Furor por la calesita de dos pisos de Lomas de Zamora: es gratuita y van unos 1.500 chicos por día
En menos de tres meses, ya pasaron más de 156.000 chicos por el imponente carrousel del sur del Conurbano. Este espacio de la Plaza Grigera está a cargo de «Don Juan», el histórico calesitero que comenzó a trabajar allí en 1976.
A fines de octubre de 2021, el Municipio de Lomas de Zamora renovó por completo el sector de entretenimiento y diversión infantil de la Plaza Grigera, ubicada en Yrigoyen al 8700. Al margen de la colocación de un piso de caucho antigolpes y la instalación de nuevos juegos, la gran novedad fue la incorporación de una inmensa calesita de dos pisos.
A solo tres meses de su inauguración, ya pasaron más de 156.000 niños y niñas por los asientos con forma de caballos, elefantes, hipocampos y carruajes de calabaza inspirados en Cenicienta que componen este imponente carrousel, que tiene más de cinco metros de altura y una capacidad para 60 personas.
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«Es hermoso y muy colorido. Lo llevé a mi hijo que estaba tan contento que no quería bajarse. Me alegra que sea gratis así que vamos a ir seguido», destacó un vecino de la zona.
Justamente, el hecho de que no haya que comprar tickets y que no haya costo para poder utilizarla es una de las grandes razones por las que su concurrencia es casi absoluta. Es que resulta difícil verla girar con algún lugar vacío entre las 16 y las 22, horario en el que funciona todos los días.
«Es espectacular y algo muy vistoso para la gente, por eso espero que lo cuiden bien. Todos los días está lleno y vienen chicos de todos lados. Se suben entre 1.500 y 2.000 chicos por día», destacó Don Juan, el histórico calesitero de la plaza.
Don Juan, el histórico calesitero con más de 40 años en la Plaza Grigera
Durante más de 40 años, Juan José Basteguieta estuvo a cargo de la calesita ubicada en Plaza Grigera. Con la llegada de la pandemia de coronavirus, la atracción cerró sus puertas. Recién volvió a girar en noviembre de 2020, pero en otro lugar: tras 45 años, fue trasladada al Parque Finky de Turdera.
Ese carrousel funcionó desde 1949 en Plaza Grigera. Por su parte, Basteguieta comenzó en 1976 a trabajar allí y nunca más se retiró. Con el correr del tiempo, cada vez fue más difícil desasociar a la máquina de la persona. Así fue como su nombre pasó a ser “Calesita Don Juan”.
Por eso, cuando reabrió en Parque Finky, a nadie sorprendió que él siguiera como encargado. Sin embargo, cuando se inauguró el nuevo carrousel de dos pisos en Plaza Grigera, le llegó la propuesta para estar a cargo. Don Juan no dudó y regresó a su segunda casa. No sin antes dejar en Parque Finky a alguien de confianza: su mujer.
«Imagínate que para mí significaba y significa mucho. Es volver a mi casa. Después de más de 40 años, volver es demasiado. Las expectativas que tenía eran altas, y la verdad estoy muy contento. Hay mucha gente que pasa y me saluda, dándome las felicitaciones», valoró.
Aunque no puede asistir cada día “por un tema de salud”, el poder ir algunos días de la semana y cumplir con su pasión lo pone “súper contento”.
¿Cuál es el secreto para mantenerse durante tanto tiempo como calesitero? Así lo explicó él mismo: «Siempre me gustó interactuar con los chicos, al igual que mi esposa Delia Santarelli, que es docente y que me ayuda en todo momento. Para tener un carrusel por tanto tiempo es necesario contar con un buen carisma con los nenes».
Su idea es mantener su trabajo “hasta que el cuerpo aguante”. “Después, Dios dirá. Seguirá mi familia, porque esto se lleva en la sangre. Eso es algo que va a perdurar siempre. Mientras haya una sonrisa de un chico, va a existir la calesita”, cerró.