Un chico de 15 años se defendió de dos motochorros, recibió tres tiros y se salvó de milagro
El joven volvía a su casa, ubicada en Glew, luego de acompañar a su madre a tomar el colectivo. Para evitar el asalto forcejeó con uno de los delincuentes. “Escuché los disparos y sabía que eran para él”, dijo el padre de la víctima.
El momento en el que el chico de 15 años forcejea con uno de los motochorros.
Es probable que, por bastante tiempo, las imágenes recorran su mente una y otra vez. Seguramente no le será fácil olvidarse de lo que vivió a este chico de 15 años de Glew, partido de Almirante Brown, que fue interceptado por dos motochorros cuando venía de acompañar a su madre hasta la parada del colectivo. El joven, al darse cuenta de que lo iban a asaltar, intentó defenderse y recibió tres disparos. Las heridas, sólo por un milagro, no fueron graves. Y ya tiene el alta médica.
El hecho de inseguridad ocurrió el martes, alrededor de las 13.30, en el cruce de las calles Quiroga y Payró, cuando el adolescente volvía a su casa luego de despedirse de su mamá. A solo metros de llegar, aparecieron los delincuentes. Al darse cuenta, la reacción de Ian -tal como identificado- pasó por resistirse e increpar al ladrón que había bajada de la moto. Luego de un forcejeo recibió los tres tiros.
Según informaron fuentes judiciales, un disparo dio en el pie derecho, otro en el muslo izquierdo y el tercero en un brazo. Pero como el ladrón solo apuntó “al bulto”, cualquiera de las balas podría haber impactado en algún órgano vital.
Tras el ataque de los motochorros, el adolescente fue trasladado a la Clínica Espora de Adrogué, también en el municipio de Almirante Brown, donde debió recibir atención médica. Cuando ingresó se encontraba estable, consciente y fuera de peligro, aunque con mucho dolor. Y este miércoles por la mañana ya le dieron el alta y volvió a su casa.
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“El adolescente, al advertir la maniobra y como tenía un llavero con una punta, increpó con ese objeto al ladrón que se bajó para asaltarlo”, contaron fuentes judiciales sobre el episodio. La moto en la que se movilizaban los delincuentes era una Honda XR150, roja y blanca.
Luego de los disparos, y como quedó registrado por un cámara de seguridad privada del lugar, los motochorros huyeron a toda velocidad y sin llevarse ninguna pertenencia. Y todavía son buscados por la Policía bonaerense. La causa es investigada por la UFI N°5 de Lomas de Zamora, a cargo del fiscal Gustavo Caram, por tentativa de robo y lesiones por arma de fuego.
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“Fue una situación muy violenta. Mi hijo había dejado a la madre, que se había tomado el colectivo. Y cuando volvía aparecieron dos personas en una moto y lo interceptaron”, dijo Claudio, el padre del chico, este mediodía en declaraciones a la prensa.
“Yo escuché los disparos y sabía que eran para mi hijo”, aseguró el vecino de Glew. Y agregó: “Salí y lo vi que estaba consciente, sentado, hablando con una persona que estaba al lado. Ahí me di cuenta de que estaba bien y no pensé nada: lo cargué en el auto y me lo llevé a la clínica”.
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Apenas horas después del hecho, Ian pudo volver a su casa. Su padre contó que, según le informaron a él desde la Policía, fueron cinco los disparos que, en total, efectuó uno de los motochorros contra el adolescente. Y se especula que en realidad los dos delincuentes estaban armados.
“Está muy asustado. Tuvieron que sacarle los restos de las balas”, contó el padre de Ian en la puerta de la Clínica Espora. Y reconoció que “en realidad, mi hijo vive con miedo porque el barrio es muy inseguro. La Policía tiene que hacer algo”.
