Locura en el oeste del Conurbano: una mujer discutió con su novia y la prendió fuego
El terrible hecho ocurrió en San Justo, luego de que una joven no aceptara que su pareja quisiese dejarla. La víctima, que recibió quemaduras en la cara y los brazos, está internada pero fuera de peligro.
La agresora, al momento de la detención. Y la cuadra de Cerviño al 4100, donde ocurrió el hecho.
Una relación amorosa en crisis, la decisión de una mujer de terminar el vínculo y su novia que no lo acepta. Esos fueron los ingredientes que en San Justo, en el oeste del Conurbano bonaerense, terminaron desatando no solo una violenta discusión, sino una verdadera locura: todo finalizó con una de las chicas -la que se sintió abandonada- que decidió rociar a su pareja con alcohol y, luego, la prendió fuego.
La víctima fue identificada como Brenda Cintia Romero, de 27 años, y sufrió quemaduras en la cara y también en los brazos, por lo que tuvo que ser internada en el Hospital Interzonal General de Agudos Diego Paroissien de Isidro Casanova.
Con 19 años mató a su novia de 15 en Isidro Casanova: condenado a perpetua por femicidio
La responsable del ataque, Jennifer Ayelén Gilda Báez, de 28 años, fue detenida preventivamente por integrantes del Comando Patrulla de La Matanza.
Según se informó, el hecho -que ocurrió durante el fin de semana, pero se conoció este martes- se produjo en una casa ubicada en Cerviño al 4100. Y todo empezó cuando Romero le dijo a su novia que no quería continuar con el vínculo afectivo.
El momento en que prendió fuego a la novia
En ese instante comenzó la pelea y Báez, en un momento de furia, perdió la cordura y prendió fuego a su pareja. Luego de que la víctima comenzara a gritar por el dolor de las quemaduras, y también a pedir auxilio, un vecino escuchó el ruego de Romero y llamó al 911.
Cuando la Policía llegó al domicilio se encontró con la terrible escena de la joven con quemaduras muy graves -aunque sin riesgo para su vida- y en total estado de shock. Rápidamente se decidió el traslado al hospital de Isidro Casanova para que fuera atendida. Actualmente Romero se encuentra estable y recuperándose.
La causa fue caratulada como tentativa de homicidio agravado por el vínculo. Tomó intervención la doctora Lorena Andrea Fanelli, titular de la Unidad Funcional N°4, especializada en Delitos Derivados de Violencia Familiar, de Género y Delitos contra la Integridad Sexual, de los tribunales de La Matanza.
Mientras, efectivos policiales de la Comisaría de la Mujer y la Familia del partido se ocupan de investigar lo sucedido. Por el momento, la agresora, que no tiene antecedentes penales, no quiso declarar. Y se espera a que Romero se encuentre totalmente repuesta de las heridas para indagarla y empezar a reconstruir el hecho.
Un hecho similar en General Rodríguez
Hace menos de dos semanas, en otro punto del oeste del Conurbano bonaerense, ocurrió un episodio similar de violencia extrema, que también se desató a partir de una discusión de pareja y que terminó con una mujer prendida fuego, aunque en ese caso la víctima finalmente perdió su vida.
Ese hecho tuvo lugar en General Rodríguez y la fallecida fue Roxana Olivera, de 40 años, quien había denunciado dos veces a su pareja, Martín Ariel Jaime (43 años), por violencia de género. Las discusiones y agresiones eran habituales, pero el viernes 23 de abril todo llegó al extremo: el hombre roció con nafta a la mujer y la prendió fuego. La víctima sufrió graves quemaduras en la cara, el cuello, el pecho y las vías respiratorias.
Increíblemente, luego del episodio, el femicida la amenazó y la obligó a quedarse a dormir con él. Al otro día, luego de una nueva discusión y al quedarse sola en la casa, la mujer pudo llamar al 911 y pedir ayuda.
De inmediato fue trasladada de urgencia al Hospital Vicente López y Planes de General Rodríguez, pero allí entró en coma y el 29 de abril, luego de agonizar durante seis días, falleció.
El asesino estuvo prófugo por una semana, pero finalmente fue detenido. El delito que se le imputa a Jaime desde la Fiscalía 10 de General Rodríguez, a cargo de Gabriela Urrutia, es el homicidio agravado por el vínculo y por haber sido perpetrado por un hombre contra una mujer, habiendo mediado violencia de género.
