Mejora la nena de Monte Grande que recibió un trasplante de médula de su melliza: cuándo sería el alta
Constanza Antúnez tiene 3 años y padece aplasia medular. Hace dos semanas su hermana le donó médula ósea y los médicos del Hospital Garrahan ahora evalúan el funcionamiento del tejido trasplantado en su organismo.
Con sólo 3 años de edad, Constanza Antúnez sigue peleando por mejorar su calidad de vida. La nena de Monte Grande padece aplasia medular, una patología por la cual la médula no produce células madre de la sangre al no contar con suficientes defensas. Pero encontró una nueva oportunidad gracias al trasplante de médula que recibió de su hermana melliza el pasado 22 de marzo.
La odisea por su salud comenzó en noviembre del año pasado cuando los médicos le detectaron hepatitis crónica autoinmune y estuvo 20 días internada. Luego pasó otros 45 en el hospital después de haberse contagiado de Covid-19. Llegó a tener hemorragias nasales y vómitos con sangre, algo que los médicos estudiaron y concluyeron en que había ingresado a su cuerpo una bacteria llamada pseudomona que le dañó órganos como el corazón y los riñones.
Su deterioro fue tan acelerado y agresivo que debieron inducirla al coma luego de una descompensación arterial provocada por un shock séptico que la hizo desvanecerse. Su recuperación, sin embargo, fue milagrosa: pensaban que iba a estar un mes recibiendo transfusiones para ingresarle los granulocitos (células que necesitaba su sangre para combatir infecciones) y, sin embargo, en cinco días salió del coma sólo con antibióticos.
Con el 99% de compatibilidad, la nena de Monte Grande encontró su oportunidad de vivir en su hermana melliza, Paloma, quien le donó parte de su médula en un exitoso trasplante realizado en el Hospital Garrahan, donde actualmente Constanza permanece internada.
La nena de Monte Grande y un largo proceso de recuperación
Tomas, el papá de la nena, contó que, una vez trasplantada la médula «en el cuerpo de Coni, hay que ir viendo como va progresando y si puede seguir con el tratamiento en casa o no». A su vez, indicó que «por lo pronto ella no va a ir a la escuela por un año porque es todavía vulnerable a cualquier virus» y que «tampoco va a poder salir de casa los primeros meses».
Rápidamente surgió un problema: a dos semanas de la cirugía, la médula no empezó a funcionar y se inició una nueva convocatoria de dadores de sangre para obtener los granulocitos que requiere para comenzar a trabajar en su organismo. «Su nueva médula no arrancó, por lo que requiere la donación de granulocitos para ir estabilizando e ir tratando las bacterias que se le pueden ir metiendo en su organismo», había comentado.
Sin embargo, a días de haber anunciado esa situación, la familia le confirmó a Zonales que el estado de la nena dio un nuevo giro, mucho más esperanzador. «Ella se estabilizó y la médula trasplantada empezó a trabajar en su organismo, por lo cual los médicos cancelaron el pedido de sangre y nos dijeron que tienen que evaluar su funcionamiento para ver cómo seguir», explicó el padre.
En ese sentido, la menor fue monitoreada durante toda la semana pasada y continuará así durante el transcurso de esta. Si todo marcha bien, los padres esperan que pueda recibir el alta médica para la semana próxima e iniciar el otro largo recorrido de recuperación que le espera en su casa, aunque ya en la comodidad de un ambiente conocido y rodeada solamente por su familia y entorno.
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«Más allá de la situación de Constanza, la gente siempre está invitada a donar en el banco de sangre del Hospital Garrahan, que ayuda a muchos niños. La mitad de los chicos de Buenos Aires pasan por ahí y siempre se necesita sangre, ya que requieren constantemente», concluyó Tomás.