San Fernando: restauran el Palacio Otamendi y construyen un teatro para 500 personas
La Comuna trabaja sobre el edificio construido entre 1860 y 1870 para convertirlo en un polo cultural. «Cada vez nos queda menos para cumplir el sueño de poder disfrutar este hermoso espacio», declaró el intendente Juan Andreotti.
En Municipio de San Fernando avanza en los trabajos para restaurar el tradicional Palacio Otamendi. Las obras incluirán la construcción de un teatro municipal con capacidad para 500 personas que convertirá al emblemático edificio de Sarmiento al 1400 en lo que se dio en llamar el «Paseo Cultural Otamendi«.
En las últimas horas, el intendente Juan Andreotti realizó una visita por el predio y detalló sobre los trabajos: «Vinimos a recorrer la obra de restauración del Palacio Otamendi. Ya podemos ver algunas de sus fachadas y se puede notar la belleza de este edificio, así también como ha comenzado la obra del teatro».
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Luego, el jefe comunal de San Fernando agregó: «Todo lo que va a significar el Paseo Cultural Otamendi, toda esta media manzana de parque, teatro y palacio, nos pone muy contento. Las tareas van avanzando muy bien y poder restaurar este sitio histórico para nuestra ciudad es muy importante, sobre todo por lo que va a significar».
«Nosotros vemos a la cultura como una de las salidas laborales más importantes para el futuro. Cada vez nos queda menos para cumplir el nuevo sueño de poder disfrutar este hermoso espacio cultural», consideró Andreotti.
El intendente visitó el edificio acompañado de la secretaria de Obras Públicas de San Fernando, Cecilia Tucat. Con un estilo de renacimiento alemán, el Palacio Otamendi luce en su exterior un romántico aspecto de castillo, con techo de pizarra negra, escaleras en mármol de Carrara y vitrales con figuras geométricas. Está ubicado en la calle Sarmiento al 1400 y, antiguamente, hacia la calle Belgrano, se encontraban las caballerizas y la vivienda de los caseros que tenía un gran molino de viento.
Con esta obra se busca preservar la estructura del sitio con técnicas especializadas, reconstruyendo el techo, reparando el mural de mayólicas de su salón principal y recuperando una terraza con sus barandas originales. Además, el personal trabaja en los ornamentos, carpinterías y herrajes.
La historia del emblemático edificio de San Fernando
El palacio fue construido entre 1860 y 1870 por los Belgrano Rawson y los Vega Belgrano, descendientes de Carlos Belgrano, comandante del Pago de las Conchas y Punta Gorda Uno de ellos, Joaquín, falleció siendo muy joven y su viuda, doña Josefina Rawson, vendió la propiedad al ingeniero Rómulo Otamendi, quien fijó allí su residencia de verano junto a Matilde Carballo, su esposa.
Cuando Matilde murió en 1916, Otamendi donó la casa a la Sociedad de Beneficencia de la Capital. Las Hermanas de los Santos Ángeles Custodios, congregación española fundada por la beata Rafaela Ibarra de Vilallonga, se hicieron cargo en 1936 con la anuencia de la marquesa Adela María Arilaos de Olmos, presidente de la Sociedad.
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Luego, el palacio pasó a manos del Consejo del Menor y la Familia del Estado nacional. Y, tras años de abandono que incluyeron intentos de intrusiones y un incendio que afectó una de las plantas de la casa, en 2016 pasó a manos de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE). En 2020, en tanto, se firmó un convenio donde se le cedió al Municipio de San Fernando la custodia.
La residencia se encuadra dentro una serie de viviendas privadas emblemáticas de la provincia de Buenos Aires, según destaca el libro Patrimonio Arquitectónico Argentino, Tomo III, de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos.