Violencia en el hospital de Solano: familiares de un joven muerto atacaron a los médicos y causaron terror
La víctima falleció en el Hospital Oller, al que había llegado con un disparo en la cabeza. Quienes lo acompañaban acusaron a los profesionales por el deceso: los atacaron violentamente y destrozaron parte de la guardia.
El Hospital Oller de San Francisco Solano, en el sur del Conurbano, fue escenario de otra situación de violencia extrema contra los médicos y el personal de salud. El episodio se originó a raíz de la muerte de un joven, que había llegado sin vida al lugar, que hizo estallar la furia de los familiares.
Todo comenzó en el mediodía del martes, cuando un joven de poco más de 18 años llegó con un balazo en la cabeza al centro asistencial, siendo llevado en un carro a caballo por allegados. Cuando el personal confirmó su deceso, la gente que lo acompañaba tomó un comportamiento cada vez más hostil, acusando al hospital de no haberlo atendido como correspondía.
Eran alrededor de una veinte personas, que comenzaron a los gritos y la violencia fue escalando hasta llegar al punto en que comenzaron a destrozar el lugar: golpearon sillas, puertas y una mujer que integraba el grupo grabó un video en el que aseguraba «lo re mataron» y acusaba a los efectivos policiales que estaban en el lugar de «no hacer nada» en el hecho por el cual fue baleada la víctima.
La familia aseguraba que al chico le habían disparado en un intento de robo, aunque no hubo confirmación oficial de que esas hayan sido las circunstancias. Sí trascendió que ocurrió en el barrio El Molino de Florencio Varela, una zona donde habitualmente trascienden situaciones delictivas o de violencia.
Lo cierto es que los familiares de la víctima causaron terror durante algunos minutos en el hospital hasta que la Policía logró controlar la situación.
La indignación de los médicos agredidos en el hospital de Solano
En diálogo con un móvil televisivo de Canal 13, los médicos, enfermeros y otros empleados del Hospital Oller expresaron su indignación por la situación que debieron vivir. «Cuesta mucho convencer a los compañeros para trabajar. Entendemos a los papás que están con miedos y preocupaciones, pero vienen agresivos, nos han pegado y maltratado. Nos genera problemas de sueño, de salud, todos tenemos una vida y queremos llegar a nuestras casas con nuestras familias. En todos los hospitales somos agredidos, cada vez somos menos y estamos recargados con más horas», dijo una profesional.
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«Trabajamos bajo presión. Todos los días hay discusiones, agresiones. Estamos cansados, no se tiene que minimizar con que es un caso aislado, que es lo que dicen gente del hospital», agregó otro empleado.
En tanto, otra compañera manifestó que «desde el Municipio de Quilmes nos dicen que ya se va a resolver y venimos hace años de la misma manera. En la guardia hay una reja por todas estas cosas que pasan».
Y por último, otra profesional cerró: «Este hospital ha llegado a recibir pacientes hasta de Guernica. Eso hace que haya más demanda, menos insumos y que nos violenten así, duele. Ha habido acá episodios de violencia en los que se han roto equipos que costaron mucho volver a tener. La gente no toma consciencia de la gravedad del asunto».