Volver a nacer: el milagro de un ex policía que recibió seis balazos en Castelar, estuvo 20 días en coma y sobrevivió
Jorge Muzzicato (60) es un ex agente de la Policía Federal que fue baleado por delincuentes el pasado 3 de diciembre y estuvo al borde de la muerte. Su recuperación y su mirada sobre los ladrones que lo hirieron.
La mañana del viernes 3 de diciembre de 2021 en el barrio Santa Rosa de Castelar, en el oeste del Conurbano, la vida de Jorge Muzzicato (60) cambió para siempre. Ex agente de la División Bomberos de la Policía Federal, se encontraba en su auto junto a su hijo de 16 años, a metros del colegio Barrio Marina, cuando fue abordado por dos delincuentes armados que le dispararon para robarle.
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Eran las 9 y él iba a dejar a su hijo en la escuela, pero los asaltantes querían despojarlo de su auto Chevrolet Prisma y, desencajados, terminaron quitándoselo luego de efectuarle seis disparos que lo dejaron al borde de la muerte. La terrible secuencia fue registrada por una cámara de seguridad de la zona.
Jorge quedó en el suelo y fue trasladado al Hospital Churruca con fractura de ambos fémures y del lado derecho de la cadera, algo que lo obligó a llevar una prótesis desde la rodilla hasta la cintura y otra en la cadera. Estuvo más de 20 días internado en coma inducido, atravesó una traqueotomía y varias cirugías (debieron reconstruirle el intestino, donde habían impactado las balas). Hoy, a cinco meses de aquel episodio, logró contar su experiencia.
El milagro de volver a nacer tras la pesadilla en Castelar
Muzzicato recordó, en diálogo con Primer Plano Online, que el día que despertó en el hospital «era un cambio de guardia en medio de las fiestas. Pregunté como pude qué pasaba y me contaron que era fin de año. Estaba totalmente desorientado y de a poco me fueron contando que iba a entrar mi familia. La vi a mi señora y a mi hermana. No quería recordar nada, pero recién cuando pasé a sala, el 7 de enero, empecé a indagar».
Reconoció que durante muchos días se preguntó «¿qué hice para provocar semejante reacción?» pero que la psicóloga del hospital le remarcó que «no tenés que preguntarte por qué sino cómo va a ser tu futuro. Sos una nueva persona».
El día que logró ver el video de lo sucedido, Muzzicato manifestó que su «cabeza empezó a cambiar» porque hasta ese momento le daba pánico observar esas imágenes. Recordó que en aquel momento no tenía su arma reglamentaria para defenderse porque decidió dejar de portarla desde que se retiró, algo de lo que no se arrepiente.
También que los delincuentes, antes de dispararle a quemarropa, sin piedad, le apuntaron a la cabeza a su hijo pero la bala no salió. Y tiene presente el instante en que se acercó su mujer, Gladys, cuando estaba herido y era trasladado de urgencia, y le dijo «Orá, mamá». La fe, que aseguró que está presente en su vida, es la que le permitió a él y su familia atravesar la pesadilla.
Qué piensa el ex policía de los delincuentes que casi lo matan
Los delincuentes que dejaron al borde de la muerte a Muzzicato, tras relevamiento de cámaras y testimonios de testigos, fueron detenidos rápidamente en allanamientos en Merlo.
Se llaman Marcelo Saucedo, de 31 años, y Lucas Almirón, de 20, alias “Luquitas”. Al momento de la irrupción de la Policía Bonaerense de la Comisaría 3° de Castelar Sur y de la DDI de Morón, estaban escondidos en una casa, tirados en colchones y «completamente drogados», según detalló un investigador. Les secuestraron un revólver calibre 22 compatible con el usado en el ataque y la ropa que vestían en el momento del hecho, que incluso llevaba restos de sangre.
Los imputaron por robo agravado por el uso de arma de fuego, portación ilegal de arma de fuego y homicidio agravado criminis causae en grado de tentativa. Están con prisión preventiva a la espera del juicio.
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El ex policía, que trabajó durante 32 años para la fuerza federal y que es papá de seis hijos, manifestó que «muchos me decían que habría que matarlos. Yo se lo dije a la fiscal (Adriana Suárez Corripio de la Unidad Funcional de Instrucción N°8 de Morón): Jesús dijo al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Al César, lo que es del Estado. La ley del hombre se debe cumplir. Ellos se equivocaron, hicieron mal las cosas, deben cumplir. Desde el punto de vista de la fe, oro por ellos, para que se arrepientan, encuentren un camino y se den cuenta de lo equivocados que pueden estar».
Y cerró: «No soy garantista ni extremista en decir pena de muerte. He visto personas equivocadas que encontraron la gracia de Dios y por eso oro. Los perdono espiritualmente, no les voy a desear algo malo. Lo único que espero es que se den cuenta de que se equivocaron. Si buscamos venganza no hay nada: sólo trae más terror».