Agravan la acusación contra una mujer por el asesinato de su novio: qué dijo en su defensa

«No lo quería matar, yo solo quería que me dejara de molestar», dijo la mujer sobre el asesinato de Alejo Oroño. Los jueces no le creyeron: un video demuestra que la noche del 10 de febrero de este año -al 2600 de la calle Bustamante y Guevara, frente a un supermercado de William Morris- su entonces novio permaneció con las manos detrás de la espalda, sin intenciones de agredirla, cuando ella sacó un cuchillo y lo apuñaló en el pecho. La acusación contra Nadia Estefanía Navarro ahora es de homicidio agravado por haber mantenido una relación de pareja con la víctima. Pueden sentenciarla a cadena perpetua. Su defensa no convence a los magistrados.

La familia de Oroño impulsó el cambio de carátula. Fernando Soto, abogado de los deudos, expresó su conformidad con la decisión judicial. «No correspondía la calificación de homicidio simple, como demuestran los registros de la cámara de seguridad del lugar», afirmó el letrado. A cargo de la acusación está el fiscal Bernardo Kiper, de la UFI Número 1 de Morón.

Oroño (25) y Navarro (23) eran novios, pero no se llevaban bien. Gisela, prima del fallecido, dio detalles sobre la conflictividad de una relación enfermiza. «Ella le pegaba, lo maltrataba. Una de las últimas veces que la vi había venido a casa con un palo. Él no decía nada. Le daba vergüenza contarlo. Y jamás hubo una denuncia de violencia de género contra él», contó Gisela.

Pese a los problemas del vínculo, Alejo y Nadia Estefanía tuvieron un hijo. Y aunque no convivían juntos, el muchacho se preocupaba por hacer algunas changas y acercar algún dinero para los cuidados del bebé. La chica estaba desocupada.

Cometió el asesinato de su novio y huyó

De acuerdo con la filmación analizada por la Justicia, la pareja discutió durante alrededor de un minuto. Oroño -notoriamente más alto que ella- parecía tratar de calmarla, hasta que Navarro, a quien se pudo observar muy nerviosa desde el comienzo, extrajo de sus pertenencias un cuchillo de cocina tipo serrucho, con una hoja de 12 centímetros y mango de plástico, para atacar de manera sorpresiva a Oroño y cometer el asesinato.

Totalmente ensangrentado, herido de gravedad en el corazón y la mano derecha, con la cual intentó defenderse de una segunda puñalada, el agredido alcanzó a trasladarse hasta una agencia de remises donde trabaja uno de sus tíos, quien aun conmovido por la escena cargó a su sobrino en auto y lo trasladó hasta el Hospital San Bernardino. Ese hombre es el padre de Gisela, quien aportó su testimonio en la instrucción de la causa.

No obstante los esfuerzos del personal médico que lo atendió, Alejo falleció a los pocos minutos. «Me mató la hija de puta», llegó a decir Oroño. La victimaria, en tanto, se quedó en su casa, donde fue detenida por personal policial de la Comisaría Segunda de Villa Tesei. Navarro, desde un primer momento, no ocultó su responsabilidad en el sangriento episodio contra su novio.

«Yo sé que ella no quería matarlo, pero su intención siempre fue herirlo, hacerle sentir el dolor. Lo que pasó esa noche fue que no se midió y no vio dónde podía terminar todo esto. Ahora pedimos que no salgue de la cárcel y que pague el crime. Que no la larguen por el hecho de ser mujer», reclamó Gisela, sin consuelo.

Por el asesinato de su novio, Navarro enfrenta una condena de prisión perpetua debido a la aplicación del artículo 80, inciso 1, del Código Penal. Allí se establece que sufrirá tal castigo quien mate a cualquier ascendiente, descendiente, cónyuge, ex cónyuge o a la persona con quien tenga o haya tenido una relación de pareja, exista o no convivencia al momento de cometerse el homicidio.

En la víspera, el Tribunal Oral Criminal 1 de La Matanza penó con cadena perpetua a Luis Tobías Zuchelli por el asesinato en 2019 de quien fuera su novia, Emilce Ayala (15).