La increíble carrera de Diego Dabove, el vecino de Banfield que no jugó en la A y pasó por todos los grandes
Ahora es el técnico de Huracán, uno de los animadores de la Liga Profesional de Fútbol. Una lesión le puso un temprano final a su trayectoria como arquero. Y como entrenador ya pasó por 18 clubes distintos.
Diego Dabove, el técnico que ahora conduce a Huracán.
Diego Dabove supo de qué se trataba la vida del futbolista profesional pero nunca pudo jugar en Primera División. Se formó como arquero en las Inferiores de Lanús, donde jamás pudo superar la barrera de ser suplente en el equipo superior, y fue por ello que inició un peregrinaje por clubes del Ascenso. Sin embargo, su carrera dijo basta de en forma temprana por una traicionera lesión y desde entonces comenzó con la faceta por la que se hizo conocido, la de entrenador, aunque primero debió realizar trabajos silenciosos.
Ahora es el técnico de Huracán que está en la pelea grande de la actual edición de la Liga Profesional de Fútbol que tiene animadores poco habituales. En un torneo que lidera Atlético Tucumán, el Globo encontró con Dabove un funcionamiento que le dio los resultados para estar entre los más encumbrados del certamen. Y aunque su nombre se viene escuchando con frecuencia en estos tiempos, porque siempre tuvo trabajo, hay facetas de su prehistoria que sorprenden.
Diego Dabove y una carrera sin las luces de Primera
Nacido el 18 de enero de 1973, Diego Dabove se crió a pocas cuadras de la cancha de Banfield. Hincha de Boca, admiraba a Hugo Gatti y a Luis Islas. Hizo las Inferiores en Lanús. De chico, “en Quinta o Sexta”, usaba los tiempos libres para mostrar que iba a ser entrenador: “aprovechaba para ir a ver el rival de la próxima fecha”. Llegó a la Reserva y fue suplente a principios de los 90 de Carlos Roa; nunca tuvo la chance de jugar siquiera un minuto en el Granate.
Así, en 1995 pasó a Dock Sud y comenzó una carrera profesional que lo iba a llevar por distintos clubes del Ascenso, del Conurbano y el Interior: Sportivo Dock Sud (1996), Argentino de Quilmes (1997), Ferro de General Pico (1998), Cañuelas (1998/1999) y la última estación en Deportivo Riestra, donde una lesión en el hombro lo obligó a retirarse en 2000, con apenas 27 años.
Al vecino de Banfield nunca le faltó trabajo
Hay muchos otros casos de futbolistas que terminaron con su carrera y de inmediato arrancaron como técnicos. También fue el caso de Diego Dabove, quien como le había sucedido como arquero, la debió remar desde abajo. Sólo dos semanas después de colgar los guantes se sumaría al cuerpo técnico de Miguel Ángel Russo (quien lo había tenido como jugador en Lanús) en Los Andes y comenzaría su trabajo como entrenador del que había sido su puesto en la cancha.
Durante los 17 años siguientes, su trabajo se enfocaría exclusivamente en el arco, con excepción de un partido en 2003 en el que estuvo a cargo de dirigir a Lanús de manera interina (empate 1-1 contra Talleres en la última fecha del Clausura).
Durante todo ese tiempo, Diego Dabove trabajó con distintos entrenadores y pasó por cuatro de los cinco grandes: estuvo en 2004 en Boca con Miguel Brindisi, pasó por River en 2009 con su amigo Néstor Gorosito, llegó a Independiente en 2012 de la mano de Américo Gallego y se consagró campeón con Racing junto a Diego Cocca en 2014. Además, estuvo en la Selección de Bahréin con Sergio Batista en 2015.
“Hay dos entrenadores que me marcaron mucho: Miguel Russo y Pipo Gorosito, que es como un hermano. Yo vivo del fútbol, mi casa está llena de papeles de Godoy Cruz. Soy apasionado y obsesivo. Pero tampoco soy Bielsa», reflexionó.
En total pasó por 15 clubes, en los que integró 12 equipos de trabajo diferentes hasta que Godoy Cruz le ofreció, primero hacerse cargo de la Reserva y en 2017 de la Primera. Enseguida impuso su sello y pasó de buscar salvarse del descenso a salir a segundo, a dos puntos de Boca, y clasificarse a la Libertadores.
En Argentinos Juniors, la historia fue similar: llegó con el club mirando los promedios y lo deja tras dos participaciones consecutivas en la Sudamericana y en las puertas de jugar la principal competencia del continente.
Un recorrido sorprendente
Dabove empezó 2021 como técnico de Argentinos pero rescindió antes de comenzar la competición de ese año para irse a San Lorenzo. Apenas dirigió 22 partidos en el Ciclón y se fue tras una floja campaña. Su siguiente estación fue Bahía de Brasil, que lo echó después de apenas seis encuentros (apenas un triunfo). Lo recibió Banfield, club que conocía por haberse criado en el mismo barrio.
El Taladro era su cuarto trabajo en el mismo año: asumió en octubre de 2021 pero sólo resistió por cinco meses, hasta marzo de 2022. En mayo ya estaba en Huracán, donde reemplazó a Frank Darío Kudelka. Con el Globo está tercero en la Liga y se anotó triunfos importantes, entre ellos contra River.
Es el entrenador que tiene un estilo de juego pragmático aunque hay algo que no negocia. Tal como les suele decir a los jugadores en sus charlas: “El único gordo que puede haber acá, soy yo. Ustedes tienen que ser profesionales, me tienen que dar el máximo de cada uno, su mejor versión, después nosotros elegimos. Pero los quiero a todos al palo”. Ese es Diego Dabove.
