armas a Sabo, se apoderó de 10.000 pesos producto de las ventas y disparó cuatro balazos contra el kiosquero, quien murió casi en el acto, de acuerdo a lo aportado por la acusación.
Mientras el acusado dijo que hubo un forcejeo con la víctima, el fiscal dio por acreditado que no se dio tal secuencia. Por ello, Antin aseveró que Suárez «efectuó cuatro disparos contra la víctima, dos que impactaron en el rostro y dos en el tórax. Todos fueron a corta distancia, de forma descendente, casi a modo de ejecución».
Al salir del kiosco, el asaltante amenazó al remisero que lo había llevado hasta el lugar y le robó 6.000 pesos de la recaudación, el celular y el Ford Focus, en el que escapó con la adolescente. En la huida, el auto chocó contra un árbol. Luego Suárez y su cómplice ingresaron a un supermercado con intenciones de simular ser clientes: se cambiaron la vestimenta para procurar no ser identificados. Tras ello, le robaron la moto a un delivery, hasta que finalmente fueron detenidos por agentes de la Policía Bonaerense en avenida de Mayo y Rivadavia, de Ramos Mejía.
La increíble defensa de Leandro Suárez
En su alegato, la defensa de Suárez solicitó una condena de 15 años de cárcel por «homicidio en ocasión de robo», ya que consideró que no hay pruebas que indiquen que el acusado tuvo intención de matar.
Dicho pedido fue en sintonía con lo expresado por el propio acusado cuando declaró frente a los jueces del TOC 2. “Yo fui a delinquir, no fui a matar“, fue la conclusión expuesta por Suárez en un alegato teñido de desesperación, en el que además dijo estar arrepentido y le pidió perdón a la familia de la víctima.
“Nunca fue mi intención matar a la persona, yo primeramente les pido perdón a los familiares. Estoy arrepentido, nunca me había pasado algo así. Había tomado champagne, había tomado pastillas, recuerdo muy poco, partes que no me acuerdo, entré y agarre, esperé que salgan clientes, cuando salieron le pedí algo del fondo y pasé por el otro lado del mostrador”, declaró.
Incluso pidió que evitaran juzgar a la joven de 15 años que estaba con él. “La chica no tiene nada que ver, le dije que espere que iba a comprar algo, ella no sabía, también sospechó algo porque me vio raro, nunca tocó nada la piba, no hizo nada. La cagada me la mandé yo, me parece que es injusto que la tengan encerrada a esta piba por algo que no hizo”, afirmó.
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Según su relato, en el momento de asesinar a Sabo estaba enojado porque, afirmó, se acababa de enterar que la adolescente estaba embarazada. “Me puse a trabajar de albañil una semana y me pagaban 1.200 pesos. No me alcanzaba, me desesperé“, alegó.