El club del Ascenso que cumple 115 años, jugó con los grandes y formó a cracks de Selección
Talleres de Remedios de Escalada participó de los primeros torneos profesionales del fútbol argentino, en la década del 30. Aunque nunca más volvió a ese nivel, fue cantera de figuras de renombre internacional.
El primer día de junio se cumplirán 115 años de la fundación de Talleres, club tradicional del ascenso y emblema de Remedios de Escalada. Hace nueve décadas, cuando empezaba a desarrollarse el fútbol profesional en nuestro país, los albirrojos jugaron mano a mano contra los equipos más poderosos. No es el único orgullo de la institución: en su seno se formaron grandes cracks, varios de ellos con historia relevante en la Selección.
Denominado originalmente Talleres United Football Club, en clara demostración de las influencias británicas de la época, adoptó los colores rojo y blanco en honor a Alumni, el equipo dominante en los primeros tiempos de nuestro fútbol. Los de Remedios de Escalada subieron a Primera en 1925 tras vencer en una final a San Telmo y, a pesar de algunos altibajos, compitieron contra los grandes hasta fines de la década siguiente.
La temporada de despedida fue en 1938: seis triunfos, seis empates, 20 derrotas y 103 goles en contra, al cabo de 32 fechas, lo condenaron a bajar. Nunca más pudo regresar.
Un club con varios cracks
El mejor papel en la máxima categoría, bajo la denominación Club Atlético Talleres, había sido en 1935. Sumó 30 puntos, uno menos que Racing, y se ubicó décimo. Logró un meritorio empate 2-2 ante Boca, el campeón, con doblete de Hugo Lamanna, potente y goleador centre forward que fue adquirido por Independiente.
Lamanna compartió formaciones con el arquero Ángel Bossio y el defensor José Salomón. A Bossio, integrante del plantel argentino en el Mundial de 1930, se lo conocía como La Maravilla Elástica, por su innovadora capacidad para volar de palo a palo. Atajó en River. Salomón, en tanto, brilló con la camiseta de Racing y hasta avanzada la década del 50 fue el futbolista con más presencias en la Selección.
Zanetti, un grande del Ascenso a la Selección
Javier Adelmar Zanetti es un símbolo del Inter. Desarrolló en Milán el grueso de su notable carrera y es una referencia del Calcio. Pese a su colección de scudetto, copas europeas, premios y distinciones varias, nunca olvida sus orígenes en la cancha de Coronel Timote al 3400.
Pupi fue un miembro estable de la Selección desde fines de los 90 hasta principios de este siglo. ¿Quién no recuerda aquel gol a Inglaterra en Francia, por los octavos de final del Mundial 98?
Otro contemporáneo con origen en Escalada y proyección internacional es Germán Gustavo Denis. Debutó en Primera con Los Andes y vistió muchas otras casacas, Quilmes, Cesena, Arsenal, Colón, Independiente, Napoli, Udinese, Atalanta, Lanús, Universitario de Deportes… Próximo a cumplir 40 años, el Tanque todavía mantiene la costumbre de romper redes en el ascenso italiano con Reggina.
Su pico máximo fue con el Rojo de Avellaneda, donde se consagró máximo anotador del Apertura 2007 con 18 goles (a solo dos del récord de Martín Palermo en torneos cortos).
Aunque por dimensiones e historia exceda la consideración de los típicos clubes pequeños de la zona, Talleres conserva ese espíritu barrial de los comienzos. Y no solo se practica fútbol. Entre los 70 y 80, antes del comienzo de la Liga Nacional, supo ser animador de los certámenes metropolitanos de básquetbol. Allí se formaron los mellizos Cristian y Silvio Santander, hijos de Toti, ex jugador y entrenador. Silvio continúa viviendo en Lanús y es un reconocido técnico que acaba de salir campeón con San Lorenzo.
El adversario clásico de Talleres en materia futbolera es Lanús, por cuestión de cercanía, aunque naturalmente también hay rivalidad con otros cuadros del sur del Conurbano. Una especial es con Temperley, su reciente vencedor en la Copa Argentina.