La historia de Nicolás Laprovittola en Deportivo Morón: de la escuelita Gallo Patón a la elite del básquet
El hijo de Margarita Stolbizer se formó en el club del oeste del Conurbano. El base, de 32 años, es figura del Barcelona, pasó por la NBA y el Real Madrid y lidera a la Selección Argentina.
Nicolás Laprovittola es uno de los mejores basquetbolistas argentinos y, a los 32 años, uno de los líderes de la camada que sucedió a la Generación Dorada. Hoy se destaca en el Barcelona, que en este deporte tiene a nivel español y europeo la misma importancia que en el fútbol. Pero para llegar a ese lugar pasó por varios clubes y tuvo un inicio en su Conurbano natal.
El comienzo en el Deportivo Morón
Nacido y criado en Castelar, Laprovittola jugó desde los seis años en el Deportivo Morón. Su familia tiene una mixtura de política y deportes, según lo expuso su mamá, la diputada nacional Margarita Stolbizer, quien contó que “jugaba al voleibol”, mientras que su marido, Juan Carlos, “al fútbol”. “Así que nada que ver con el básquetbol”, amplió la legisladora del partido GEN.
Así, según Stolbizer, “el que empezó” con el básquet y les transmitió la pasión a sus hermanos “fue Nicolás, gracias a la película Space Jam”, que en los años 90 fuera protagonizada por Michael Jordan metido en una historia de dibujos animados con los personajes de Warner Bros, entre ellos el conejo Bugs Bunny y el Pato Lucas.
“En Morón, que es donde vivimos, una vez vimos un pasacalles que decía ‘Escuelita de básquetbol del Gallo Patón’, de Deportivo Morón. Fuimos y lo anotamos. Es un deporte muy familiar. Y el grupo que nos recibió nos encantó. Ahí se armó un grupo de padres en el que nos repartíamos lavar las camisetas, atender el kiosco. Y eso nos fue integrando. Después, empezaron los dos más chicos”, amplió Stolbizer.
Federico y Juan Laprovittola también jugaron al básquet en el Gallo. A Nico incluso se lo vio alentando en algún partido de local a Fede, quien se recibió de abogado e incursiona en la política; fue candidato a concejal de Juntos por el Cambio en las últimas elecciones en Morón.
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“Nunca fui deportista. Mis hijos fueron los que nos metieron en el deporte. Ahora nos reímos con mi marido porque conocemos un montón de básquetbol. Recorrimos varios clubes de todo el país por nuestros hijos. Y conozco a todos los jugadores. Me fijo dónde están, quién pasó de un club a otro”, reveló Stolbizer.
Los tiempos de Laprovittola en Deportivo Morón
Nicolás permaneció en el Gallo hasta 2007, cuando su madre lideró la creación del partido Generación para un Encuentro Nacional (GEN) y apoyó la candidatura a presidenta de Elisa Carrió.
En ese humilde gimnasio, que como tantos otros sufrió las consecuencias de la trágica inundación de 2013, también jugaron los hermanos de Nicolás, Federico y Juan, unidos los tres por la misma pasión deportiva.
Antes de dejar Morón, Lapro debutó en la división superior del equipo del Oeste y enseguida llamó la atención de otros clubes. El que se lo llevó fue Lanús, que en ese momento jugaba en el Torneo Nacional de Ascenso (TNA). Con la desequilibrante participación del base, los Granates lograron llegar a la Liga Nacional de Básquet.
Su rivalidad amistosa con Campazzo
Con el transcurrir de las temporadas, Laprovittola se fue haciendo líder de su equipo, uno de los animadores de la LNB en el lustro de 2008 a 2013. El mejor cuadro de esos años era el Peñarol de Sergio Oveja Hernández, con Leonardo Gutiérrez a la cabeza y un también joven Facundo Campazzo.
El vencedor en esos duelos fue Campazzo, que se coronó tricampeón de la LNB. El nivel de ambos los llevó al seleccionado nacional, que contaba con una vacante tras la salida del equipo de Pepe Sánchez. La puja fue mano a mano hasta el final pero finalmente el cordobés de Peñarol ganó la pulseada y se quedó con un lugar en el plantel que viajó a los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Brasil, Europa y breve paso por la NBA
Luego de seis temporadas en Lanús, Laprovittola pegó el salto a Brasil: jugó de 2013 a 2015 en el Flamengo. Con los populares cariocas fue bicampeón local y además se consagró en la Liga de las Américas, el certamen más importante a nivel continental.
Esa gesta le abrió las puertas europeas: Lituania fue su primer hogar. Rápidamente desembarcó en Estudiantes de Madrid y ese mismo año (2016) terminó jugando 18 partidos en los Spurs de Manu Ginóbili, quien lo apadrinó durante su breve estadía texana e incluso lo invitaba a su casa a comer milanesas.
Su llegada al Joventut de Badalona hizo renacer los duelos con Campazzo: Lapro fue elegido como MVP de la Liga ACB, temporada 2018/19, con 50 puntos más de valoración que el base del Real Madrid. En la página de Facebook del Deportivo Morón subieron un video para compartir con sus seguidores la alegría por esa conquista.
El base de Castelar pasó al Real Madrid y se terminó adueñando del puesto cuando Facu se fue a la NBA. Allí ganó tres títulos y acabó pasando al Barcelona, equipo con el que volvió a tener un gran rendimiento. Los culés lo adoptaron como propio y él tuvo su revancha: MVP de la Copa del Rey, en la que venció al Merengue.
No solo fútbol en Morón
El arranque de la Liga Nacional de Básquet -certamen impulsado por el entrenador León David Najnudel y el periodista Osvaldo Ricardo Orcasitas, entre otros- contó con 16 equipos. Ferrocarril Oeste se consagró campeón en aquel 1985 tras superar por 2-1 a Atenas en la serie decisiva. Uno de esos pioneros de la LNB fue el Club Morón, representante del conurbano bonaerense junto al Deportivo San Andrés de Malaver (San Martín).
Ubicado en la calle Bernardo de Irigoyen, con los mismos colores rojiblanco aunque menos repercusión que su vecino de Hipólito Yrigoyen, ambos compiten en los torneos de la Federación de Básquet del Área Metropolitana de Buenos Aires (Febamba) y son reconocidos por su trabajo en las divisiones formativas. Lapro, por mucha distancia, es el producto mejor terminado de esa cantera.
Bostero y riquelmista
Declarado hincha de Boca desde siempre, Laprovittola recibió una gran sorpresa en los últimos días: al finalizar un partido del Xeneize, el actual vicepresidente Juan Román Riquelme le grabó un saludo y le envió una camiseta del club, la del homenaje al Metropolitano de 1981, con la 10 en la espalda.
Muy agradecido por el gesto de su ídolo, Nicolás envió su camiseta del Barcelona y fue por más: pidió ir a La Bombonera y hasta comer un asado en el Predio de Ezeiza con Román.