Castelar: el ejemplo de una joven con síndrome de Down que hace historia en el taekwondo
Lourdes Suriano, de 30 años, es la primera y única mujer de la Argentina en convertirse en tercera dan en este arte marcial. Logró acceder a la Copa del Mundo que se realizará en julio en Países Bajos y junta fondos para pagar el viaje.
La historia de Lourdes Suriano, una joven vecina de Castelar con síndrome de Down, es el ejemplo más claro de que el deporte es inclusión. Con 30 años, encontró en la práctica del taekwondo un espacio donde desarrollarse y forjar la autoestima, la confianza en sí misma y la autosuperación.
En el club Castelar, se entrena bajo las órdenes de su profesor Pablo Fiore y con el acompañamiento de su facilitador, Hernán Farinatti, quien explicó; «Yo no soy su entrenador pero sí soy el compañero en competiciones de taekwondo adaptado para las condiciones de cada persona».
«(Lourdes) arrancó cuando tenía 15 años y lleva la mitad de su vida haciendo taekwondo. Arrancó con su profesor, durante todo este tiempo trabajó con él. Con su equipo de trabajo, nunca se buscó hacer excepciones y diferencias por su condición», apuntó.
Y agregó: «Siempre se buscó su inclusión, para que no sea una clase aparte o algún trato en particular. El profesor le exige como a cualquier otro alumno, con las contemplaciones que tiene que haber. Es una compañera más, trabajamos y hacemos ejercicios con ella. No se ve lo que se puede ver, lamentablemente, en otros entornos. Digo, que en otros lugares no se incluye. Ella le pone muchas ganas».
El logro inédito de la taekwondista adaptada de Castelar
Así, la joven fue desarrollando técnicas para las competencias, en las que no sólo realiza demostraciones de movimientos de distintos golpes sino también en rutinas de destreza con palos, cuchillos o rompiendo maderas. Y, a su vez, fue rindiendo los exámenes para ir escalando los diferentes niveles dentro de la disciplina: pasó por cinturón blanco, amarillo, verde, azul, rojo y negro; para luego convertirse en dan, que es una graduación de cinturón negro y que tiene nueve niveles.
En noviembre, la vecina de Castelar rindió su examen para transformarse en tercera dan y ser la primera y única mujer de la Argentina en alcanzar esa graduación.
El sueño de ir al Mundial
Lourdes; que reparte su tiempo entre sus clases de zumba, pintura y dibujo además del microemprendimiento de cerámica y su empleo en una empresa de La Cantábrica; compitió en tres selectivos clasificatorios para el Mundial que se desarrollará en Ámsterdam, Países Bajos, entre el 26 y el 31 de julio próximos. Acumuló uno de los puntajes más altos y se ganó la posibilidad de representar al país en ese certamen.
«El taekwondo, no es un deporte como el fútbol o como otros que tienen un flujo constante de plata. Aparte de ser un arte marcial, es totalmente amateur y por eso el dinero sale del bolsillo de uno. Como este es un campeonato internacional, el precio está en dólares y hay que sumar la inscripción, viaje y estadía, entre otras cosas», mencionó Farinatti.
Y agregó: «Por lo tanto, estamos buscando en la búsqueda de sponsors, tenemos armados los currículums. Cualquier persona que tenga ganas de consultarlo, se los podemos pasar para que comprueben los torneos por los que pasamos, los seminarios, eso también es importante; hay mucha instrucción».
Según sus estimaciones, necesitan U$S 3000 por persona para viajar y deben reunir los fondos para Lourdes, su acompañante y su mamá, que por ley tiene que viajar con ella para que pueda salir del país. Para ello, lanzaron una campaña solidaria llamada «Un cafecito para que Lourdes llegue al Mundial» con la que apuntan a reunir 12.000 cafecitos (a $150 cada uno) y cumplir así el sueño de la joven.